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 E.CO.B.B.I.S.H.

ENSEÑANZA DE CONOCIMIENTOS BÁSICOS PARA EL BIENESTAR INTEGRAL DEL SER HUMANO

RECOPILACIÓN DE TEXTOS FILOSOFICOS PARA EL CRECIMIENTO PERSONAL Y TRABAJO ESPIRITUAL DEL SER HUMANO

"Nosotros aportamos una enseñanza que puede ser aplicada por todos. Incluso fundada en verdades sublimes que sobrepasan el raciocinio de la mayoría de los humanos, los métodos que da, fáciles de aplicar, son para todos. Y aquellos que juzgan estos métodos como simplistas y solamente buenos para niños, demuestran que no saben ni observar ni reflexionar para obtener conclusiones. Os duele un diente, y debido a este diente ya no podéis ni comer, ni dormir ni concentraros en vuestro trabajo, como si todo vuestro cuerpo hubiera sido alcanzado por este daño. Y sin embargo, ¡la causa de vuestro malestar es sólo un diente! ¿Podéis negar las consecuencias de algo tan pequeño? Aceptad pues la idea de que métodos muy sencillos pueden tener grandes consecuencias. Haced, por ejemplo, este ejercicio: concentraos en vuestro plexo solar, o en vuestro corazón, o en vuestra garganta, enviándoles toda la luz y el calor del que seáis capaces: poco a poco sentiréis cómo todo vuestro organismo comienza a beneficiarse. Es inútil que os dediquéis a realizar prácticas complicadas para encontrar aquello que necesitáis. Más importante que lo que hacéis, es la atención que prestáis al hacerlo, es vuestra convicción lo que da resultado

"La naturaleza posee y mantiene los gérmenes de las enfermedades y, al mismo tiempo, posee también los medios para curarlas. Pero si los humanos no son razonables y permiten que los gérmenes nocivos se desarrollen, limitan la eficacia de los elementos que podrían serles beneficiosos.  Algunos dirán: «Pero la ciencia hace tantos progresos que debe…» No, la ciencia no debe nada porque ella no tiene todos los poderes. Cualesquiera que sean sus progresos, es impotente ante la mala voluntad de aquéllos que rehúsan conocer las leyes de la naturaleza y actuar en consecuencia. Entonces, atención,  cuanto más progresen las ciencias y las técnicas, más conscientes, atentos y vigilantes, deberán mostrarse los humanos. El progreso tiene muchas ventajas, aporta muchas facilidades, pero al mismo tiempo también muchas tentaciones. Apoyarse en los progresos de la medicina para permitirse todos los caprichos y todos los excesos, nos llevará a la catástrofe. La vida nunca se someterá a las voluntades de los humanos poco razonables.


"Nosotros recibimos nuestra vida de Dios, pero sólo podemos beneficiarnos plenamente de sus riquezas si aprendemos a hacer que vuelva a la Fuente. Y, cuando digo la Fuente, Dios, quiero decir la cima de nuestro ser. Orientar las energías hacia lo alto para que puedan alimentar las células del cerebro, requiere de un gran saber. Y si hay algún campo en el que este saber es necesario, es sin duda el de la sexualidad.
Todas las instrucciones que dan los Iniciados concernientes al control de la fuerza sexual, no tienen como finalidad reprimir a los humanos privándoles de placeres que, evidentemente, tienen derecho a disfrutar: cuando enseñan que las energías sexuales pueden ser sublimadas, es porque saben que existen otras posibilidades que la de dejarlas manifestarse solamente abajo.
Los hombres y las mujeres pueden servirse de estas energías, bien comprendidas, bien utilizadas, para despertar facultades superiores que les van a permitir realizar trabajos espirituales de la más alta importancia, y entonces es cuando saborearán el verdadero gozo."


"Aunque a veces hay motivos para criticar a los dirigentes de un país y para burlarse de ellos, no es éste un método bueno para hacer que se vuelvan mejores y más competentes. Al contrario, acosándoles con pensamientos y sentimientos negativos, no sólo no arreglamos nada, sino que creamos en el invisible las condiciones para que puedan cometer más errores todavía y tomen decisiones cada vez menos acertadas para el país.
Si queréis ayudar verdaderamente a vuestro país, en lugar de fulminar continuamente con reproches al que está a la cabeza o de ridiculizarle, enviadle luz. No podéis ayudar a todo vuestro país, porque es inmenso, pero basta con que ayudéis solamente a un hombre y esto es más fácil; y este hombre hará el bien a todos, porque muchas cosas dependen de él. Un hombre solamente es el que ha estado bien inspirado y todos los demás se benefician de ello. 
Los ciudadanos de un país deben tomar conciencia, por fin, de los lazos que existen entre ellos y sus dirigentes. No basta con exigir esto, reclamar aquello, y rebelarnos si no lo obtenemos, debemos aprender a conocer los métodos más eficaces para obtener aquello que deseamos sin complicar las situaciones."


"Demasiados discípulos de una enseñanza espiritual no comprenden todavía la necesidad de la práctica. Se sumergen en obras de Cábala, de astrología, de magia, de alquimia, de espiritualidad hindú u otras, y hacen de ellos temas de conversación donde cada uno intenta brillar con conocimientos recientemente adquiridos. No han aprendido nada de la humildad, de la pureza, de la paciencia, de la bondad, de la gratitud, no saben cómo entrar en armonía con los humanos y con toda la creación, y por esta razón, en la primera ocasión se sienten perturbados,  enfermos: sus lecturas les han llevado al borde del abismo.  No os imaginéis pues que vayáis a acceder tan fácilmente a los grandes misterios, resolver el enigma del universo, recibir la Iniciación, y que, ocupados por estos proyectos grandiosos,  podéis desatender ciertas actividades de la vida cotidiana, tan indignas de vosotros, así como todas las verdades elementales que podrían iluminar vuestro camino. Pues son estas verdades elementales las más importantes; si las aplicáis, encontraréis la buena actitud y mientras continuáis estudiando, estaréis protegidos. "

Omraam Mikhaël Aïvanhov

"Todas las religiones han surgido de la misma fuente. Sus diferencias provienen que han aparecido en épocas diferentes en pueblos de mentalidades diferentes. Por eso hay que reflexionar bien antes de querer cambiar de religión, porque no es tan fácil adaptarse a otras mentalidades. La tradición hindú, por ejemplo, es extraordinariamente profunda, rica y poética, pero, salvo algunas excepciones, los Occidentales que se aventuran en ella corren peligro, sobre todo de extraviarse. O bien, se quedan sólo con las apariencias, con las formas, en detalles superficiales, exóticos, y esto no es algo que sea muy respetuoso hacia todos estos grandes espíritus del pasado que, después de haber trabajado durante mucho tiempo, después de haber hecho investigaciones, quisieron legar a su pueblo el fruto de sus experiencias. No hay que creer que los sabios y los Maestros espirituales de la India se sienten muy honrados cuando ven a todos estos cristianos descuidar su propia religión para disfrazarse de yoguis. A veces he tenido la ocasión de constatar lo sabios que son algunos Maestros hindúes. Preguntan a los Occidentales: «¿Es usted cristiano? – Sí. – Entonces, siga siendo cristiano.» Saben que una cultura, una tradición, es como el suelo para un árbol. ¿Cuánto tiempo necesita un árbol que ha sido arrancado de su tierra, para poder echar raíces en otra parte?" 

"La justicia humana juzga solamente los actos, pero la Justicia divina juzga también los pensamientos, los sentimientos y las intenciones. Si habéis dado conscientemente malos consejos a alguien, si le habéis empujado a la rebelión, a la desesperación, ¿qué tribunal en la tierra puede condenar semejante conducta? Ninguno, porque, materialmente, objetivamente, no pueden reprocharos nada. Si esta persona va al juez diciendo: «Mire en qué desesperación me ha sumido este
Individuo», el juez le responderá que este caso no está previsto por el código y que no puede hacer nada por ella.
¡Cuántos hombres, sabiendo que no hay ningún tribunal que pueda castigar los malos pensamientos, los malos sentimientos, las malas intenciones y las palabras engañosas, son lo bastante astutos para ser impecables en el dominio de los actos y evitar así que les detengan! Hay miles de formas de actuar mal sin caer bajo en el peso de la justicia humana. Pero nadie escapa a la Justicia divina."

Omraam Mikhaël Aïvanhov

"Aunque los humanos estén persuadidos de que la vida es lo más precioso que poseen, todavía no han comprendido bien que, en esta vida, lo que hay de esencial es la vida misma. No piensan en todas las criaturas, en todos los poderes del universo que están ahí sólo para que ellos puedan estar vivos, ni en todo lo que reciben de la tierra, del agua, del aire, del sol, de las estrellas... ¡Cuántos tienden a creer que la vida les ha sido dada sólo para satisfacer sus deseos! Están vivos y eso les basta, no se preguntan gracias a quién y a qué pueden respirar, alimentarse, amar, pensar... Y, como no son conscientes de lo que representa este don de la vida, la despilfarran. La conciencia les viene un poco más tarde, cuando se acerca la vejez, o cuando se encuentran discapacitados, enfermos. Entonces, hacen todo lo que pueden para retener esta vida que les está abandonando. ¿No deberían haber empezado a pensar en ello un poco antes?"

"Un hombre había sembrado trigo en su campo, pero mientras que todos dormían, su enemigo vino y sembró cizaña en medio del trigo, ¿Quién es este enemigo del cual habla Jesús en la parábola del trigo y la cizaña, y en qué nos concierne?. En realidad, este enemigo está en el hombre, y ¡con qué fervor intenta destruir el trabajo de aquéllos que han decidido convertir todo su ser en una tierra fértil! Se inventa la manera de introducir gérmenes nocivos; tiene donde escoger: puede ser el orgullo, la sensualidad, la codicia, la vanidad, la ira… Y ¿cómo es que lo consigue? Porque, como en la parábola, la gente «duerme», no está vigilante. Procurad pues identificar ese enemigo interior que intenta colarse en vosotros para destruir vuestros buenos proyectos. Estudiad los métodos que utiliza y entonces estaréis prevenidos con anticipación de su llegada. Pues cada vez que se acerca este enemigo, hay signos precisos que os advierten, un pensamiento, una sensación. Y si cada vez os convertís en su víctima, esto quiere decir que no intentáis analizaros, que os paseáis por la superficie de vuestro ser, que esperáis que lleguen los grandes sufrimientos para empezar a preocuparos de lo que pasa en vosotros. Ahora que ya estáis prevenidos, intentad observaros mejor con el fin de ver los hilos imperceptibles que unen vuestros diferentes estados interiores.


"¿Cómo conservar vuestro amor y qué hacer para que dure el mayor tiempo posible?... Simplemente, evitar lanzaros sobre el ser que empezáis a amar para devorarlo. Porque tras esas grandes ebulliciones, muy pronto vendrá el hastío, y perderéis vuestra inspiración y vuestro gozo. Como aquél que ha comido demasiado: la comida ya no le dice nada. ¡Los humanos siempre tienen tanta prisa para destruir todo aquello que puede embellecer su vida y darle un sentido! ¿Por qué sacrificar por unos minutos de placer este amor que les aporta todas las bendiciones, que les aporta el Cielo? Habéis encontrado a una persona que os ha atraído inmediatamente. Es como un vaso lleno de una esencia preciosa que os sumerge en el éxtasis; ensancha vuestros horizontes y os revela las bellezas del cielo y de la tierra. Dad gracias al Señor por haberla encontrado, iluminaos, vivificaos, reforzaos junto a ella, pero mantened alguna distancia. Si escucháis bien este consejo y procuráis aplicarlo, nunca os veréis privados de bellos encuentros a lo largo de vuestra vida; y como sabréis apreciarlos, sabréis verdaderamente lo que es el amor."

Ya podéis leer como nos afectamos e infectamos unos a otros sin importar la distancia.
Esta más que demostrado el poder del pensamiento y sentimiento en la materia. Además si nos observamos en el trascurso de una jornada podremos comprobar los cambios de estado anímicos según con quien te relacionas o a donde vayas.
Tanto el pensamiento como el sentimiento o la palabra hablada, son vibraciones de diferente grado.
En La Enseñanza aprendemos como elevar nuestra vibración, si lo hacemos bien estaremos protegidos de estas vibraciones caóticas que nos rodean y enferman. Animo. Despierta y ponte en marcha. Actúa y deja de ser Efecto de las Causas de otros.


"Algunas personas con las que nos encontramos, no saben decir otra cosa que: « ¡Ah! ¡qué cansado estoy!» Y, en efecto, se lee el cansancio en su cara. Están bien, pero todo les cansa, y no se dan cuenta de que, quejándose continuamente, acabarán un día completamente extenuados. Sin embargo, es fácil observar que los que se quejan así, de estar cansados, raramente son los que más trabajan. No podemos negar que estén cansados, no se trata de un cansancio imaginario, no, es muy real; solamente que no viene de un exceso de trabajo, sino del hecho de rumiar unos pensamientos y unos sentimientos que les agotan. Y esta fatiga psíquica es contagiosa: cuando nos encontramos con estas personas, tras haber pasado unos minutos con ellas, tenemos la sensación de llevar una carga sobre la espalda, o de haber sido vaciado de nuestras energías. Uno de los métodos más eficaces para liberarse de la fatiga psíquica es una buena fatiga física: esta fatiga descansa y cura. Los humanos poseen unos recursos insospechados que deben aprender a explotar con un esfuerzo de voluntad. ¡Cuántos se sienten cansados simplemente porque llevan una vida estancada!"


"El discípulo de una enseñanza espiritual debe evitar las trampas de la vanidad, así como las de una falsa humildad que es, en realidad, otra forma de vanidad. El verdadero espiritualista se manifiesta siempre con naturalidad, con sencillez. No tiene que llamar la atención con un comportamiento especial y unos aires misteriosos o inspirados. Diréis: «Pero, entonces, ¿no debemos mostrar en qué sentido trabajamos?» No, justamente no, porque no hay nada que mostrar. En aquél que trata de adquirir las verdaderas riquezas espirituales, estas riquezas acabarán revelándose. Puesto que ha emprendido un trabajo sobre sí mismo, poco a poco los rasgos de su cara, su porte, sus gestos, se expresarán en su favor. Siempre habrá ocasiones para que se manifiesten sus cualidades, y los demás las notarán sin que él tenga que hacer nada para resaltarlas. Que deje que hable su trabajo interior: aunque no se dé cuenta, este trabajo dará testimonio de él."


"El loto de los mil pétalos que florece en lo alto de la cabeza del Iniciado, es un símbolo de una gran belleza que puede fascinar a todos aquéllos que aspiran a la realización espiritual. Pero largo y difícil es el camino que conduce a la iluminación y a la beatitud. Para que los pétalos de un loto sagrado puedan abrirse, el discípulo tiene que triunfar sobre todo lo que en él es factor de perturbación. Si trata de desarrollar este loto antes de haber neutralizado los elementos oscuros que lleva en su intelecto y en su corazón, sufrirá impactos, sacudidas que destrozarán sus pétalos. Con esta imagen hay que entender que el funcionamiento de sus centros espirituales se verán perturbados y, en vez de saborear los gozos celestiales, vivirá el infierno. El mundo interior del discípulo se parece, al principio, a un jardín lleno de maleza, de cardos, de plantas con espinas: los instintos, los deseos inferiores y malvados que mantiene dentro de él. Cuando haya desbrozado este jardín, nada le detendrá en su camino ascendente de la luz, y entonces sentirá los mil pétalos del loto abrirse uno a uno en lo alto de su cabeza."


"Cuando el cielo está claro, por la noche, deteneos un momento para contemplar las estrellas. Imaginaos que abandonáis la tierra, sus luchas, sus tragedias, y que os volvéis un ciudadano del cielo. A medida que ascendéis por el espacio, sentiréis que vuestra alma despliega unas antenas muy sutiles que le permiten comunicar con las regiones más alejadas, y que Aquél que ha creado tantos mundos, los ha ciertamente poblado de criaturas más sabias, más bellas y más poderosas que los humanos. Porque cuando vemos a los humanos discutir, pelearse y matarse entre sí, ¿cómo podemos creer que el Creador haya puesto solamente en la tierra -un grano de arena en la inmensidad- a sus criaturas más perfectas? Al pensar que todas estas estrellas que contempláis existen desde hace miles de millones de años, que la Inteligencia que ha creado estos mundos es eterna y que vosotros habéis sido creados a su imagen, sentiréis que vuestro espíritu también es eterno."


"Darse un abrazo, estrecharse la mano, besarse, o toda otra manifestación de simpatía y de amistad que hacemos cuando nos encontramos, requiere que le prestemos una atención especial. Si no, es inútil, y no sólo inútil sino perjudicial. Porque toda forma de negligencia en las relaciones humanas, tiene efectos negativos en el psiquismo de unos y otros. Cuando se manifiestan signos externos de consideración o de afecto a alguien, sin poner en ellos el pensamiento y el corazón, sino simplemente porque hay que cumplir con las conveniencias sociales, esto arranca algo tanto a aquél que los da como al que los recibe. Este algo es imponderable, claro, pero lo esencial para nuestro gozo, para nuestro desarrollo, es siempre algo imponderable. Por eso una mirada, un segundo de silencio, una sonrisa en la que se expresa el alma, pueden aportar mucho más que una manifestación concreta, e incluso que los regalos."


"El universo es la obra de los dos grandes Principios masculino y femenino, el Espíritu cósmico y el Alma universal, que se unen para crear. Lo que nosotros llamamos espíritu (masculino) y alma (femenino) son emanaciones de estos dos Principios creadores. Por eso, como ellos, con nuestro espíritu y nuestra alma nosotros somos también creadores. Pero este poder de crear, sólo podemos ejercerlo si somos capaces de elevarnos con nuestra conciencia siempre más arriba, hasta las regiones en las que sólo reina la luz. Las actividades espirituales que hacen de nosotros unos verdaderos creadores, son la oración, la meditación, la contemplación y la identificación. Con el deseo de unirnos y de penetrar el Alma universal, esta luz que es la materia de la creación, con nuestro espíritu, la fertilizamos. Y nuestra alma, que recibe entonces los gérmenes del Espíritu cósmico, empieza a traer al mundo hijos divinos: la inspiración, la paz, el gozo, actos de nobleza y de amor."


Todo tiene una buena Solución, recuerda la Enseñanza, Acepta, Perdona y Olvida. Estas reglas son Esenciales para tener éxito ante las dificultades. El Perdón es una regla que Jesucristo subrayo. Alguna secta religiosa se ha otorgado la exclusiva de esa capacidad que todos tenemos y debemos desarrollar y aplicar Si o Si. Nadie puede perdonar por Ti.
Es Ley.
                 

"Es natural que lamentemos nuestras faltas, pero, incluso si se trata de faltas graves, es inútil, y hasta perjudicial, eternizarse en ellas y dejarse carcomer por los remordimientos pensando que de esta manera vamos a atraer la misericordia divina. Con esta actitud, en realidad, no hacemos más que recrear de nuevo en el subconsciente clichés, las mismas fealdades y miserias, y así las alimentamos. Los remordimientos sólo deben servir para tomar la decisión de no dejarnos arrastrar por los mismos errores. Los que vuelven sin cesar sobre sus faltas, remueven los posos del plano astral. No sólo se hacen así mucho daño, sino que, contrariamente a lo que se imaginan algunos fanáticos, esta actitud desagrada al Señor. Porque el Señor no ha creado a los humanos para que éstos se sientan miserables, culpables e indignos. Los ha creado para que vivan como Él, en la belleza, el gozo y la plenitud. ¿Habéis actuado mal? Una vez que habéis comprendido en qué y por qué, recobrad a través de vuestra memoria los momentos luminosos que habéis vivido, esos momentos en los que os habéis sentido hijos de Dios, felices, confiados, ligeros. De esta manera restablecéis en vuestra alma las condiciones para que las entidades que han participado en esos estados de gozo y de luz vuelvan a visitaros, y recibís fuerzas para mantener vuestras buenas resoluciones."


"La verdad es un problema filosófico, pero es también un problema práctico. Porque una verdad no es completa si nos quedamos en el plano del intelecto, del pensamiento. Para que sea completa, hay que hacerla descender al plano del sentimiento y, más abajo todavía, al de la acción. Teóricamente, intelectualmente, cada uno puede estar dispuesto a admitir una verdad: mientras se trate de teoría no le compromete a gran cosa. Pero tiene que aceptar después esta verdad en su corazón y, finalmente, llegar a concretizarla con actos. Y entonces, ¡cuántas dificultades! Tomemos un ejemplo muy sencillo. Teóricamente, es bastante fácil admitir como verdad que todos los hombres son hermanos. Pero tener sentimientos fraternales hacia todos ellos ya es mucho más difícil. Y en cuanto a actuar fraternalmente, cualesquiera que sean las personas y las circunstancias, eso es lo más difícil del mundo y hay que reconocerlo, lo que menos se ha realizado. Cuando les explicamos lo que es justo y bueno, hay muchos que dicen: «Lo he comprendido, lo he comprendido…», pero actúan después de forma contraria a todas las leyes de la justicia y de la bondad, porque no tienen conciencia de que el corazón debe decir también su palabra y la voluntad debe movilizarse para realizar. Sin embargo, una idea que no se realiza es algo casi inútil. Cuando alimentamos un pensamiento justo, debemos llegar a amarlo suficientemente para poder actuar conforme a él."


Si conseguimos la fusión dentro de nosotros con nuestro Origen, todo lo demás llega por añadidura. Está escrito en la verdadera enseñanza.


"Poseéis un objeto, pero no es porque esté en vuestra posesión que ya os pertenece verdaderamente. Solamente os pertenece si os inspira, si, a causa de él, sentís interiormente un gozo, una luz. Entonces, aunque no sea realmente vuestro, os pertenece. De esta manera, la creación entera, con las montañas, los océanos, el sol y las estrellas, puede perteneceros. Sí, si los admiráis, si los amáis, si vuestro corazón y vuestra alma se llenan de gratitud para con el Creador, son vuestros y nadie os los puede quitar. Éste es, pues, el punto de vista que en lo sucesivo debéis adoptar para comprender lo que es vuestro y lo que no lo es. Un hombre está casado y, puesto que puede imponerse a su mujer, obligarla a esto, prohibirle aquello, se imagina que le pertenece. Pues bien, no, es una ilusión. Pero si siente admiración por ella, si la considera como una criatura preciosa, como un aspecto de la Madre divina, entonces sí, ella le pertenece, aunque le deje la mayor libertad, incluso si no la toca. Los humanos creen que para poseer algo... o a alguien, deben tenerlo en sus manos. No, desgraciadamente, aquello a lo que más se aferran es a menudo lo que menos les pertenece. "


"Asistís, por la mañana a la salida de sol: una esfera luminosa emerge lentamente de la oscuridad y su resplandor acaba llenando todo el espacio. Sumergíos en esta luz como en un océano que vibra, que palpita... Imaginaos que nadáis en ella, que os fundís con ella, que la respiráis, que la bebéis. Dejaos absorber por esta claridad, hasta sentir que todas vuestras preocupaciones, que todas vuestras dudas y vuestras oscuridades se disuelven en ella. Cuando hayáis aprendido a fusionaros con la luz solar, ésta os acompañará por todas partes. Impregnará todas las células de vuestro cuerpo que empezarán a vibrar al unísono con el espíritu del sol. Y no sólo recibiréis energías de este depósito cósmico inagotable, sino que os será dado el verdadero saber, un saber que os mantendrá siempre vivos."


"Cualesquiera que sean los errores que hayáis podido cometer, nada, si lo deseáis verdaderamente, puede impediros volver a encontrar el camino de la salvación. Decíos incluso que las entidades celestiales confían más en los seres que han cometido faltas, que han tomado conciencia de ellas y que se aplican para corregirlas, que en aquéllos que nunca han tropezado. ¿Por qué? Porque aquél que nunca ha caído no piensa que debe tomar precauciones: no tiene experiencia, así que todavía no está sólido y puede extraviarse en cualquier lugar y perderse; no podemos fiarnos de él. Mientras que el que ha pasado por las «garras del diablo», el que ha sufrido y toma la resolución de salir de ahí, el día que lo consigue, suceda lo que suceda, permanecerá inquebrantable. De esto que os digo debéis retener solamente que, sean cuales sean las caídas, siempre es posible enderezarse de nuevo. ¡No saquéis la conclusión de que podéis permitiros todos los extravíos para poder volver a encontrar después el camino recto! De todas maneras, cada uno ha cometido suficientes errores hasta ahora: ya es tiempo de sentar la cabeza."


"Una persona que está pasando una prueba viene a confiaros su pena. Pero a menudo, es para que compartáis con ella su pena, más que para que la ayudéis a encontrar una solución. Así que, ¡cuidado!, porque si os dejáis invadir por su trastorno no vais a ayudarla, sino que, al contrario, quedaréis paralizados y os hundiréis con ella. ¿Creéis que vais a poder serenarla con vuestra simpatía, con vuestra comprensión? Sí, por unos momentos, sin duda; pero poco tiempo después volverán las quejas y los llantos, lo que puede prolongarse indefinidamente. Esta persona estará satisfecha de que siempre estéis ahí, dispuestos a escucharla, a sufrir con ella, pero no por eso va a mejorar. Y vosotros, ¿en qué estado estaréis? Si queréis ser útiles a alguien que sufre, no permitáis que su angustia penetre en vosotros. Sólo podéis ayudarle a enderezar la situación, oponiendo una cierta resistencia a su sufrimiento, a su desánimo. Permaneced lúcidos, apacibles, sólidos, afirmando interiormente el poder de la luz."


"Una sonrisa ya es un saludo, un signo de reconocimiento que dirigís a distancia a las personas con las que os encontráis, antes incluso de hacerlo con palabras, con un apretón de manos o con cualquier otro gesto. Por eso es importante que vigiléis lo que vais a dar al sonreír. Evidentemente, es inútil que os fabriquéis una sonrisa estudiándoos en un espejo, porque esto deformaría vuestra cara más que otra cosa. Es preciso que esa sonrisa que debe expresar la bondad, la simpatía, la comprensión, el placer de un encuentro, venga naturalmente de dentro. Y si os acostumbráis a descender a las profundidades de vuestro ser para buscar en ellas el amor y la luz, los escultores que hay dentro de vosotros sabrán qué nervios y qué músculos deben tensar o distender. Podéis confiar en ellos. Trabajad, pues, con el amor, con la esperanza y con la fe, y al sonreír abandonaos a la inspiración de vuestros artistas interiores."


«Una declaración de amor»... Habría muchas cosas que decir sobre esta expresión. Los humanos tienen la costumbre de declarar su amor, sin tener conciencia de que en esta manera de actuar se desliza un elemento interesado, egoísta. Quieren atraer hacia ellos a una criatura, y le escriben o le hablan lo más poéticamente posible, escogiendo los gestos, las palabras, el tono de voz apropiado, con la esperanza de que, conmovido, fascinado, encantado, el ser que han elegido acabará dejándose convencer. Y a partir de este momento, este ser debe saber que está «reservado», que nadie más tiene derecho a acercarse a él.

Es pues el instinto de posesión el que guía a los humanos, pero sobre todo la falta de fe en el poder del amor. Cómo desconocen el verdadero amor que hace maravillas, se apresuran a manifestarlo con medios concretos: la palabra, la escritura, los gestos, para hacer prisionero al ser amado. Y si dicen que es la fuerza del sentimiento la que les impulsa a obrar  así, en realidad lo que están confesando es su propia debilidad. Aquél que está habitado por el verdadero amor no lo expresa, no es necesario porque este amor se siente: irradia. El único medio del que tenemos derecho a servirnos para atraer el amor es la luz, y es también el único verdaderamente eficaz. Enviad regalos de luz al ser que amáis y que deseáis que os ame, esparcid colores a su alrededor, sabiendo que la luz y los colores son entidades vivas. Cuando su alma sienta la presencia de estas entidades benéficas, os estará agradecida y, poco a poco, se abrirá a vosotros."


"La inquietud, la agitación, la perturbación, crean las peores condiciones para la actividad del pensamiento. Por eso, cuando tengáis que resolver un problema, cuando tengáis que tomar una decisión importante, empezad por serenaros. Haced el silencio en vosotros y tratad de proyectaros lo más arriba posible dentro de vosotros mismos, porque es arriba donde se encuentra la luz. Cuando sintáis que habéis logrado alcanzar una especie de cima, preguntar sobre lo que os preocupa y esperad... La respuesta os empezará a llegar más o menos claramente; quizá no sea más que una vaga impresión, difícil de interpretar, pero ya será un indicio. Así que, no abandonéis. Volved a empezar tantas veces como sea necesario, plantead de nuevo la pregunta: pronto sentiréis una claridad, una certeza, y entonces, se acabaron las dudas, sabréis cómo debéis actuar. La luz en el intelecto, el calor en el corazón y una voluntad libre: si cumplís estas tres condiciones, siempre encontraréis las mejores respuestas a las preguntas que hacéis y tomaréis las buenas decisiones."
 

Si solo un porcentaje de la humanidad pusiera en práctica lo aquí expuesto, el mundo cambiaría en poco tiempo. Criticando a los políticos y demás campos y organismos sociales, no se va a mejorar la situación. Hablando de las carencias de falta  Amor, salud, economía etc, solo se está alimentando estos estados. Nosotros proyectamos nuestro futuro y eso es lo que tenemos.

Si lo ponéis en práctica de forma correcta, con Fe y Agradecimiento, el cambio y el Éxito están garantizados. ES LEY.


"Oís proferir acusaciones contra alguien... Evitad propagarlas, sobre todo si no estáis seguros de que estas acusaciones estén fundadas. Porque ninguna palabra se queda sin consecuencias. Si propagáis acusaciones falsas, debéis saber que, de una manera o de otra, despertáis algo negativo en aquél que es objeto de estas acusaciones, en aquél que os escucha, y también en vosotros mismos. Sí, ¡va muy lejos este asunto! Incluso añadiré que, aunque os veáis obligados a señalar que tal o cual persona se ha comportado mal, procurad de todas formas, como medida pedagógica, acabar vuestra conversación mencionando alguna de sus cualidades... ¡al menos tendrá una! Mencionar los defectos de la gente nunca ha servido para corregirlos. Así pues, cuando criticáis a alguien, sin indicar que tiene también ciertas cualidades, añadís mal al mal: ésta no es una actitud constructiva. Si queréis actuar como un ser consciente, iluminado, cuando os veáis obligados a pronunciar palabras negativas, procurad terminar con algo positivo -aunque sólo sea mencionando a una segunda persona que posee las cualidades que le faltan a la primera-. Sí, lo esencial es terminar siempre con una palabra positiva."


"Rechazar a un ser humano, despreciarlo, humillarlo, es declarar que no es una criatura de Dios, y nadie tiene derecho a declarar, y ni siquiera de pensar una cosa semejante; nadie tiene derecho a interponerse entre esta criatura y su Padre celestial. Si alguno aplica su propia voluntad para apartarse del amor divino, evidentemente es libre de hacerlo; pero nadie puede apartarle, nadie tiene derecho a excluirle. Incluso los seres menos evolucionados, incluso los más culpables son hijos e hijas de Dios. Dios ha puesto en ellos esta chispa, el espíritu, que es una emanación de Él mismo, y es la presencia de esta chispa la que les hace participar de la naturaleza divina. Cuando cometen faltas, merecen, claro, ser reprendidos, sancionados. Pero aunque nos veamos obligados a tratarles con severidad y a tenerlos apartados durante un tiempo, nunca debemos olvidar que existe en alguna parte dentro de ellos, profundamente enterrado, un germen divino, y que este germen divino debe ser respetado y cultivado. Es Dios mismo quien se siente ultrajado cuando humillamos a sus hijos."


"En el momento en que un hombre y una mujer se encuentran y se aman, tienen tendencia a olvidarse del mundo entero, nada más existe para ellos. Todavía no se han habituado a vivir el amor de una forma más vasta y, sin saberlo, lo empobrecen, lo mutilan. El verdadero amor es el que abarca a la totalidad de las criaturas sin limitarse, sin echar raíces en una sola. Por eso, de ahora en adelante, los hombres y las mujeres deben aceptar el tener concepciones más amplias, que muestren menos posesividad y celos, lo que no les impedirá seguir siendo fieles el uno al otro. Cuando dos seres verdaderamente evolucionados se eligen, ya de antemano se han dejado esta libertad mutua; cada uno se alegra de poder amar a todas las criaturas con la mayor pureza. La felicidad, no consiste en limitarse a un ser, o a dos, o a diez, o a cien... sino en amar hasta el infinito. Continuad pues amando a aquéllos que ya amáis, pero ensanchad aún más el círculo de vuestro amor. Y ensanchadlo hasta tener también intercambios con todas las entidades luminosas del mundo invisible, con los ángeles, con los arcángeles... De esta manera, vuestra familia, vuestros amigos, se sentirán enriquecidos, fortalecidos, purificados, con todo lo que vosotros vivís de hermoso en vuestro corazón y en vuestra alma."


"La libertad sólo puede ser comprendida si la asociamos a la idea de jerarquía. ¿Qué libertad puede tener aquél que se encuentra abajo de la escala? ¿Acaso son libres las piedras?... ¿Y las plantas?... ¿Y los animales?... E incluso los humanos, la mayoría de ellos no son libres: están, más o menos, bajo el dominio de otros seres humanos o de entidades del mundo invisible, porque interiormente, psíquicamente, se encuentran muy abajo en la jerarquía, no son ellos quienes deciden. Aquél que quiera liberarse de sus limitaciones, cualesquiera que sean, debe esforzarse por subir cada vez más arriba. Al acercarse cada vez más a la cima, al Señor, se libera. Porque sólo el Señor es realmente libre. Todas las demás criaturas sufren alguna forma de dependencia, incluso los Arcángeles: sumergidos en el alma del Señor, dependen de Él. Son libres con la libertad del Señor, pero no son libres con respecto al Señor. Sólo el Señor es libre, y en la medida en que se acercan a Él, las criaturas son libres de su libertad, no de otra manera."


Sin Ti nada es posible.
En los Talleres se nos Enseña a controlar el Sistema Nervioso a través del cual podemos controlar el cuerpo.
En el aire está el combustible, Recuerdas?
El resto corre de tu cuenta y responsabilidad.
Mantenerte saludable y Ser Feliz es una Obligación y un Deber hacia Ti mismo, Con El Creador y la Creación.
Cristo dijo " BUSCA la VERDAD, y la VERDAD te hará LIBRE”.
Se Feliz


"Si es cierto que a los humanos no les faltan recursos en el plano físico, es precisamente en el plano psíquico donde les han sido dadas las mayores posibilidades. Pero como son raramente conscientes de ello, no tratan de explotarlas y, ante el menor incidente, les vemos perder la cabeza, lamentarse, correr en busca de socorro material, cuando tienen dentro de ellos mismos tantos medios que les permitiría afrontar la situación.

El espiritualista es aquél que ha comprendido que, en las circunstancias difíciles, el espíritu es su único verdadero socorro. Empieza, pues, por entrar en sí mismo, y se conecta con el mundo divino para recibir una luz que le inspirará la mejor conducta a adoptar, los mejores métodos a emplear. Por eso, pronto se le ve sosegado, confiado, dueño de la situación. Puede buscar después una ayuda material, pero que busque primero el socorro dentro de él. Si no, ¿cómo va a poder levantarse si ha perdido el control de sí mismo?"


"El proceso de sublimación de la fuerza sexual puede ser representado bajo varias formas simbólicas. Tomemos el Árbol sefirótico, por ejemplo. En el pilar central, que podemos asimilar a la columna vertebral, están situados, de abajo a arriba, los tres sefirots Iesod, Tipheret y Kether. En nosotros, los órganos genitales están relacionados con Iesod, el corazón y el plexo solar con Tipheret, y la cabeza con Kether. De Iesod a Kether, pasando por Tipheret, tal debe ser simbólicamente el camino de la energía sexual. En el extremo superior del pilar central, la santidad de Kether, que es la cabeza coronada, tiene su origen en la pureza de Iesod, los órganos sexuales. La santidad de Kether es pues la manifestación de la energía sexual sublimada gracias a los poderes de Tipheret, el Sol. Esta corriente de energías brutas que tiende siempre a arrastrar la conciencia de los humanos hacia abajo, el Iniciado logra hacerla cambiar de dirección. Trabaja con esta quintaesencia hasta transformarla en luz y, cuando esta luz llega arriba, brilla por encima de su cabeza como una corona de oro."

 
"Es inútil volver al pasado y detenerse en él, basta con extraer lecciones del mismo, hay que pensar en el futuro. Aquél que se aferra al pasado no avanza, se anquilosa. Son los ancianos los que vuelven siempre al pasado, no logran ver cómo podrían proyectarse al futuro. Sin embargo, también existe un futuro para ellos, pero no piensan en él y siempre cuentan las mismas historias de su juventud. Es algo normal, claro, pero deberían escuchar mejor a los niños que sólo hablan de lo que van a hacer más tarde. ¿Por qué no imitarles? Ser niño quiere decir acabar con el pasado, porque siempre es el futuro lo que cuenta. Todos nosotros debemos hacer como los niños. Es cierto que cuando se dice de ciertas personas mayores que «han vuelto a la infancia», no es generalmente algo muy bueno que digamos. Pero he ahí lo que les sucede a todos aquellos que han rechazado volver a ser como niños porque siempre hay algo nuevo por descubrir y maravillarse. Aquél que no trata de ser un niño conscientemente, se arriesga a serlo un día por la fuerza de las cosas, y entonces será la senilidad."


"Cada mañana, desde la aurora, el sol proyecta por el espacio una profusión de pepitas de oro; y con estas pepitas de oro podemos llenar nuestro espíritu, nuestra alma, nuestro intelecto, nuestro corazón, y también nuestro cuerpo físico. Todo nuestro organismo puede beneficiarse de este oro, desde el cerebro hasta los pies. Existen diferentes clases de luz. La que más necesita nuestro sistema nervioso y todo nuestro organismo es la luz que nos envía el sol antes de su salida. Ésta es la luz más sutil, la más espiritual, y actúa sobre nuestros cuerpos psíquicos. Por eso, si sabemos cómo mirar al sol, algo se abre en nuestro plexo solar y empezamos a beber la luz. Es como un depósito que se llena de una quintaesencia preciosa. Cuando el depósito rebosa, ya sólo sentimos la necesidad de distribuir este elixir a todas las criaturas vivas. Y no hay mayor gozo que el de dar lo que hemos recibido del sol."


"La vida se caracteriza por el movimiento, nunca es la misma: fluye, circula y se transforma desplazando a los seres y a las cosas, y cada vez hay que adaptarse. Hoy teníais un problema que resolver y lo habéis conseguido empleando un cierto método. Pero he ahí que, al día siguiente, se presenta otro acontecimiento y si tratáis de afrontarlo utilizando el mismo método, no es seguro que funcione: os veis pues obligados a tener en cuenta lo que esta situación tiene de nuevo o hasta de inesperado. Decíos que nunca tendréis reposo, porque la vida no cesa de presentaros problemas diferentes que debéis resolver, y cada uno necesita una solución en particular. Ayer, por ejemplo, la solución fue un gesto de bondad, de generosidad. Pero hoy tenéis que resolver otro asunto, y aquí serán el razonamiento o la firmeza, o incluso la obstinación que os ayudarán. Otra vez será la indiferencia o el olvido... Buscad pues cómo adaptaros cada día a las circunstancias. Ello exige atención y reflexión."


"Como poseen ciertas cualidades y virtudes, los humanos creen que ellos son la fuente de las mismas. No, la fuente de estas cualidades y virtudes no está en ellos. Todos los buenos impulsos que les animan vienen de muy lejos, de muy arriba, y ellos son sólo los conductores. El que sabe manifestarse con bondad, con generosidad, es el transmisor de las entidades del amor. Estas entidades lo han escogido como mensajero porque, al haber trabajado durante mucho tiempo para adquirir estas cualidades, posee los elementos necesarios, el estado conveniente para esta transmisión. Y si ha preparado su cerebro para convertirse en un mensajero de la sabiduría, entonces son otras entidades las que lo ponen a su servicio para propagar la luz. Lo mismo sucede con la integridad, el valor, la pureza y todas las demás virtudes. La naturaleza es fiel y verídica; determina y clasifica a cada ser según sea su ideal y el trabajo que ya ha realizado. De esta manera se convierte en un médium para las entidades que sus aspiraciones han atraído."


"¿Qué es lo que empuja a los humanos a salir de sus casas para visitar a su familia, a sus amigos, hacer compras en los almacenes o ir a caminar por el campo? Simplemente la necesidad de hacer intercambios. Porque los intercambios son absolutamente indispensables en la vida. Podemos incluso definir la vida como el resultado de los intercambios que hacemos con todo el universo y las criaturas que lo habitan. Nuestra vida sólo está hecha de intercambios.

Las manifestaciones más evidentes son la respiración y la nutrición, y si estos intercambios no se hacen correctamente, aparecen la debilidad, la enfermedad y la muerte. Pero los intercambios que debemos hacer para vivir no se limitan a la respiración y a la nutrición. O, más exactamente, consisten en respirar y alimentarse también en las diferentes regiones del universo para animar nuestros cuerpos sutiles: los cuerpos etérico, astral, mental, causal, búdico, átmico. Todos aquéllos que han aprendido a respirar y alimentarse a través de sus cuerpos sutiles, sienten su vida como una inmensa sinfonía."

 
"Observaros: ¡cuántas veces podréis constatar que vuestro estado de ánimo no se corresponde exactamente con lo que debéis hacer! Por ejemplo: cuando llega el momento de rezar, de meditar, a menudo tenéis la cabeza en otra parte, porque de repente pensáis en todo el trabajo que os espera. Después, cuando estáis trabajando, sentís que necesitaríais recogeros, y una vez más os distraéis. Debemos aprender a estar presentes en todo lo que hacemos, porque hay un tiempo para todo. Si no, ya no hay tiempo para nada, porque nunca tenemos la cabeza allí dónde es preciso. Cuando, por la mañana, os preparáis para asistir a la salida de sol, decíos: «Quiero entrar en contacto con la pureza, con la belleza, con el amor, con la luz, ninguna otra cosa debe contar.» Dejad vuestros fardos y presentaos ligeros, liberados, ante el sol y los esplendores de la naturaleza. Para ver bien, para comprender y sentir bien, hay que estar ahí, presentes. Tomad ejemplo de los hombres y las mujeres que viven un gran amor: cuando están juntos, son capaces de olvidarlo todo. Fijan sus ojos en los ojos del otro, y cuando quieren describir lo que han visto, sólo hablan de luz y de inmensidad."
 
"Recibimos nuestra vida de Dios, pero sólo podemos beneficiarnos plenamente de sus riquezas si aprendemos a hacerla volver hacia Él, que es la fuente de la vida. Y aquí, cuando digo Dios, hay que comprender la cima de nuestro ser. Orientar las energías hacia arriba para que alimenten las células del cerebro necesita un gran saber, y si hay un dominio en el que este saber es necesario, éste es el de la sexualidad. Todas las instrucciones que dan los Iniciados concernientes al control de la fuerza sexual no tienen la finalidad de molestar a los humanos privándoles de unos placeres que tienen, evidentemente, derecho a disfrutar. Cuando enseñan que las energías sexuales pueden ser sublimadas, es porque saben que existen otras posibilidades que la de dejar que se manifiesten solamente abajo. Estas energías, bien comprendidas, bien utilizadas, los hombres y las mujeres pueden servirse de ellas para despertar facultades superiores que les permitirán realizar trabajos espirituales de la más alta importancia, y será entonces cuando saborearán los verdaderos gozos."


Este pensamiento es similar a la pregunta que hago en algunos cursos sobre:

¿QUE HARÍAS SI DISPUSIERAS DE TODO EL TIEMPO Y DINERO NECESARIO SIN LIMITE?.

Se necesitan voluntarios para formar equipos de personas dispuestas a triunfar en su vida y ayudar a otros a que lo consigan.

Si alguien ya disfruta de esta Conciencia y quiere intentarlo, conecta conmigo y juntos seguiremos el camino marcado.
Tarde o temprano tendréis que hacerlo.
No sigas padeciendo los efectos de las causas que  otros producen.
Conviértete en el causante de tu éxito.

Sed Felices.      

"La mayoría de los humanos sienten confusamente que hay algo en ellos que reclama un alimento que las actividades de la vida cotidiana no pueden aportarles. Por eso leen o van al cine, al teatro, a los conciertos, a los museos, para encontrar estos alimentos que necesitan. Pero siempre sentirán una insatisfacción, un vacío, si, al mismo tiempo, no hacen el esfuerzo de buscarlos también dentro de sí mismos, en las alturas del alma y del espíritu. Porque incluso los más grandes artistas están limitados en sus medios de expresión, no tienen la posibilidad de traducir exactamente todo lo que ven, oyen y sienten en sus momentos de inspiración. Aunque las obras maestras de arte puedan aportaros mucho, no olvidéis nunca que existen en vuestra alma unas regiones que, si llegáis a descubrirlas, os aportarán mucho más aún. La Inteligencia cósmica ha depositado en el hombre este instinto que le impulsa a ir siempre más lejos, siempre más arriba; esto es lo que hace que su carácter sea único entre las especies vivas. Pero únicamente la práctica espiritual le vuelve capaz de elevarse por encima de sí mismo y de entrar en contacto con esas regiones que siente confusamente que son su verdadera patria."


A esto van referidas las palabras que aprendemos en los Talleres. ACEPTA, PERDONA Y OLVIDA.
Jesucristo Lego al mundo El Perdón, es un Don individual, sin ello la Pureza del corazón se enturbia.
Ningún ser humano te puede perdonar los pecados por muchas oraciones y sacrificios que realices.
Si por ti mismo no perdonas no cumples con la Ley de Dios por tanto la Justiciase ejecuta según tu perdón.

Sed felices.      

"Un día, abandonaréis la tierra, y es importante que en el momento de partir os sintáis en armonía con todas las criaturas. Si hay algunas con las que estáis en conflicto, no dejéis que se prolongue esta situación, tratad de reconciliaros con ellas también, porque si no, esto se inscribirá en vosotros como una deuda que pagar. Y no esperéis al último momento. Diréis que hay personas que ya nunca podréis ver, y otras que no aceptarán jamás hacer las paces con vosotros. Admitámoslo... Pero podéis, con el pensamiento, buscar a estas personas y reconciliaros con ellas en vuestro corazón, en vuestra alma. Incluso si cuando se acerque la muerte no fuerais ya capaces de hacer gran cosa, os queda todavía la posibilidad de experimentar sentimientos de amor, de benevolencia hacia toda la creación, hacia los seres que os rodean, hacia aquéllos que habéis conocido. Tenéis que saber que el que ama es dueño de la muerte."


"Aunque sea solamente de palabra, toda promesa, todo compromiso que adquirís con una persona sobre un tema de importancia, os ata a ella, porque vuestras palabras se han grabado en el plano etérico, y es exactamente como si hubieseis hecho esta promesa por escrito, como si hubieseis firmado un contrato. Nadie puede desligaros de ella, excepto la persona a la que se la habéis hecho. Si esta persona es buena, indulgente, comprensiva, os liberará de vuestra promesa; si no, de una manera o de otra, deberéis cumplirla. Y no digáis que vais a dirigiros al Señor para que Él os libere de esta promesa. Es inútil, porque el Señor no va en contra de las leyes que Él mismo ha establecido. Dios es todopoderoso, sí, pero no de la forma en que la religión lo presenta. Puesto que el mundo que Él ha creado se basa en unas leyes y que Él ha aceptado también de vivir en este mundo, Él obedece sus propios decretos. Ésta es también la grandeza de Dios. Él no infringe según le place las reglas que Él mismo ha fijado. No será pues Él quien os libere de vuestras promesas. Os dirá: «Puesto que lo has prometido, yo no puedo hacer nada. Dirígete a la persona con la que te comprometiste.»"


"Poned la palabra «armonía» en el corazón de vuestra existencia, guardadla dentro de vosotros como una especie de diapasón y, en cuanto os sintáis un poco inquietos, turbados, tomad este diapasón y escuchadlo, para poder poner todo vuestro ser en consonancia con la vida ilimitada, la vida cósmica. ¡Que este pensamiento de la armonía impregne poco a poco todas vuestras células! Es a través de la armonía que atraemos a los espíritus luminosos del mundo invisible, y éstos se convierten en nuestros amigos, ya no nos abandonan. Porque los espíritus luminosos son tenaces, tan tenaces como los espíritus tenebrosos de los que están difícil liberarse a menudo. ¿Por qué los amigos no iban a ser tan tenaces y obstinados como los enemigos? Vienen a sostenernos, a iluminarnos, a aconsejarnos y, si seguimos sus consejos, siempre estaremos bien inspirados. Por eso no debemos desesperar nunca, ni en la peor de las situaciones: un día, las cosas van a cambiar para bien, porque habremos estado bien inspirados. Nada es pues más importante que cultivar este estado de armonía que va a atraer a nuestros amigos del mundo invisible."


"¿Acaso tomáis conciencia, aunque sea por unos momentos, de que sois apoyados por entidades benévolas del mundo invisible?... Porque si podéis seguir respirando, comiendo, caminando, trabajando, y hasta durmiendo, es porque en cada momento de la jornada recibís un apoyo; no sólo os llevan y os ayudan, sino que también os inspiran para que seáis los creadores de vuestra vida. Y vosotros también, por vuestra parte, apoyáis a ciertas criaturas en el mundo. No las conocéis y, cuando ellas reciben vuestra ayuda, tampoco saben de dónde les viene, pero es una realidad. Cada ser vivo emite ondas, y cuando alimentáis en vosotros pensamientos luminosos y sentimientos cálidos, cuando rezáis o meditáis, emitís ondas benéficas, y estas ondas van a ayudar y a aliviar a las criaturas que están sumidas en la pena. ¿Cómo no encontrar ahí también un sentido profundo a vuestra vida y unas razones siempre nuevas para alegraros? Pensar en ello. ¡Qué ánimo para vosotros el poder sentir que sois apoyados por miles de entidades luminosas, y que vosotros podéis también apoyar a otras criaturas!"


"¿Habéis experimentado ya el poder de la sonrisa? Sentís una decepción, tenéis una dificultad, un disgusto, alguien os ha herido, etc. En vez de dejaros llevar por la irritación o el desánimo, tratad de utilizar el método de la sonrisa. Diréis:«¿El método de la sonrisa? ¿Qué es eso? ¿Sonreír a los demás?» No, no necesariamente. Aunque estéis solos, tratad de sonreír, así, para mostraros que estáis por encima de todos los pequeños inconvenientes de la vida. Pensad que, en lo más profundo de vosotros, sois invulnerables, inmortales, eternos, y al pasar delante de un espejo, daos una sonrisa... Quizá, al principio, os salga un poco torcida, pero ¿qué importa?, ya habrá sido el principio de algo. Puesto que habéis decidido poneros en buena disposición tomando distancia respecto a los acontecimientos, llegaréis más fácilmente a superar vuestras contrariedades."
 
"Los humanos están tan acaparados por sus intereses y sus preocupaciones personales que no se ponen, de manera espontánea, en la situación de la gente que les rodea o en la de aquéllos con los que se encuentran. De ahí provienen muchos errores, muchas injusticias y crueldades. Tratad pues de estar más atentos. Cuando vayáis a pronunciaros sobre una persona, preguntaos primero lo que sabéis de su situación. Antes de criticarla, de acusarla, durante unos minutos al menos, haced el esfuerzo de poneros en su lugar: entonces quizá os deis cuenta de que, si os encontraseis en su situación, os conduciríais diez veces peor que ella. ¿No creéis que este tema merece reflexión? Haced sobre todo este ejercicio con las personas que os cuesta soportar y a las que estáis siempre dispuestos a condenar. Poco a poco su comportamiento os parecerá más comprensible, empezaréis asentir interés por ellas, y hasta quizá una cierta simpatía. De esta manera obtendréis cualidades de discernimiento, de paciencia, de generosidad de las que se beneficiarán, y vosotros los primeros."

 
"Admirar algo o a alguien es una necesidad que experimentan todos los humanos, ya que la admiración, la fascinación son sensaciones que dan un color, un sabor a su existencia: es como si estuvieran sostenidos, alimentados, reforzados. Pero deben también y sobre todo aprender a cultivar el discernimiento. ¿Cómo? Maravillándose primero con la luz, con la sabiduría y con el amor divino, porque entonces sabrán maravillarse de las criaturas humanas en tanto que expresan y revelan la Divinidad. Este es el criterio que todos necesitáis. Sin este criterio, corréis grandes peligros. Os uniréis a personas que habrán sabido seduciros, pero que sólo os aportarán trastornos y penas; y una vez hayáis sido abatidos, os abandonarán para ir a buscar nuevas víctimas. Es así como desgraciadamente suceden las cosas en el mundo, cuando los humanos no saben lo que deben apreciar y admirar en los seres con el fin de estar siempre en el éxtasis y la alegría."
 
"Igual que el animal, el ser humano debe alimentarse para subsistir. Pero, a diferencia del animal, puede, a través de su conciencia, encontrar en el acto de comer los medios para crecer psíquicamente, espiritualmente. El alimento representa una manifestación de la Divinidad y debemos pues estudiarlo, bajo todos sus aspectos: de dónde viene, qué contiene, cuáles son las cualidades que le corresponden, qué entidades se han ocupado de él... Toda esta materia viva que contribuye a la edificación y al mantenimiento de nuestro cuerpo está hecha de energías, de partículas que no sólo vienen de la tierra, sino del universo entero. Las plantas, los frutos, son, en su origen, entidades espirituales. Para mantener la vida en nosotros, estas entidades han tenido que ajustarse a las leyes de la materia: es decir, encarnarse en un cuerpo físico. Por eso, al tratar de tomar conciencia de la riqueza y del valor del alimento, llegamos a recibir y descifrar los mensajes que éste transporta: nos dice cómo han atravesado el universo todas las partículas que lo componen, qué entidades han trabajado para hacer crecer la vegetación e infundirle tal o cual propiedad. El saber que recibimos de esta manera al comer, es un saber vivo, porque impregna toda la sustancia de nuestro ser."


"Saber respirar contribuye mucho a la armonía y al equilibrio internos, pero para ello hay que conocer algunas reglas. En primer lugar, es mejor en general no respirar por la boca, sino solamente por la nariz. Después, hay que inspirar el aire muy lentamente y mantenerlo en los pulmones el mayor tiempo posible. La espiración, en cambio, puede ser rápida y fuerte. Si, por ejemplo, os sentís indispuestos, como si estuvieseis invadidos por presencias oscuras, haced este ejercicio: inspirad el aire lentamente, después expulsadlo de un solo golpe, pensando que expulsáis también las presencias que crean estos trastornos en vosotros. Y cuando tengáis la sensación de haberos liberado, por fin, de estos intrusos, inspirad llamando hacia vosotros presencias benéficas. Imaginaos que vuestro corazón se llena de una luz dorada, que se convierte en un sol del que brotan rayos. ¿Cómo los espíritus angélicos no van a sentirse atraídos con una morada así?"


"La vida que recibimos tiene su fuente en Dios, y es hacia Él a quien debemos hacerla volver para que vuelva a recobrar su pureza original. Pero éste es un pensamiento que rara vez aflora en los humanos. Se pasan el tiempo despilfarrando esta vida que Dios les ha dado al satisfacer sus deseos y sus ambiciones. Y cuando un día se ven obligados a hacer balance, se dan cuenta de que han perdido casi todo para ganar muy poco. Podemos comparar al ser humano con un rascacielos: cada piso de este inmueble está ocupado por unos habitantes a los que hay que suministrar energía. El último de estos pisos es el cerebro. ¿Pero qué quedará para los habitantes del cerebro, si toda el agua, el fluido vital, sólo sirve para alimentar a los habitantes de los pisos inferiores, los instintos, las pasiones, los deseos egoístas? Allá arriba están, los pobres, entumecidos, paralizados, ya no pueden producir nada. Evolucionares aprender a orientar las energías hacia las regiones sublimes: así, estas energías despertarán en las células del cerebro, facultades de cuya existencia todavía no se sospecha. "


"Cuando vais a la naturaleza, procurad tomar conciencia de la presencia de todos los espíritus que la habitan y que existían ya mucho antes de la aparición del hombre en la tierra. Habladles, maravillaos del trabajo que hacen en los lagos, los ríos, los bosques, las montañas, las nubes, etc... Y pedidles también que ayuden a todos los seres humanos que trabajan para que el amor, la luz y la paz reinen por fin en la tierra. Los humanos creen que son los únicos que pueden intervenir en la marcha del mundo con su acción política, económica y social. No, en este organismo vivo y consciente que es la naturaleza, y al que nosotros pertenecemos, hay una multitud de entidades que están dispuestas a contribuir a la evolución de la humanidad. Los cuatro elementos, la tierra, el agua, el aire y el fuego, han jurado ante el Eterno ayudar a aquéllos que trabajan para llegar a ser criaturas de paz, de armonía y de belleza. Así que, allí dónde vayáis, pensad en dirigiros a todos estos espíritus que pueblan la naturaleza, hasta el sol y las estrellas, y pedidles que vengan a participar en el advenimiento de una nueva era."
 
"Siempre tenemos más oportunidades de mejorar una situación si nos concentramos más en el bien que en el mal. Tratad de aplicar esta regla en vuestras relaciones con los demás. Por ejemplo, más que criticar sus defectos, deteneos en las cosas buenas, que también tienen, para ver cómo pueden ser mejoradas todavía más. Aunque no tuviesen más que una, agarraos a ella. Dejad de lado sus defectos y en la medida que podáis, tratad de ayudarles a desarrollar sus cualidades. Esto será más provechoso para ellos y para vosotros también, porque la evolución de cada uno contribuye a la evolución de todos. Cuanto más avanzamos, más arrastramos a los demás con nosotros. Y si los defectos de ciertas personas os molestan tanto, he aquí una razón más para desarrollar la indulgencia y la paciencia mirándoles con buenos ojos. Siempre debemos fijarnos en las cualidades de un ser diciéndonos: «Dios habita en su alma, no voy a ocuparme de los animales que merodean a su alrededor.» ¿Quién no alberga algunas fieras dentro de sí? En algunos, estas fieras están encerradas en jaulas o cloroformadas, pero están ahí."
 

 
"La belleza ejerce tal poder de fascinación sobre los humanos que se sienten siempre tentados a acercarse a ella para tocarla, cogerla, poseerla... Pero la belleza no puede ser poseída: por esencia, no pertenece al mundo físico y, en cuanto tratamos tan solo de rozarla, se escapa. La belleza es un mundo que está hecho exclusivamente para los ojos; no está destinada ni a las manos ni a la boca. Le gusta ser mirada, pero no soporta que la toquen. Debemos pues estar siempre muy atentos cuando nos encontramos con seres de una gran belleza. Aquél que no tiene una buena actitud, puede expulsar a las entidades que habitan a estos seres y que les dan esta armonía, esta gracia. Y si ésta se alejan, sufrirá, porque perderá esta admiración, este elemento impalpable que embellecía también su vida. Nuestro gozo, nuestra inspiración dependen pues del respeto que manifestemos por la belleza al no tratar de apoderarnos de ella. Aprendiendo cada día a contemplarla en los seres, saboreamos la vida verdadera."


"Si la mayoría de la gente no vuelve verdaderamente descansada de sus vacaciones, es porque las han pasado en la pereza o en los placeres que consumen sus energías físicas y psíquicas. Ignoran que el verdadero reposo es solamente un cambio de actividad. Y un reposo en el que el espíritu no venga a decir algo, abre la puerta a los consejos perniciosos de la naturaleza inferior. ¿Por qué no aprovechar el periodo de vacaciones para hacer una pausa, con el fin de reencontraros? Durante el año, vuestra vida se ha recargado demasiado, se ha hecho pesada y se ha oscurecido con tantas preocupaciones y actividades que se han juntado unas con otras. Tomaos pues ahora unos momentos para analizar la dirección que estáis siguiendo, las actividades en las que os habéis comprometido, y esforzaos en conservar solamente aquello que no se oponga con vuestro trabajo espiritual. Volved también sobre ciertos acontecimientos que habéis vivido en los meses precedentes, sobre ciertos encuentros que habéis tenido, y tratad de sacar conclusiones útiles para el futuro. Y puesto que tenéis más tiempo, procurad consagrar una parte del mismo a los ejercicios espirituales que no pudisteis practicar durante el resto del año. Leed libros que alimenten vuestra vida interior. Elegid algunas frases significativas y repetidlas hasta que brote de vuestra alma una chispa que encienda en todo vuestro ser un fuego de sabiduría y de amor."



"La juventud es curiosa, audaz hasta el punto de lanzarse a unas aventuras que pueden perjudicar su salud física y psíquica. Y cuando los padres o los adultos, más sabios tratan de retenerla, no los escuchan: ¿qué se ha creído esta gente estrecha, vieja, debilitada, que quieren impedirle hacer experiencias y conocer la vida? Conocer la vida... Los jóvenes no saben que para conocer la verdadera vida, pueden hacer otras experiencias que las que ellos se imaginan que van a hacerles vivir más intensamente. Y cuando lo saben, porque lo han leído en los libros, les basta con quesean otros, filósofos, sabios, santos, los que hayan hecho estas experiencias. A veces admiran a estos personajes, y hasta son capaces de citarlos, pero no se plantean imitarlos. Imitan preferentemente a todos los que se han quemado las alas con todo tipo de excesos. Pues bien, mejor sería que se contentaran concitar las aventuras lamentables de tantas criaturas que acabaron mal (la literatura y la historia están repletas de ellas), y que trataran de vivir las experiencias de los seres que han sabido encontrar el camino de la luz y del verdadero amor."


Hola familia, la aplicación de este método es algo que trabaja a todos los niveles y estados del Ser humano, sin riesgo alguno. Llevo más de 20 años aplicándolo, es Mágico y un remedio increíble de ayuda, prevención y protección mientras aprendemos a radiar luz desde nosotros mismos.
Por mucho incienso y velas que utilices encerrado en algún lugar, como la luz y el aire matinal no encontraras mejor ayuda.
Durante algunos años estuve en países donde las prácticas espirituales se realizan dentro de los templos con incienso de alta calidad y velas.
Con mucha pureza y mantras poco conocidos, dejando la terapia solar, los resultados no tenían comparación. Eres mucho más vulnerable a las bajas energías y a la enfermedad.

Un abrazo. Sed Felices.


"Todavía no sabéis que los rayos de sol son capaces de alimentar el espíritu en vosotros. Sí, pero sólo si aprendéis a recibirlos, si os abrís a ellos con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma. ¿Todavía no llegáis a admitir que la luz sea más que una vibración física, que sea una entidad viva?...Mientras sigáis cerrados a esta idea, no podréis beneficiaros de todas las riquezas del sol. Procurad organizar vuestra existencia para que la luz ocupe en ella cada vez más espacio. En primavera y en verano, id a contemplar el sol cuando sale, pensando que podéis recibir sus rayos como recibís el alimento, el agua y el aire. Y dirigíos también a ellos diciendo: «Oh rayos luminosos, penetrad en mí, expulsad las nubes que oscurecen mi cielo.» Y os penetran ya en vosotros sin que os deis cuenta; pero si sois conscientes, si estáis atentos, si os impregnáis con su luz y su calor con la convicción de que algo crece y se desarrolla dentro de vosotros, os sentiréis poco a poco animados por unas vibraciones nuevas."


"Cada ser humano tiene deseos, ambiciones por realizar. Se trate de la riqueza, de la belleza, del saber, del poder, de la gloria, etc., gasta en ello sus energías físicas y psíquicas, su tiempo, su salud. Pero, una vez alcanzado este objetivo, ¿qué es lo que sucede? Tras un momento de satisfacción, empieza a perder todo interés por lo que ha adquirido. Sí, esto es lo que se produce a menudo: aquello que hemos llegado a obtener ya no conserva el aura que lo envolvía cuando lo estábamos deseando, y he aquí que la insatisfacción y el vacío se instalan. El único medio de escapar a esta sensación de carencia que sigue a la realización de nuestros deseos, es partir en busca de un objeto lejano, tan lejano que nunca podremos alcanzarlo. Esa meta lejana, inaccesible, que lo supera todo, que lo contiene todo, es a la que también podemos llamar Dios. Al caminar por el camino que tenemos que recorrer para acercarnos a Él, encontraremos el amor, la sabiduría, la belleza, la fuerza, la riqueza, sin agotarnos nunca en búsquedas vanas."


"Al empezar las comidas con una oración, damos gracias al Señor que nos ha dado el alimento. Pero eso no es todo; nuestras oraciones contribuyen también a influenciar favorablemente este alimento para ayudar a nuestro organismo a asimilarlo. Antes de llegar a nuestra mesa, los alimentos han pasado por toda clase de lugares. Han sido manipulados, empaquetados, transportados... De alguna manera son, pues, extraños a nosotros y es bueno que tomemos precauciones antes de dejar que nos penetren. ¿Cuáles son estas precauciones? Tomad una fruta, por ejemplo, tenedla en la mano con respeto, miradla, habladle amablemente con el pensamiento, dadle las gracias por la vida que va a aportaros: algo en la fruta va a transformarse, estará mucho mejor dispuesta hacia vosotros y, en cuanto la metáis en vuestra boca, empezará a trabajar para vosotros. Para que el alimento se abra a vosotros, el secreto es domesticarlo, darle calor; y el calor es el amor. Por eso os aconsejo que no comáis alimentos que no os gusten, porque se comportarán como enemigos en vuestro organismo. Y si, por una u otra razón, os veis obligados a comerlos, esforzaos por mirarlos con un poco de simpatía."


"Antes de emitir una crítica sobre alguien, empezad por echar una mirada lúcida sobre vosotros mismos. ¿Por qué? Porque sólo tenemos derecho de criticar una debilidad en los demás si hemos logrado vencerla en nosotros mismos. Cada vez que emitís un juicio negativo sobre alguien, sois juzgados vosotros mismos. ¿Por quién? Por vuestra conciencia, por vuestro tribunal interior. Una voz se eleva en vosotros para preguntaros: «Y tú, que te pronuncias así, ¿estás seguro que, de una manera o de otra, no tienes ese mismo defecto?... A esa debilidad de la que tú mismo eres culpable, ¿por qué debes añadirle aún la falta de indulgencia, la falta de amor? ¿No sientes acaso que, en tu corazón, en tu alma, estás perdiendo algo precioso?» Éste es el castigo infligido a aquél que juzga a los demás cuando no tiene el derecho de hacerlo: hay luces que lo abandonan. Y si algunos dicen que nunca han oído esta voz, es porque han hecho todo lo posible para no oír sus observaciones ni sus consejos. Que estén más atentos y la oirán."


"La luz es la esencia misma del universo, y mediante un trabajo con el pensamiento podemos extraer algunas de sus partículas para asimilarlas a nuestra propia sustancia. Encontramos esta luz ante todo en el sol, pero también en el aire, en el agua y en todos los alimentos que nos sirven cada día de comida. Cuando poseemos un poco de esta luz, tenemos todas las posibilidades de amplificarla. ¿Cómo? Haciéndola fusionar con la luz divina. Nuestra luz aspira, más que a nada, a esta fusión. Pero hay condiciones: es necesario que, en nuestra alma, el camino que conduce hasta la luz divina esté despejado de toda impureza, porque las impurezas impiden esta fusión. Al purificarnos, hacemos desaparecer los obstáculos que separan nuestra luz de la luz de Dios. Hasta el día en que ambas luces formarán una sola luz, y nada entonces podrá ya separarlas."


"Todo lo que nos rodea está vivo, tomad conciencia de ello, mostraos atentos con las plantas, con los animales y hasta con las piedras. Cuando caminéis por la naturaleza, si pasáis hallado de una roca, deteneos, acariciadla y decidle: «Ten paciencia aún, un día te liberarás de esta cárcel.» Y os agradecerá vuestras buenas palabras. Porque en ella hay un ser encarcelado que espera que este bloque de piedra se rompa en pedazos para recobrar la libertad. Los trozos de esta piedra se encuentran, en efecto, en mejores condiciones para evolucionar: se vuelven, poco a poco, una materia asimilable por el reino vegetal. Y podéis decirle también a esta roca: «Admiro tu resistencia: desde hace siglos estás ahí, expuesta a la lluvia, al hielo, al calor extremo, y lo soportas todo sin quejarte. Dame un poco de tu resistencia, de tu solidez.» Si repetís a menudo este ejercicio con amor y confianza, la resistencia, la estabilidad que poseen las rocas penetrará en vosotros y sabréis manifestarlas después en la vida."



"Hay hombres y mujeres que no encuentran su sitio en la sociedad: se sienten ignorados, despreciados y, sobre todo, inútiles, lo que es uno de los peores sufrimientos que existen. Entonces, ¿en qué van a emplear sus energías? Puesto que no se les da la posibilidad de construir algo, no les queda más que destruir todo lo que pueden a su alrededor. No es que su naturaleza sea particularmente malvada, sino que cuando uno se siente injustamente tratado, ignorado, desconocido, se ve tentado a llamar la atención cometiendo actos de violencia. Y entonces, evidentemente, se hace notar, ¿pero para ganar qué? Ser sensibles a la mirada, a la opinión de los demás, no es reprensible en sí mismo. Sólo que la estima que un ser humano tiene de sí mismo, el sentido de su propio valor, no debe depender jamás de esta mirada, de esta opinión, sino de la conciencia del trabajo que está haciendo en el secreto de su corazón para el bien del mundo entero. Así pues, aunque parezca que la sociedad no tenga necesidad de vosotros, no os apenéis por ello: siempre encontraréis un sitio, aquí o allá, para poder hacer algo útil, bueno, bello. Y reconocidos o no, sentiréis que os realizáis."
 
"El menor acontecimiento que vivimos en nuestra existencia se graba en nosotros: los encuentros, las experiencias, todo se graba y eso nos da unas posibilidades increíbles, porque solamente depende de nosotros revivirlos tantas veces como lo deseemos. Incluso la criatura más desheredada ha tenido en su vida unos instantes de gozo de los que puede acordarse para neutralizar los pensamientos y los sentimientos que le angustian. ¿Por qué tendría que revivir siempre sus decepciones y sus penas?¿Acaso no habéis vivido nunca estos estados de conciencia maravillosos en los que, durante unos segundos al menos, habéis comprendido que la existencia puede ser luz, paz, bondad, amor, plenitud...? Incluso si ahora estáis hundidos en la desesperación, esos momentos no se han borrado, podéis encontrarlos de nuevo y sentiros traspasados por sus vibraciones benéficas. Volved a ellos a menudo... recordad el lugar, las circunstancias, tratad de volver a tener los mismos pensamientos, los mismos sentimientos, las mismas sensaciones. Poco a poco tendréis la impresión de vivir de nuevo esos estados con la misma intensidad que si se produjeran ahora por una causa real. La realidad objetiva no es lo esencial: lo esencial, es lo que conseguís crear en vosotros."


"A medida que avanzáis en la existencia, tomáis conciencia de que estáis habitados por diferentes tendencias, algunas mejores que otras. Pero no basta con tomar conciencia: tenéis que admitir también la necesidad de hacer una selección entre todas estas tendencias, y concentraros en aquéllas que os parezcan más nobles, más constructivas. De esta manera vais a descubrir, poco a poco, la presencia en vosotros de algo luminoso, poderoso, que antes no conocíais. Esta presencia es la del Principio divino que habita en vosotros y que espera que os pongáis a su servicio. Ponerse al servicio del Principio divino es encontrar cada día los valores morales, espirituales, que merecen que les deis prioridad."
 
"Todos los hábitos perjudiciales para nuestra salud física y psíquica, pueden ser comparados con intrusos que han forzado la puerta de una morada para instalarse en ella. Son innumerables los ocupantes con los que cada uno debe enfrentarse, es decir, todos los impulsos instintivos que le asaltan: los celos, la ira, el rencor, la codicia, la gula, la sensualidad, el orgullo, la vanidad, etc. De todos los posibles ocupantes, el más peligroso es, ciertamente, la pereza. ¿Por qué? Porque se agarra a la voluntad. Comprendemos lo que hay que hacer, sentimos que deberíamos hacerlo, pero la voluntad no coopera; y como la voluntad es el punto de partida de toda decisión, las fuerzas vivas se ven afectadas. Pero el día en que el intelecto haya comprendido verdaderamente lo que es bello y bueno, y que el corazón lo desee con fuerza, juntos acabarán logrando la adhesión de la voluntad. La pereza será entonces vencida, ¡y ahí estará la liberación!"


"La muerte es un cambio de estado que nos permite conocer unas regiones a las que no podemos tener acceso, mientras estemos encerrados en nuestro cuerpo físico. Vivir en la tierra y vivir en el otro mundo son experiencias necesarias para nuestra evolución, por eso venimos, después nos vamos... y después volvemos otra vez...El deseo de inmortalidad que habita en los humanos no es una quimera, sino que está fundado realmente, pero como ignoran qué es lo que en ellos es inmortal, la mayoría se aferra todo lo que puede a la vida física. Sin embargo, la inmortalidad no le ha sido dada al cuerpo físico, y sólo se sentirán inmortales el día en que hayan aprendido a impregnar sus pensamientos, sus sentimientos y sus actos de la vida del espíritu. La vida inmortal está ahí. Los que viven la vida del espíritu, los que han comprendido verdaderamente lo que es la vida del espíritu, no tienen miedo a la muerte. Tienen conciencia de que las riquezas que han acumulado en su corazón y en su alma no les abandonarán jamás: saben, al contrario, que las van a encontrar amplificadas en el más allá, puesto que es en el más allá donde todos tenemos nuestro origen."


"Las plantas, los animales, todos tienen, a su manera, un lenguaje. Pero sólo el hombre, entre los seres vivos, posee la palabra. Gracias a la palabra han florecido las culturas y las civilizaciones, y gracias a ella también el hombre puede llegar a ser todopoderoso. La verdadera magia, la magia divina, es la palabra luminosa, armoniosa, musical, la palabra que viene de Dios, Cristo, el Verbo. En el Árbol sefirótico, el Verbo está representado por la séfira Hochmah, la Sabiduría, primera emanación de la séfira Kether, la Corona. Hochmah contiene todos los elementos, las letras y los números de los que Dios se sirvió para crear el universo. Cristo es el Verbo de Dios, es la llave universal que abre las puertas de la vida. Aquél que aprende a trabajar con la palabra para que se vuelva poderosa, viva, armoniosa, entrará un día en posesión de esta llave. Gracias a ella podrá hacer maravillas, primero en sí mismo, y después en los demás y en la naturaleza entera. Éste es el futuro extraordinario que le espera al ser humano: poder con su verbo actuar sobre toda la creación.


"El Maestro Peter Deunov decía: «Si alimentáis en vosotros la idea del amor bajo su forma más sublime, obtendréis la ayuda de miles y miles de almas amantes, porque el amor sobrentiende el trabajo colectivo de una multitud de almas que están conectadas entre sí por esta idea del amor. El amor divino es la mayor fuerza que existe. No dudéis nunca de esta verdad, procurad vivificarla en vosotros para atraer a las almas que trabajan en su nombre y para que estas almas permanezcan para siempre cerca de vosotros.» Tales palabras merecen ser largamente meditadas, porque nos abren horizontes inmensos. Cuando consigamos hacer nuestra esta concepción divina del amor, atraeremos de lo alto a miles de almas que nos llenarán con su presencia. El lenguaje humano es débil para expresar el gozo de aquéllos que han recibido la visita de este amor y que son capaces de retenerlo. Sólo les basta después ver pasar caras de hombres y de mujeres, incluso desconocidas, para sentirse en la plenitud."

 
"Por la mañana, al despertar, procurad que penetre en vosotros la importancia de este día que empieza. Para ello hay un método: hacer como si este día fuese el último. Algunos dirán que esto supone vivir continuamente con el pensamiento de la muerte, lo que es espantoso. No, vivir cada día como si fuese el último no nos empuja hacia la muerte, sino que, por el contrario, nos empuja hacia la vida. Quién camina hacia la muerte es más bien el que se comporta con ligereza y despreocupación, como si tuviese la eternidad ante él, porque malgasta su vida. Cuando los sabios nos aconsejan que vivamos cada día como si fuese el último, desean solamente animarnos a hacer que el día de hoy sea más útil, más bello, más precioso que el de ayer. No necesitamos creer verdaderamente que va a ser el último, se trata sólo de un método pedagógico para vivir plenamente el día de hoy."


"Para muchos, la pureza es un estado maravilloso del que sienten nostalgia porque la asocian a la infancia, a esta inocencia perdida que ya no volverán a encontrar jamás; y puesto que la han perdido definitivamente, se dicen que no vale la pena pensar en ella. Pues no, al contrario, vale la pena pensar en ella porque, en realidad, la pureza es una cosa muy distinta a una virtud de la infancia. Es puro todo aquello que está inspirado por nuestra naturaleza superior; y es impuro todo aquello que está inspirado por nuestra naturaleza inferior. La naturaleza inferior, alimentada por deseos egocéntricos, groseros, empuja a los seres a tomar unas decisiones, unas orientaciones que perjudican a los demás y que también le perjudican a él. La impureza está ahí, es inútil ir a buscarla en otra parte. La pureza y la impureza son pues, ante todo, una cuestión de intención, de objetivos. Son las intenciones y los objetivos los que hacen que los actos sean puros o impuros. Es puro aquél que trabaja con un objetivo desinteresado, aquél que en todo lo que emprende busca el interés de todos. Así pues, si buscáis sinceramente la pureza, preguntaos cómo podéis favorecer las manifestaciones de vuestra naturaleza superior."


"La fuente, ¡qué símbolo tan profundo y significativo! ¿Por qué? Porque nunca cesa de brotar y de manar. Y la fuente en nosotros, que no debe dejar nunca de brotar y de manar, pura, transparente, es el amor. A pesar de lo que nos suceda, nunca debemos dejar que nuestra fuente se seque. ¡Cuántas personas deciden cerrarse a los demás en cuanto descubren que les han engañado! ¡No hagáis nunca eso! Antes, cuando ignorabais que os engañaban, vuestra fuente manaba al menos, y erais los primeros en beneficiaros de este amor que brotaba en vosotros. No os aconsejo la ingenuidad, la ceguera, evidentemente; al contrario, tratad, en la medida que os sea posible, de ver a los seres con claridad. Pero si sucede que os engañan, decíos que ello no es tan grave. Lo que es grave es que el amor deje de habitar en vosotros. Así que, sean cuales sean las decepciones, las amarguras, las pruebas, dejad que mane vuestra fuente: ella os devolverá el gozo, la inspiración y la fuerza."


"¿Os sentís animados por un gran ideal de justicia, de generosidad, y queréis que este ideal se realice en el mundo? Eso está muy bien, pero no basta. Si no encontráis la buena actitud a adoptar, estaréis fatalmente en conflicto con ciertas personas de vuestro entorno que no querrán oír nada; y al cabo de un cierto tiempo, viendo que a pesar de vuestros buenos argumentos y de vuestros esfuerzos no conseguís convencerles, acabaréis desanimados y agriados. ¿Cómo actuar entonces? Simplemente dejando a los demás tranquilos, no querer convencerles a toda costa, sino continuar vosotros instruyéndoos y perfeccionándoos... De esta manera, poco a poco, cuando debáis frecuentarles, les impresionaréis con vuestro dominio, con vuestra lucidez, con la claridad de vuestros razonamientos, y sentirán que tenéis algo que enseñarles. Mientras os obstinéis en demostrar a la gente que rechaza oíros que se equivocan, no sólo no lo conseguiréis, sino que os hundiréis con ellos en terrenos pantanosos. Trabajad con la luz; un día, cuando os encontréis con ellos, antes siquiera de que abráis la boca, comprenderán que sois vosotros quiénes estáis en la verdad. "
 
"Con su apoyo, con sus consejos, los amigos pueden ser una ayuda preciosa en las pruebas de la vida. Pero no es razonable correr a su casa o coger el teléfono cada vez que tengamos alguna razón para estar tristes, decepcionados o descontentos. Aunque nos sintamos un poco mejor después, se trata de una mejoría pasajera, porque no hemos hecho ningún verdadero trabajo interior para resolver los problemas y, a la primera ocasión, volvemos a caer en los mismos estados negativos. Así que, no sólo hemos envenenado a los demás, sino que no hemos mejorado nada en nosotros mismos.

¿Algo o alguien os ha contrariado? Quedaos en casa tranquilos, concentraos en la luz, rezad, cantad, escuchad música... O bien salid de casa e id a caminar por las calles o por la naturaleza, y no os presentéis ante los demás hasta que no os sintáis capaces de aportarles algo bueno, constructivo. Si os acostumbráis a observaros, constataréis que tenéis más bien tendencia a hacer lo contrario: cuando las cosas van mal, corréis a casa de los demás para compartir vuestros problemas y, cuando las cosas van bien, no tenéis nada que contarles. Pues bien, de ahora en adelante pensad en compartir sólo las cosas buenas con vuestro entorno, vuestra paz, vuestro gozo: esto contribuirá también a aligeraros, a liberaros."


"Se diría que los diablos y las tinieblas del infierno no asustan demasiado a la gente, mientras que la luz les inspira los más grandes temores. Y en cierto modo, es totalmente comprensible: cómo en el fondo de sí mismos sienten que todavía tienen necesidad de dejarse arrastrar por sus instintos, por sus pasiones, huyen de esta luz que les mostraría que llevan una existencia mediocre y, a veces incluso criminal. No quieren renunciar a ninguno de sus malos hábitos y no soportan aquello que puede revelarles que son precisamente malos. Cuando alguien no quiere hacer ningún esfuerzo para mejorar, cierra los ojos, se tapa los oídos y trata de convencerse de que así está muy bien. Todos aquellos que temen la luz de la ciencia espiritual no saben muy bien por qué, pero sienten instintivamente que ahí hay algo que amenaza lo que creen que es su felicidad. Únicamente los seres que tienen el deseo sincero de instruirse, de progresar, buscan esta luz que les mostrará todo lo que tienen que mejorar en ellos y también cómo mejorarlo."


"Para no caer en las trampas que la vida nos tiende inevitablemente en uno u otro momento, debemos desarrollar dos cualidades: el discernimiento y la humildad.

El discernimiento es una cualidad del intelecto, y la humildad una cualidad del corazón.

El discernimiento nos permite distinguir en toda circunstancia lo verdadero de lo falso, la realidad de las apariencias; nos indica la dirección a seguir y los pasos en falso a evitar, nos protege de los errores y de las ilusiones.

En cuanto a la humildad, que es una cualidad tan descuidada, despreciada incluso, sólo podemos medir su valor si comprendemos que la actitud opuesta, el orgullo, es peligroso. El orgullo cierra al hombre al mundo espiritual, corta las corrientes que le aportan el agua viva del Cielo. Por eso, al mismo tiempo que debemos cultivar el discernimiento que nos indica el camino a seguir, es indispensable también cultivar la humildad que nos abre a las corrientes de arriba, porque estas corrientes son recursos que nos sostienen en todos los caminos de la vida."
 
"La oración es esa posibilidad que nos ha sido dada de tener acceso a otra dimensión, a una realidad de otro orden. Quizá nada cambie externamente, pero en el corazón, en el alma, la oración produce grandes transformaciones. Lo hemos constatado a menudo: las personas para las que rezar es un movimiento natural, espontáneo, están mejor armadas que las demás para afrontar el sufrimiento y la desgracia. Gracias a esta facultad de arrancarse de la oscuridad, de las cosas pesadas, de los desórdenes del mundo, para dirigirse a los poderes celestiales, interiormente superan mejor sus pruebas. Cuando estas pruebas afectan a toda una colectividad, es evidentemente imposible evitarlas. Por ejemplo en una guerra: durante una guerra, de una manera o de otra nadie puede escaparse. Pero el que reza recurre a los poderes del espíritu, y mientras los que le rodean se dejan abatir, él recibe, en cambio, la ayuda de la luz gracias a la cual puede también sostener y reconfortar a los demás."

 
"Amáis la naturaleza, descubrís en ella espectáculos siempre nuevos que no os cansáis de admirar. Pero lo que quizá no sabéis, es que a través de vuestro pensamiento, de vuestro amor, podéis entrar también en relación con ella para que se abra a vosotros. Acercaros a un río, a un lago, a un bosque, a una montaña, deteneos un momento y hacedles un signo con la mano. A su manera, responderán a vuestro saludo, y sentiréis que algo dentro de vosotros se armoniza, se ilumina y se libera, simplemente porque habéis decidido saludar a la naturaleza viviente y a las criaturas que la habitan. Y ahora, recoged una piedra del camino y acariciadla con amor: la entidad que la habita aceptará vuestro amor, vibrará al unísono con vosotros, y también os amará. No basta con decir que la naturaleza está viva, sino que hay que aprender también lo que debéis hacer para que esta vida se convierta en una realidad en vosotros. El día en que sepáis mantener una relación consciente con la creación, ya no os sentiréis ni solos ni pobres, porque la vida divina vendrá a llenaros con sus bendiciones”.


"Las estrellas no son solamente unos cuerpos celestes que producen y emiten energías, son mundos poblados de entidades espirituales que nos envían mensajes. Recorred con la mirada la bóveda celestial y encontrad una estrella en la que queráis deteneros porque sentís que tenéis un lazo vivo con ella. Concentraos en esta estrella y dirigíos a los ángeles que la habitan. Son amigos, podéis confiarles vuestras inquietudes, vuestras penas, y sobre todo vuestras aspiraciones y vuestras esperanzas. Volveréis de estas experiencias con una comprensión más vasta de la vida, con la sensación de que no estáis nunca solos y de que poderes benévolos se inclinan sobre vosotros, cuidan de vosotros. Aunque no sepáis quiénes son exactamente, sentiréis su presencia. Frente a la inmensidad de la bóveda celeste, nosotros somos poca cosa, es verdad, pero esto no es razón para sentirnos solos o extraviados."


"Actividades, encuentros..., ¡la vida es tan rica en posibilidades! Pero antes de comprometeros, preguntaos cada vez si estas posibilidades que se os presentan contribuirán a vuestro perfeccionamiento, a la expansión de vuestra vida interior. Siempre hay signos que os advierten. Si sentís una oscuridad en vuestros pensamientos, una perturbación en vuestros sentimientos e indecisión en vuestra voluntad, no os comprometáis, porque éste es un criterio absoluto. Tras decepciones y pruebas, muchos lo reconocen: habían sentido algo que trataba de retenerles, pero la necesidad de satisfacer sus deseos fue más fuerte, no lo tuvieron en cuenta, y después, evidentemente, llegaron las decepciones, los lamentos. Siempre hay advertencias, nadie puede decir que no las haya recibido, pero no las toman en consideración porque están demasiado tentados, se sienten demasiado atraídos, y cuando han caído en la trampa, ya es demasiado tarde: ¡cuántos esfuerzos, después, para recobrar la paz y enderezar la situación! Así pues, aprended a escuchar esta voz interior que trata de ahorraros sufrimientos inútiles."


"La humildad no consiste en rebajarse sin cesar ante los demás diciendo: «No soy nada, no valgo nada.» La verdadera humildad es poner dentro de uno mismo al Creador en primer lugar. ¿Por qué? Porque el que pone en primer lugar al Señor se beneficia de todas sus riquezas. Éste es el sentido profundo de la humildad. ¡Pero que pocos han comprendido esta verdad! Y como no la han comprendido, consciente o inconscientemente, se enfrentan ante el Creador y transgreden sus leyes. Si pudiesen, le destronarían incluso para ponerse en su lugar. Pero es entonces cuando se empequeñecen hasta desdibujarse y desaparecer. La grandeza de esta criatura tan imperfecta que es el ser humano, es comprender que, a pesar de sus insuficiencias, puede realizar maravillas si pone al Señor en primer lugar en su cabeza y en su corazón. Hasta entonces, haga lo que haga, todo lo que emprenda seguirá siendo mediocre. Abrirse al Señor para que penetre en nosotros, se manifieste a través de nosotros y nos tome a su servicio, ésta es la verdadera humildad, y en esta humildad nos engrandecemos."
 


"Con el pretexto de que los niños pequeños no son conscientes de lo que ocurre a su alrededor, los padres son negligentes: les dan el espectáculo de sus mentiras, de su nerviosismo, de su violencia... ¡Y se imaginan que después podrán educarles! Se ha observado que un bebé puede caer enfermo y manifestar trastornos nerviosos debido a las disputas de sus padres, incluso aunque no haya sido directamente testigo de ellas. La razón de ello está en que estas disputas crean alrededor de él una atmósfera de desarmonía que el niño siente, y más aún al estar todavía muy conectado con sus padres. El bebé no es consciente, pero su cuerpo etérico recibe los conflictos. Algunos padres se conducen con tanta despreocupación que no podemos evitar preguntarnos si quieren verdaderamente a sus hijos. Ellos dirán, evidentemente, que los quieren. Pero si los amaran, cambiarían de actitud, al menos se esforzarían en evitar ciertos comportamientos que repercuten muy negativamente sobre sus hijos. Si no hacen estos esfuerzos, es que no aman verdaderamente a sus hijos."


"Cada mañana, el sol se alza vivo, vibrante, para enviar al espacio tesoros de luz, de calor y de vida. Y algunos se preguntan por qué permanecen insensibles ante él, como si hubiese una pantalla entre el sol y ellos. Y, en efecto, hay una pantalla, porque nunca han pensado que antes de presentarse ante el sol, debían haberse preparado.
El que lleva una vida cualquiera y alimenta cualquier pensamiento y cualquier sentimiento, no puede esperar que el sol se revele ante él. Tiene solamente la sensación de encontrarse ante una gran bola brillante, y se aburre rápidamente. Pero, que se prepare interiormente, y cuando se acerque al sol comprenderá, no sólo que es un mundo deslumbrante poblado por las entidades más evolucionadas, sino también que puede, gracias a él, encontrar la solución a muchos de sus problemas y situaciones que hasta ahora creía inextricables.
Sí, porque el sol puede hacer por nosotros algo más que darnos el calor y la luz físicos: puede abrir nuestra inteligencia y nuestro corazón."
 
"Para ser visitados por la alegría, debemos ser libres, y para ser libres debemos dejar de acumular fardos interiormente.
La alegría se asocia con la idea de ligereza. Y ¿qué es lo que nos hace ligeros? El amor. El amor da calor y dilata nuestro corazón y entonces, como un globo que se eleva en la atmósfera, nos volvemos ligeros y nos elevamos alegremente en el espacio.
La alegría es una de las expresiones más poéticas del amor. Cuando amáis a alguien, basta con que oigáis pronunciar su nombre o que lo veáis a lo lejos para sentiros alegres, gozosos, y para que vuestra alma empiece a cantar. Diréis que si esta persona a la que amáis no os ama, verla de lejos u oír su nombre, os hace sufrir. Es verdad, pero entonces es que el amor que sentís por ella todavía no es el verdadero amor.
El verdadero amor se basta a sí mismo, no espera nada. Y como no espera nada, os lo da todo.
 
"Los ángeles y todas las entidades celestiales viven en la armonía, y por eso se dice que son atraídos por la música y el canto. Esta creencia tiene su origen en tiempos muy antiguos. La música y el canto han acompañado siempre las ceremonias sagradas desde los tiempos más remotos. A las entidades celestiales les gusta la música porque ellas mismas son música. Para traducir esta realidad, muchos pintores han representado el Paraíso poblado de criaturas luminosas que cantan y tocan diferentes instrumentos: arpas, liras, flautas, trompetas...Tanto si provienen de los instrumentos como de las voces, los sonidos tienen un poder inmenso sobre nuestros cuerpos psíquicos y espirituales debido a la intensidad de las vibraciones que producen. Es pues muy importante tomar conciencia de los efectos de la música. Y una vez que hemos tomado conciencia de estos efectos, debemos buscar cómo utilizar todas estas vibraciones que, amplificadas por las sensaciones de aquellos que tocan o aquellos que escuchan, crean una atmósfera favorable para la visita de las criaturas angelicales."


"¿Qué es lo que hacen las entidades tenebrosas para hacer daño a los humanos? Les presentan tentaciones para incitarles a cometer faltas, porque cada falta es una especie de intersticio que les da la posibilidad de introducirse en ellos y atormentarlos. Si los humanos resisten a la tentación y no cometen errores, estas entidades no pueden penetrar en ellos. Por eso se puede decir que el diablo – digamos el diablo para simplificar, ya que éste es el término generalmente empleado por los cristianos – tiene solamente los poderes que le dan los humanos. Si éstos no quieren tener nada que ver con él, ¡que se parapeten! Él no les fuerza, sólo les sugiere cosas – y por eso se le llama «el tentador» – pero los hombres tienen siempre el poder de decir no.

¡Cuántos se imaginan que algunos de sus malestares, de sus angustias, han venido así, de repente, por casualidad! En realidad ellos fueron quiénes les prepararon las condiciones, abrieron una brecha dentro de ellos. ¿Cómo? Alimentando deseos, pensamientos, sentimientos malvados, dejándose llevar por ciertas debilidades, cometiendo ciertas transgresiones. En ese momento preciso, el diablo encontró una vía de paso y entró para comenzar su empresa de demolición."


"La tendencia natural de los humanos es apartarse de la vida colectiva, universal, para vivir únicamente su vida personal. Se imaginan que si se separan los unos de los otros, estarán seguros. No, esto es una ilusión. En ese estado de aislamiento interior que se fabrican, exponen su alma a todos los peligros. No podemos, evidentemente, estar siempre con los demás, ni tampoco es esto deseable, pero debemos estar con ellos al menos con el pensamiento. Incluso nuestro deseo de perfeccionarnos no debe tener como meta solamente nuestra evolución, nuestra salvación, sino la salvación de todos los humanos de la tierra. La palabra «unidad» es la más profunda de la ciencia espiritual, y el sentido de nuestra existencia está ahí.

La conciencia de pertenecer a una única y misma familia nos da la seguridad de hacer algo grande. Esta grandeza no viene de nosotros, sino de esta familia universal a la que pertenecemos: ella es la que nos sostiene y la que nos salva de esta sensación de pobreza, de soledad, de inutilidad, de vacío, que a veces puede apoderarse de nosotros."


"El fuego celestial busca a los seres que van por el camino de la pureza, del desinterés, del sacrificio. Desciende sobre ellos, pero no los quema, los abraza para convertirlos en focos de luz. El fuego divino posee en efecto esta particular propiedad de no destruir nunca lo que es de su misma naturaleza. En el momento en que este fuego penetra en el hombre, sólo consume sus impurezas; la materia que es pura, permanece intacta y se vuelve luminosa porque vibra al unísono con él. Atraer al fuego celestial es la finalidad de nuestro trabajo. Sabiendo que viene sólo a un sitio preparado por él, un lugar que se encuentra en nosotros, incansablemente debemos buscar cómo purificarnos, santificarnos. Así, cada día, con pensamientos, sentimientos y actos inspirados por la sabiduría y por el amor, edificamos una morada hecha con una materia luminosa en la que el fuego celestial, reconociendo su propia quinta esencia, se siente irresistiblemente atraído. A este fuego celestial, la tradición cristiana lo llama el Espíritu Santo. "


"El verano se halla bajo la influencia del arcángel Uriel cuyo nombre significa: «Dios es mi luz». Durante el verano toda la naturaleza está en fuego, el 24 de junio, fiesta de san Juan Bautista, después del solsticio de verano, es tradición encender fuegos y celebrar con cantos y danzas la victoria del calor y de la luz. Uriel no está mencionado en la tradición cristiana, y la Iglesia no ha propiciado esta manera de celebrar la fiesta de San Juan, porque estas reuniones de hombres y de mujeres que cantan, bailan y beben alrededor de un fuego durante toda la noche, acaban a menudo con toda clase de desenfrenos.

El solsticio de verano, que se sitúa en el momento en que el sol entra en la constelación de Cáncer, en donde Venus se exalta, no es, es verdad, la fiesta del fuego espiritual, sino la del fuego físico, terrestre. Uriel es el arcángel de Malkut, la esfera de la tierra: el fuego sobre el que reina no es solamente el que hace madurar las mieses y los frutos, sino también el fuego interior del planeta que mantiene toda una materia en fusión en la que se elaboran los metales, los minerales, y que ha sido asimilada incluso al infierno.

En ciertas tradiciones, el verano está simbolizado por un dragón que escupe llamas. El dragón es, precisamente, este animal mítico que, viviendo bajo tierra, sólo sale a la superficie para quemar, devorar y destruir. Pero es también el guardián de todos los tesoros ocultos, de las piedras y de los metales preciosos, frutos de la tierra. También numerosas tradiciones celebran al héroe que ha sido capaz de abatir al dragón para apoderarse de sus tesoros.
He aquí unos relatos sobre los que el discípulo debe meditar: y no porque el verano haya liberado las fuerzas subterráneas, debemos dejarnos devorar por el dragón."


"Cuando os despertáis por la mañana, tenéis a veces el cerebro nublado y os resulta difícil encontrar nuevamente el contacto con los poderes creativos y luminosos de la vida. Esto depende mucho de la manera en que habéis vivido el día anterior y, en particular, las horas antes de acostaros. La mañana va unida a la tarde, la tarde va unida a la mañana, y cada momento debe estar preparado de antemano. Al igual que por la mañana debéis pensar en la tarde que viene, por la tarde debéis pensar también en la mañana siguiente. 
 
Es muy importante que por la noche, antes de dormiros, no os vayáis al otro mundo en cualquier estado interior, porque tenéis que presentaros ante potestades celestiales. Debéis pues prepararos para este viaje con el recogimiento y el silencio de vuestra alma. Y si, una vez acostados, sentís una perturbación, una angustia, no os quedéis en la cama. Se necesita una gran fuerza interior para poder ser capaces de defenderse contra esta clase de malestares permaneciendo tumbados; de pie, es más fácil reaccionar. Así pues, levantaos, caminad un poco, ejecutad lentamente algunos movimientos, concentraos en la luz, y no os volváis a acostar hasta que os sintáis tranquilizados."
 

"Un árbol es un depósito de energías que vienen de la tierra y del sol. Y es posible captar estas energías que circulan continuamente a través de él, desde las raíces a la extremidad de sus ramas.
 
Os encontráis en un jardín o en un bosque. Escoged un árbol, el más grande, el más bello, y pegaos a él poniendo vuestra mano izquierda en vuestra espalda, con la palma de la mano apoyada contra su tronco, y la palma de vuestra mano derecha sobre vuestro plexo solar. Después, concentraos pidiéndole al árbol que os dé su fuerza... Recibís esta fuerza a través de la mano izquierda y, con la mano derecha, la vertéis en vuestro plexo solar. Es como una especie de transfusión de energías, como si el árbol os diese su savia. Y cuando os sintáis recargados, dadle las gracias. 
 
Os preguntáis cómo un árbol puede ayudaros verdaderamente...Os ayudará si le consideráis como un ser vivo, inteligente, y si le amáis. Gracias a esta comprensión, a este amor, establecéis con él una relación armoniosa y poco a poco sentís que esta relación os regenera y os aporta gozo."


"El verdadero gozo es una disposición del alma que, más allá delas dificultades, de los obstáculos y las penas, es capaz de sentir la vida como un don de Dios, un don por el que experimenta gratitud y la necesidad de dar gracias. Si queréis recibir a menudo las visitas del gozo, cultivad en vosotros este sentimiento de gratitud hacia el Creador, y no sólo hacia el Creador, sino también hacia la naturaleza, hacia los seres humanos. De esta manera, incluso cuando sin tener ninguna razón en particular para alegraros, este sentimiento que os habréis acostumbrado a mantener, os cogerá por sorpresa... Como estos amigos muy queridos que llegan a veces de imprevisto para haceros una visita que no esperabais."



"Aprended a no contar con nada ni con nadie, ni con vuestra familia, ni con vuestros amigos, ni siquiera con el Señor, sí, ¡ni siquiera con el Señor!... sino sólo con vuestro trabajo. ¿Por qué? Porque gracias a vuestro trabajo podréis contar después con el universo entero.
Cuando el campesino ha sembrado su campo, puede contar con el sol, con la lluvia, con el rocío, porque éstos van a contribuir a hacer crecer las semillas. Pero si no ha sembrado nada, es inútil que cuente con nada ni con nadie. Ni siquiera el Señor quiere que contemos mucho con Él. Y no le digáis que la religión os ha enseñado a dirigiros a Él cada vez que tenéis necesidades, porque os responderá: «Los que te han enseñado son unos ignorantes porque no te han prevenido de que las leyes del mundo espiritual son idénticas a las del mundo físico. Yo no puedo modificar estas leyes para complacer a los perezosos. Si quieres que venga a ayudarte, empieza tú a trabajar.»
Somos nosotros, pues, quienes debemos hacer primero algo para desencadenar los procesos psíquicos y espirituales que van a permitirnos realizar nuestros mejores proyectos."


"Aunque es indispensable que los niños y los adolescentes estudien, que obtengan diplomas, nos vemos obligados a constatar que la formación del carácter es más importante que el desarrollo del intelecto. Porque lo esencial, es vivir, no es ser médico, abogado, ingeniero o economista. Y para vivir, para afrontar todas las condiciones de la existencia, es importante trabajar nuestro carácter. La instrucción es una cosa y la educación es otra.
Más que de profesores eruditos, la juventud tiene necesidad de instructores que les revelen qué es la vida y cómo deben vivirla para que las fuerzas, las cualidades, los dones que poseen puedan manifestarse en plenitud.
Hasta que no se haga hincapié en la formación del carácter, y solamente en el desarrollo del intelecto, los conocimientos dados a los jóvenes en las escuelas y en las universidades sólo servirán para su éxito personal; y este éxito, van a obtenerlo a menudo a expensas de los demás.
Pero si se les enseña a trabajar también su carácter, a no tratar de utilizar sus conocimientos exclusivamente para su propio provecho, veremos cómo surgen seres capaces de hacer evolucionar a toda una sociedad."


"Leéis u oís pronunciar una frase que os maravilla y, durante unos minutos, tenéis la sensación de nacer a una nueva vida. No se trata de una ilusión: toda palabra de verdad posee un real poder mágico. Pero no os contentéis con estar deslumbrados. 
Tomad esta palabra y tratad de vivir toda la jornada con ella. No la soltéis, aunque estéis trabajando, paseando, escuchando música, aseándoos, vistiéndoos, limpiando o incluso cocinando. Estudiadla en todos sus aspectos, tratad de comprender cómo se verifica en todos los dominios y en todas las circunstancias de la vida, con el fin de que pueda encarnarse en vosotros. He aquí el único método bueno de trabajo.
Aunque un día perdáis la memoria, nunca olvidaréis las verdades que hayáis logrado hacer carne y hueso en vosotros. Quizá no sepáis expresarlas con palabras, porque la memoria, en tanto que facultad del cuerpo mental, ya os habrá abandonado, pero más profundamente su impronta permanecerá en vosotros: os iréis al otro mundo con el conocimiento de estas verdades y cuando volváis, las traeréis de nuevo con vosotros, porque formarán parte de la quintaesencia de vuestro ser."


"Cada mañana, al despertar, decíos que nada es más importante que vivir bien esta jornada que empieza. Porque el hoy es lo que cuenta. Lo mismo que el presente no es otra cosa que una consecuencia del pasado, el futuro es una prolongación del presentePasado, presente y futuro, todo está relacionado.
El futuro se edificará sobre los cimientos que ponéis hoy.
El pasado es pasadopero ha traído al mundo el presente.
El presente lleva los gérmenes del futuro. Así pues, concentrándoos en el momento presente, construís vuestro futuro.
De alguna manera, el pasado sigue siempre vivo y actúa aún en vuestro presentepero no estáis obligados a dejarle que tome el poder.
El poder debéis dárselo al presente para que domine el pasadopara que lo destruya incluso si hace falta para actuar sobre él.
Cuando el pasado era presente, era todopoderoso. Ahora, que es pasadoestá subordinado al presente, y es el presente el que tiene la voz cantante.
El pasado ya se fue, y el futuro está justamente «por venir».
Ahora el presente debe imponer su voluntad, para transformar el pasado y orientar el futuro."



"Aquél que abraza una enseñanza espiritual no debe pensar que está obligado a alejarse o a separarse de los demás con el pretexto de que no comparten su filosofía.
Nada le prohíbe frecuentar a toda clase de personas, pero debe ser lo bastante fuerte e instruido para no perder su dirección. Que vaya a trabajar, que salga con gente, que entable amistades. Pero aun estando abierto a los demás, no debe perder su ideal ni transigir nunca ciertos principios. Debe cultivar una actitud firme frente a todo aquello que pudiera desviarle de su camino.
Cada día no os van a faltar ocasiones para ser tentados, seducidos y extraviados, ni tampoco os van a faltar quienes os las presenten. A menudo incluso, son personas muy simpáticas, encantadoras. Seguid disfrutando de su simpatía, ¿por qué no? Os podéis instruir frecuentándoles. No huyáis de ellos, ayudadles a ver las cosas más claras, si podéis, pero no os dejéis influenciar, permaneced fieles a vuestra filosofía espiritual.
Mostrar flexibilidadcomprensión, manteniéndose al mismo tiempo sólido inquebrantable en sus conviccionesen su compromiso espirituales un equilibrio difícil de encontrar, pero hay que trabajar en ello."


"Alimentarse correctamente requiere, en primer lugar, el respeto de ciertas reglas sobre cómo comer conscientemente, lentamente, y cómo masticar bien los alimentos. Comer lentamente y masticar bien facilita la digestión.
Si tragamos los alimentos sin masticarlos suficientemente, el estómago, que es el que los recibe, debe suministrar para poder digerirlos, una mayor energía, lo que fatiga el organismo.
Y hay que saber también que la boca, que es la primera que recibe el alimento, es una especie de laboratorio que, en un plano más sutil, hace el papel de un verdadero estómago: gracias a unas glándulas situadas sobre la lengua y debajo de ella, absorbe las partículas etéricas de los alimentos.
Empezáis a comer... ¿Por qué, desde los primeros bocados, antes incluso de que los alimentos hayan podido ser digeridos, ya sentís que estáis recuperando fuerzas? Porque al pasar por la boca, estos alimentos han liberado energías, partículas etéricas que han ido a alimentar vuestro sistema nervioso. Antes de que el estómago haya podido transformar los alimentos, el sistema nervioso ya ha sido alimentado.
Si algunas personas se sienten fatigadas después de una comida, es porque han tragado el alimento sin haberlo masticado bien; y así el organismo debe gastar más energía para digerirlo. Su fatiga proviene de ahí. Deben aprender a masticar bien y se levantarán de la mesa, ligeros y muy activos."


"Esforzaos para no ceder nunca ante el mal, sea cual fuere la forma bajo la que se presente. Nunca aceptéis que un dolor o una minusvalía física os quite el placer de vivir. Esto es difícil, evidentemente, pero aunque estéis perdiendo la vista o el oído, aunque tengáis un miembro paralizado, tomar conciencia de todas las facultades, de todas las posibilidades que todavía tenéis, y gracias a las cuales podéis seguir actuando, aprendiendo, perfeccionándoos.
Y os quedan, sobre todo, el pensamiento y el sentimiento que son los verdaderos poderesRecurrid a ellos, porque cultivando pensamientos justos y sentimientos generosos, crearéis en vosotros disposiciones benéficas que contribuirán incluso a mejorar vuestro estado físico.
El mal toma a menudo las proporciones que nosotros le damos y resignándonos, dejándonos llevar por el desánimo, lo reforzamos.
Pero ¿habéis visto cómo defiende una gallina a sus polluelos cuando se acerca un perro? Se eriza, ahueca sus plumas, cacarea ruidosamente para darle miedo. Actuad de la misma manera con el mal: ahuecaros, enfrentaos a él, mostradle que sois capaces de defenderos y se verá obligado a retroceder."


"El niño que viene al mundo, es un alma que se limita y sufre al tener que entrar en un cuerpo en donde se siente tan reducido. Incluso si esta limitación es necesaria para permitir la manifestación en el plano físico, el ser humano no debe olvidar nunca que su alma tiene por morada el espacio infinito. Cerrada en un cuerpo, aspira a esta inmensidad en donde se dilata, se alegra.
Es por ello que, incluso si un ser teme a la muerte porque la siente, lo que es natural, como un desarraigo, su alma la acoge como una liberación. La existencia está hecha de estos dos movimientos, la limitación y la dilatación, que cada uno debe aprender a equilibrar.
Incluso cuando sois solicitados de todas partes, si no queréis que vuestra alma acabe ahogándose, marchitándose, no os dejéis acaparar por las tareas y las preocupaciones materiales.
De vez en cuando, durante algunos instantes por lo menos, deteneos, entrad en vosotros mismos, abríos a la inmensidad… después volved a vuestras ocupaciones."


"Se dice que el ser humano ha sido creado a imagen de Dios. En su esencia es, por tanto, un espíritu puro. Entonces, ¿por qué viene a encarnarse a la tierra? Para explorar la materia, porque así es como llegará a desarrollar todas las capacidades de su cerebro, que son casi infinitas.
A lo largo de este descenso a la materia, sus cinco sentidos, que son unos intermediarios entre el espíritu y la materia, han adquirido cada vez más importancia. Hasta el punto de que ha acabado perdiendo la conciencia de este mundo del espíritudel mundo divinoen donde tiene su origenha cortado la conexión y ya no siente su presencia, lo que conlleva un gran empobrecimiento, aunque no sea consciente de ello.
Sin embargo, este contacto con la materia seguirá siendo para él una adquisición extraordinaria. En los proyectos de la Inteligencia cósmica está el de llevar a la criatura humana a la perfección. Ésta debe pasar, por tanto, a través de la opacidad de la materia, pasar por la enfermedad y la muerteHasta el día en que, enriquecida por estas experiencias, vuelva a la verdadera vida, a la luz, a la libertad, y entonces es cuando conocerá plenamente a su Creador."


"No podemos negar que muchas personas sientan afecto unas por otras. Pero, al mismo tiempo, son tan egocéntricas que no ven hasta qué punto se están haciendo sufrir mutuamente. Y de ahí se derivan dramas, rupturas, incluso en las familias.
He aquí a un hombre que, enteramente acaparado por sus actividades profesionales, como sucede tan a menudo en nuestros días, se pasa el tiempo fuera de casa, en reuniones, en viajes... Cuando vuelve a casa, por la noche, está cansado, preocupado, incluso de mal humor a causa de las dificultades con las que se ha encontrado a lo largo de la jornada, se deja caer en un sillón y se pone a leer el periódico para hacer comprender a su mujer que no quiere que le molesten con los problemas de la casa, de los hijos, etc. Podría darse cuenta, por toda una serie de indicios, que su mujer empieza a estar harta de esta situación, y que sus hijos sufren también. Pero no, no ve nada: su mujer está ahí, sus hijos están ahí, sus muebles están ahí, todo va bien.
Hasta la noche en la que, cuando vuelve a su casa, descubre estupefacto que su mujer se ha ido llevándose a los niños... ¡o dejándolos! Y no lo comprende. Sufre una impresión terrible, no consigue reponerse, está hundido, y va a ver un psicoanalista... o bien consulta a clarividentes ¡para saber si su mujer volverá! Desde hacía años hubiera podido ver lo que iba a suceder, pero su egocentrismo le cegó."



"Existen algunas diferencias entre la alegría y el gozo. La alegría se lee inmediatamente en un rostro. La alegría es sonriente, desprende de sí algo ligero. El gozo viene de regiones más profundas.
Podemos sufrir y sentir gozo al mismo tiempo, porque a través de este sufrimiento sentimos que estamos comprendiendo algo esencial. Evidentemente, este gozo profundo puede también expresarse con la alegría.
Por eso observamos que muchos sabios son alegres. Lo que han comprendido aligera las cargas de la existencia. Contrariamente a lo que muchos se imaginan, los sabios no están tristes ni son pesimistas, sino que están alegres, e incluso en medio de los sufrimientos y de las pruebas son capaces de reír.
¿Habéis estudiado bien todos los beneficios que produce la risa? Mantiene la flexibilidad en nosotros. Nos hace más ligeros y nos impulsa a avanzar. También hace que amemos más. El que sabe reír ama más que los demásY aprende mejor y más rápidamente que los demás."


"La vida es un sueño», es lo que han dicho poetas, filósofos y autores dramáticos. Y es verdad. Pero no es porque nuestra vida terrestre sea un sueño que debemos estar siempre soñando... o, más exactamente, fantasear, elucubrar, cómo sucede demasiado a menudo. Deseamos esto, deseamos aquello... pero estos ensueños ilusorios, inspirados únicamente por los caprichos, por el afán de complacencia y los placeres, no le son útiles a nadie, y todavía menos a los que se abandonan a tales sueños.
No está prohibido soñar, e incluso debemos hacerlo, pero siempre que se trate de sueños conscientes e inspirados por la generosidad, sueños para el bien de todos los humanos. 
Todos somos capaces de crear con el pensamiento imágenes de un gran poder que pueden influir en el curso de las cosas. Así pues, ¿por qué no soñar que el mundo entero vivirá un día en el amor, la paz, la libertad y la alegría? Si muchos más hombres y mujeres soñaran a menudo estas cosas, contribuirían más rápidamente a su realización."


"Para vivir, para afrontar todas las condiciones de la existencia, es importante fortalecer nuestro carácter. Si no, ¿qué se puede hacer con gente incapaz de soportar la menor dificultad, el mínimo obstáculo? Esta sensibilidad neurálgica, que es alimentada por su naturaleza inferior, hace muy difícil la existencia; por eso, muchos han sacado la conclusión de que, para ser felices, es mejor permanecer insensibles.
En realidad, hay que saber diferenciar la verdadera sensibilidad de esta sensibilidad enfermiza que sería más exacto denominar susceptibilidad o sensiblería.
La verdadera sensibilidad es una facultad que nos hace capaces de elevarnos muy arriba, para tener acceso a la belleza de regiones cada vez más luminosas y sutiles.
La sensiblería, en cambio, es una manifestación de la naturaleza inferior de los seres que, tomándose por el centro del mundo, piensan que no se les presta la suficiente consideración; a la menor ocasión se sienten frustrados, heridos, y se vuelven agresivos.
El que ha captado bien esta distinción comprende que tiene todo un trabajo que hacer sobre su naturaleza inferior para poder dominarla: ésta es la única forma de permitir que su verdadera sensibilidad se desarrolle."


"De todos aquéllos que destacan por sus capacidades intelectuales, artísticas, psíquicas, etc., se dice que tienen un don. ¿Qué es un don? Es una entidad espiritual que ha penetrado en un ser para trabajar a través de él.
Claro que no habrá muchos especialistas del cerebro que admitan que los talentos, las capacidades, son entidades que habitan en los humanos. Sin embargo, la prueba de que no son los humanos los que hacen estas maravillas, si no otros a través de ellos, es que pueden perder su don. Esto ya les ha sucedido a muchos: los desórdenes a los que se sumieron les hicieron perder sus dones, y las entidades que habitaban en ellos les abandonaron.
¿Queréis que entidades superiores vengan a manifestarse a través de vosotros bajo la forma de cualidades, de talentos? Invocad a la luz, a la armonía, a la paz: éstas son las condiciones indispensables para atraer a estas entidades. Están ahí, esperan, y cuando ven que un ser ha sabido prepararles una morada digna de ellos, ¡con qué alegría penetran en él para enriquecerle, para embellecerle, y para enriquecer y embellecer también a los demás a través de él!"


"No os quejéis nunca de las condiciones materiales que os han sido dadas en esta existencia, aunque aparentemente sean malas. Decíos que no son determinantes. O, más exactamente, que son determinantes en el sentido en que os obliguen a hacer un trabajo sobre vosotros mismos.
Cada uno se hace una idea de lo que es bueno o malo para él, pero a menudo la Providencia tiene otros puntos de vista. Lo más sensato es pues considerar que las condiciones que se os dan son las mejores para vuestra evolución. Y de todas maneras, las condiciones serán buenas o malas en función de lo que seáis capaces de hacer con ellas.
Si no sabéis utilizarlas, las condiciones más favorables no producirán más que catástrofes, mientras que si sabéis utilizarlas, las malas condiciones se convierten en las más benéficas. En el momento mismo no podéis emitir un juicio sobre las condiciones que se os han dado, sólo podréis hacerlo mucho tiempo después cuando descubráis qué partido habéis sabido sacar de ellas."


"Conservad preciosamente en vuestra alma la imagen de la fuente que mana para que no deje nunca de manar en vosotros la fuente de la vida. Y para hacer manar la fuente de la vida, hay que amar. Claro que diréis, como la mayoría de los humanos, que ya amáis... Sí, pero ¿con qué amor? Un amor que a menudo os hace sufrir.
El que posee la verdadera ciencia del amor está inspirado sin cesar, vive en la poesía, en la belleza, porque ha aprendido a amar a todas las criaturas humanas. Pero las ama con cierta distancia, sabe que si se acerca demasiado, se decepcionará y como no quiere decepcionarse, mantiene cierta distancia. Entonces, tanto si estas criaturas se manifiestan con bondad, con generosidad, con fidelidad, como si no, nunca pierden su inspiración. ¡Cuántos hombres y mujeres se quejan de haberse sentido decepcionados, engañados por los seres que amaban! Pero la culpa ha sido suya, han querido acercarse demasiado y, entonces, evidentemente, lo que han descubierto no ha sido muy bueno: cuevas llenas de mohos y de telarañas, ciénagas, abrojos, espinas... No podían sino decepcionarse.
¿Queréis seguir amando y maravillaros de los humanos? Cuando os relacionéis con ellos, procurad mirarlos con cierta distancia."


"Aunque estéis sometidos a las trepidaciones de la vida cotidiana, debéis comprender la necesidad de preservar el silencio dentro de vosotros. Lo preservaréis si os habituáis a estudiar los pensamientos y los sentimientos que pasan a través vuestro.
Varias veces al día, pensad en deteneros un momento para analizar lo que pasa en vosotros, y tan pronto cómo notéis el menor trastorno, la menor disonancia, esforzaos en remediarlo. Si no, cuando queráis meditar y hacer un verdadero trabajo espiritual, no lo conseguiréis, y siempre habrá algunos chirridos, algunos alborotos que os lo impedirán, y, poco a poco, ante las dificultades que encontréis, acabaréis abandonando esta práctica tan saludable de la meditación.
El silencio interior ¡es un estado tan difícil de alcanzar! Toda la jornada debéis pensar en prepararle las condiciones. La primera condición es alimentar solamente pensamientos y sentimientos armoniosos. En cuanto sintáis que os volvéis impacientes, irritables, es inútil que tratéis de encontrar excusas o explicaciones en otra parte: habéis dejado infiltrar la desarmonía dentro de vosotros. Así que, ¡reaccionad!"


"La existencia cotidiana se compone de una serie de encuentros a los que no prestamos suficiente atención. ¿Qué es respirar, comer, beber, lavarse, recibir la luz y el calor del sol, sino encuentros con los cuatro elementos: la tierra, el agua, el aire y el fuego? No sólo estos encuentros constituyen toda nuestra existencia, sino que ésta también depende de ellos.
Cada día entramos en contacto con los cuatro elementos: con la tierra cuando comemos, con el agua cuando bebemos y nos lavamos, con el aire cuando respiramos, y con el fuego cuando lo encendemos, y también cuando recibimos la luz y el calor del sol.
Los cuatro elementos no son únicamente estas fuerzas de la naturaleza que vemos manifestarse excepcionalmente cuando se producen fenómenos como los terremotos, las tempestades, los tornados o las erupciones volcánicas. Forman parte de nuestra vida más cotidiana y podemos, por tanto, entrar cada día en relación con ellos conscientemente."


"La cuestión de la sexualidad sólo puede resolverse verdaderamente en función de cada persona. No es razonable con el pretexto de la moral, querer imponer reglas idénticas a todos, porque la misma disciplina que conducirá a algunos a una verdadera expansión espiritual, puede llevar a otros a la histeria o la neurosis.  
No todos los humanos tienen las mismas necesidades, y aquél que no tiene en cuenta esta realidad se expone a predicar en el desierto, o bien a causarles tormentos inútiles. Esto no quiere decir, evidentemente, que no deban hacer esfuerzos. Al contrario, según cuál sea su nivel, cada uno debe hacer esfuerzos para dominar la fuerza sexual con el fin de vivir su amor de una forma más poética, más espiritual.
El acto del amor no es bueno ni malo en sí mismo, será solamente lo que vosotros hagáis de él. Si trabajáis sobre vosotros mismos para purificaros, para iluminaros, para ennobleceros, este acto será la fuente de todas las bendiciones para vosotros y para aquél o aquélla con quien vais a uniros. El amor verdadero debe fortalecer y engrandecer al ser que amáis. Cuando veáis que éste se expande gracias a vuestro amor, conoceréis lo que es el verdadero gozo."  


"Si algunas personas no quieren realizar el esfuerzo de armonizarse con los demás es porque temen ser absorbidas por la colectividad. No, cada uno es un individuo bien distinto, pero aun conservando su propio carácter, su forma de ser propia, debe trabajar para la unidad.
Observad las células del organismo, no son idénticas y no llevan a cabo las mismas funciones: una célula del corazón no es como una célula del estómago, cada una conserva su individualidad; pero sus afinidades, sus conexiones, crean entre ellas este estado de armonía que llamamos salud. ¿Es esto tan difícil de comprender?
No se trata de pedirle a un negro que se convierta en blanco, o a un musulmán o a un budista que se convierta en cristiano. En el pasado, la cristiandad envió misioneros para convertir a todos los pueblos de la tierra, ¡y cuánta violencia, cuántas tragedias se ocasionaron!
Todos los creyentes, lo mismo que todos los humanos, deben conservar sus particularidades, sus diferencias, pero, al mismo tiempo deben establecer entre ellos unos lazos fraternales gracias a los cuales puedan formar una unidad.
"

"Es posible, ciertamente, escapar a la justicia humana, pero es imposible escapar a la justicia divina porque, aunque ésta no se ejerza de forma visible sobre los culpables, les alcanza interiormente.
Hay criminales que han logrado escapar siempre a la justicia humana, pero como todo acto tiene repercusiones en la persona que lo comete, ésta periclita interiormente: su estado psíquico, e incluso su salud, todo empieza a degradarse.
Aparentemente, ciertos elementos se mantienen aún, pero poco a poco se desmoronan, porque es el lado interior el que sostiene y alimenta el conjunto de este edificio que es un ser humano, y si el interior se disloca, lo exterior acaba también desmoronándose.
Así es como se manifiesta la justicia divina, y sus sanciones son instantáneas aunque no sean visibles inmediatamente: en el instante mismo en que el hombre comete una transgresión, algo en él se oscurece y se disgrega. Serán necesarios años para que esta degradación aparezca exteriormente, pero interiormente ya hay algo que se está desmoronando."


"En vez de decidirse a hacer algo para ayudar a los que sufren, algunos que se dicen espiritualistas, se contentan con decir: «¡Ah!, es su destino, es su karma». Si utilizan estas buenas razones para justificar su egoísmo, ¡más les hubiera valido no haber oído hablar nunca del karma!
Es preferible, evidentemente, que todos conozcan las leyes del destino, que comprendan por qué les suceden ciertas desgracias a ellos y a los demás. Pero cuando vean a personas que están pasando pruebas, deben hacer lo que puedan para ayudarlas. Alguno dirá: «Pero, ¿por qué tratar de ayudarlas puesto que lo que les sucede estaba inscrito en su destino?»
En primer lugar, porque los esfuerzos que hacemos para ayudar a los seres nunca son inútiles: en ciertas circunstancias, al ver vuestra compasión, vuestra buena voluntad, las entidades celestiales pueden dejarse ablandar y aliviar sus sufrimientos. Y también es bueno para vosotros, porque al ayudar a los demás desarrolláis nuevas cualidades. No es fácil ser realmente útiles a los demás, es verdad; pero no importa, sean las que sean las circunstancias, hay que tratar de ayudarles. Si no lo conseguís, al menos seréis vosotros los que os volveréis más inteligentes, más fuertes, más libres."


"¡Cuántas veces oímos repetir que la libertad es el bien más precioso! ¡Y cuánto han luchado los humanos, y siguen luchando aún para conquistarla! Muchos incluso han sacrificado su vida. Pero, ¿qué hacen los humanos cuando ya son libres?
Se diría que esta libertad les pesa, no saben qué hacer con ella. Ahora que ya no tienen nada contra quién o contra qué luchar, que ya nada les impide desplazarse, actuar y expresar sus opiniones, se aburren, y para distraerse se meten en situaciones complicadas. ¡Cuántas veces lo hemos visto! La libertad es la mejor de las cosas, pero sólo si se dan ciertas condiciones.
¿Queréis ser libres? Preguntaos primero qué vais a hacer con esta libertad. ¿De qué os servirá poder ir y venir libremente, si transportáis con vosotros pensamientos, sentimientos y deseos que os atan y que acabarán postrándoos en la cama?
La única libertad que vale la pena conquistar, es la libertad interior: es la que os permitirá descubrir las verdades esenciales que necesitáis para poder orientaros y sosteneros en la vida. Todas las maravillas del cielo y de la tierra están ahí, a vuestro alrededor, dentro de vosotros... pero, para verlas, para comprenderlas, debéis ser libres, libres interiormente."


"Toda la civilización no es otra cosa que un trabajo sobre la materia. Pero existen diferentes clases de materia, y este trabajo que hacen los humanos sobre materiales externos a ellos, pueden hacerlo también sobre su materia psíquica: todos sus instintossus deseossus sentimientossus pensamientos, representan una materia sobre la que tienen que hacer un inmenso trabajo de purificación y de elaboración.
Desde un cierto punto de vista, podemos decir que se trata de un trabajo de creación que se asemeja a la creación artística, porque obedece a las mismas leyes. El verdadero trabajo de creación es el trabajo espiritual, porque concierne a la totalidad de nuestro ser: nos proyectamos lo más arriba posible para poder descubrir un orden, una estructura, y para poder captar las partículas más puras que van a entrar en la materia de nuestros diferentes cuerpos: nuestros cuerpos espiritualesnuestros cuerpos psíquicos y nuestro cuerpo físico también.
Es un esfuerzo de todos los días, de todos los instantes. Cada día añadimos un color más vibrante, una forma más sutil, un sonido más armonioso."


"Es difícil pronunciarse de manera categórica tanto sobre el bien como sobre el mal. ¿Por qué? Porque en la tierra, nada es completamente bueno ni completamente malo; incluso las mejores cosas se acompañan de ciertos inconvenientes. ¿Cómo no alegrarse de la llegada de la primavera? Con la luz y el calor todo florece, es maravilloso. Sí, pero los bichos dañinos también se desarrollan: las avispas, las moscas, las orugas, los pulgones, los mosquitos... Y el progreso técnico, ¿es bueno o malo? ¡Cuántos descubrimientos que habían empezado aportando inmensas mejoras en la vida de los humanos han acabado produciendo catástrofes, porque los humanos no supieron mostrarse prudentes, clarividentes, ni reflexionar sobre las consecuencias! No es necesario multiplicar los ejemplos, todos los días podéis comprobarlo. Así pues, cualesquiera que sean los acontecimientos o las condiciones, siempre hay que tomar precauciones. Las mejores cosas se convierten en malas para los ignorantes porque no están preparados para afrontarlas. Mientras que aquéllos que reflexionan y que han aprendido a trabajar, consiguen sacar partido incluso de las mayores dificultades."


"Aún después de haber sufrido fracasos y decepciones, ¡cuántos hombres y mujeres se obstinan en creer que no ha sido a causa de una comprensión defectuosa del amor, sino porque todavía no han encontrado a la persona que les conviene,... al ser ideal,... a su alma gemela! ¡Cómo si la felicidad dependiese de un encuentro que vayamos a hacer por milagro o por casualidad! Pues bien, no es así como suceden las cosas.
Debéis saber, pues, que el alma gemela no se presenta como un hombre o una mujer con quien vais a encontraros súbitamente y por quien vais a sentir un flechazo. El encuentro con el alma gemela es, en primer lugar, un proceso psíquico mediante el cual la parte superior de vuestro ser atrae a su parte complementaria. Tenéis que haber trabajado durante mucho tiempo sobre vosotros mismos para poder ser dignos de atraer vuestra mitad divina, pero cuando, por fin, logréis establecer la conexión, sentís que ella está ahí, porque habita en vosotros. ¿Queréis encontrar verdaderamente a vuestra alma gemela? No salgáis en su búsqueda, sino concentraos en la luz: el alma gemela vendrá entonces, atraída por esta luz que verá brillar en vosotros. Vosotros no sabéis dónde se encuentra vuestra alma gemela, pero ella sí que sabe dónde estáis vosotros. Basta con esperarla interiormente: ella vendrá."



"Cada uno alimenta ambiciones, sueños, y es algo natural. Pero, si consiguen realizarlos, ¿estarán acaso a la altura de la situación? Éste es también un punto a considerar. Ahí tenéis, por ejemplo, a un chico que sueña casarse con una chica encantadora que ha conocido. Tras toda clase de peripecias ¡porque no era el único en estar enamorado de ella! consigue realizar este sueño. En apariencia, es magnífico. Pero cómo carece de sabiduría, de autodominio, ahí está, atormentado por las sospechas, por los celos... Vigila a su mujer y a todos los que se le acercan, se imagina que ella le engaña, hasta el punto de que un día, se vuelve completamente loco, la asesina y termina en la cárcel.
Bajo una forma evidentemente muy simplificada, esta pequeña historia es un ejemplo de los peligros que corremos cuando nos obstinamos en realizar nuestros deseos sin conocerse bien, sin haber trabajado en el control y el dominio de sí mismo. Queremos casarnos con la chica más bella del mundo, obtener un cargo de ministro o ser elegido presidente, llegar a ser una celebridad, ganar el primer premio de la lotería nacional, etc., y no es imposible conseguirlo. Pero ¿cuánto tiempo nos durará la felicidad de haber obtenido este éxito? Al día siguiente ya, se presentan los problemas. Y entonces, ¿tendremos acaso la suficiente fuerza de carácter para afrontarlos?"


"Le guste o no, todo ser humano pertenece a una colectividad, y si en esta colectividad se producen desórdenes, ni él ni sus bienes personales estarán seguros. Ha habido en la historia gente tan poderosa y rica que parecía que nada podía alcanzarla; pero se produjeron trastornos en la colectividad y terminaron perdiéndolo todo, incluso la vida. La seguridad de los individuos depende del buen funcionamiento de la sociedad. Corresponde pues a cada uno reemplazar ahora su punto de vista personal por un punto de vista más vasto, más universal: ganará, no sólo en el plano material, sino también y sobre todo en el plano de la conciencia. La conciencia se despierta verdaderamente en el hombre cuando éste se vuelve sensible a la noción de colectividad, de universalidad: aunque físicamente sea un ser separado, en el plano psíquico siente a los demás como una prolongación de sí mismo. A partir de este momento, experimenta lo bueno o lo malo que les sucede a los demás como si le sucediese a él mismo, y se esfuerza por hacer sólo el bien, porque siente, sabe, que también se está haciendo este bien a sí mismo."


"Habéis meditado profundamente durante mucho tiempo enviando luz y amor al mundo entero, y después salís a caminar por la calle. Cuando volvéis a vuestra casa, no tenéis la impresión de haber hecho nada especial... Pues bien, os equivocáis. Si fueseis clarividentes, veríais el bien que vuestra presencia ha podido hacer sin que vosotros lo supierais, a las personas con las que os habéis cruzado. Algunas que tenían proyectos maléficos, han abandonado estos proyectos; otras, que estaban trastornadas, desesperadas, han vuelto a encontrar un poco de serenidad y de ánimo. Todo depende del poder y de la sinceridad de vuestras aspiraciones. Vosotros no sois los únicos afectados por vuestros estados interiores; influencian también a los que están a vuestro alrededor. Creedme, un día podréis incluso verificarlo. Cuando lleguéis al más allá, el poder del mundo psíquico se revelará a vosotros. Descubriréis que vuestros pensamientos y vuestros sentimientos eran corrientes de energía que actuaron en el invisible para arrastrar a los seres hacia el mal o hacia el bien."



"¿Por qué creéis que la ayuda, el apoyo, deben veniros únicamente bajo la forma que esperáis? ¡Cuántas oportunidades se os presentan! Pero no las veis, no queréis verlas. Esperáis que tal puerta se abra ante vosotros, pero sigue cerrada... En vez de lamentaros ante esta puerta, pensad que puede haber otra,  al lado, que se abra, O quizá ya está abierta, pero no la veis.
Esperáis la comprensión y la ayuda de alguien, pero éste no sólo no os la da, sino que se muestra desagradable. Pues bien, en vez de obsesionaros con esta decepción, mirad un poco mejor a vuestro alrededor: hay ciertamente otras personas dispuestas a ayudaros. Si os quedáis tan concentrados en vuestra decepción, no veréis a esos amigos que vienen hacia vosotros.
También en este sentido algunas pruebas son útiles: obligan a hacer o a descubrir aquello que no haríamos ni descubriríamos sin ellas. ¡Cuántas veces vuestra obstinación os ha impedido salir de vuestras dificultades! Así pues, de ahora en adelante, no os quedéis lamentándoos ante una puerta cerrada, ¡mirad bien a vuestro alrededor: si no es una puerta, quizá sea una ventana la que esté abierta!"


"Decidle a alguien que debe trabajar sobre la pureza y podéis estar seguros de que no seréis comprendidos: inmediatamente pensará que queréis imponerle privaciones y, particularmente, privaciones en el campo sexual. En efecto, a menudo se confunde no sólo pureza y castidad, sino también castidad y continencia, cuando en realidad la pureza no concierne tanto al plano físico: es una virtud del corazón y del alma que encontramos en hombres y mujeres que son padres y madres de numerosos hijos, mientras puede faltar a otros que pretenden huir como de la peste de las tentaciones de la carne. Es evidente que la pureza afecta también en el campo sexual, pero cuando hablo de pureza, me refiero sobre todo a la pureza de los pensamientos, de los sentimientos, de los deseos, porque ahí es donde empiezan los desenfrenos que después van a producir desórdenes en el comportamiento sexual. La pureza es un dominio muy vasto que debemos estudiar en los tres planos físico, afectivo y mental. En el plano físico es la base de la salud; en el plano afectivo proporciona las condiciones para recibir y manifestar el amor; y en el plano mental proporciona las condiciones para recibir y manifestar la sabiduría."


"Los animales están contentos con su suerte: aunque algunos sean más hábiles e ingeniosos que otros, no ven sus limitaciones, ni tratan, por tanto, de salir de ellas para progresar. Pero esta forma de ser, que es normal para los animales, no es ideal para los humanos... ¡aunque algunos se contenten con ello! Diréis: «Pero entonces, ¿debemos rebelarnos contra nuestra suerte?» No, comprendedme bien: aceptar nuestra suerte es una cosa, pero sentirse satisfechos con ella es otra. Cada uno de nosotros está obligado a aceptar su suerte como consecuencia de las elecciones que hizo en el pasado. Si ahora tiene pruebas que pasar, no debe rebelarse, porque está pagando por los errores que ha cometido en esta existencia o en existencias anteriores. Son precisos pues esfuerzos para reparar, y al mismo tiempo comprende que debe progresar, mejorar. De esta manera acepta el destino que ha decretado para él la Justicia divina, pero sin estar nunca satisfecho de su grado de evolución actual, se esfuerza sin cesar para salir de sus limitaciones."


"Para tener éxito en la vida es preciso, evidentemente, poseer ciertas capacidades físicas, intelectuales, psíquicas y sobre todo, trabajar. Pero no es aún suficiente.
Para conocer la dirección a tomar, las elecciones que hay que hacer, con quién hay que asociarse, etc., hay que tener también discernimiento. ¿Y cómo adquirir el discernimiento? Siendo desinteresados.
Sí, porque el desinterés le da al hombre la facultad de ver claro. Por el contrario, la búsqueda de ventajas personales, el egoísmo, la avidez, la codicia, le nublan la vista y le hacen perder su lucidez: está tan obnubilado por satisfacer solamente sus intereses, que percibe a los seres y a las situaciones a su alrededor como a través de cristales deformantes. Y como no ve claro, aquello que cree hacer en su propio interés lo hace, en realidad, en su detrimento.
Contrariamente a lo que se tiene tendencia a pensar, no es el egoísmo el que permite triunfar, enriquecerse, sino el desinterés."


"Cuando dos personas se encuentran, a menudo se estrechan la mano, y también cuando se despiden; o bien se envían un saludo desde lejos.
Saben pues instintivamente que la mano es capaz de emitir corrientes y también de recibirlas. Por eso debemos estar particularmente atentos a lo que transmitimos con la mano. Si debemos saludarnos, es para hacernos un bien, para darnos mutuamente algo bueno. Si no, es inútil.
Para aquél que tiene la conciencia despierta, un saludo es un gesto formidablemente significativo y operativo mediante el cual puede animar, consolar y vivificar a las criaturas. Los intercambios más poderosos, los más benéficos, no son necesariamente los que hacemos acercándonos físicamente.
Podemos poner mucho amor y mucha luz en un gesto de la mano y en la mirada que lo acompaña. Así pues, ¡qué vuestra alma participe en vuestro saludo y también vuestro espíritu!
Un saludo debe ser una verdadera comunión, debe ser poderoso, armonioso, vivo."



"A aquél que desea practicar la meditación se le explica que primero debe hacer el silencio en sí mismo. Cierra pues los ojos para concentrarse... Pero ¿qué es lo que sucede a menudo? Todas sus preocupaciones, sus inquietudes, sus animosidades, remontan inmediatamente a la superficie, y pronto le resulta imposible permanecer inmóvil y conservar la postura correcta.
Así pues, aquél que empieza a practicar la meditación debe saber de antemano que se trata de un ejercicio difícil que exige una gran disciplina. En efecto, este silencio interior que trata de obtener, es el resultado de una concordancia entre los tres planos físico, astral y mental; y esta concordancia, sólo puede realizarla empezando por disciplinar su cuerpo físicosu corazón y su intelecto a fin de introducir en ellos la armonía. «Armonía»... Impregnaos de esta palabra, porque es la llave que abre las puertas de la región del silencio: armonía en el plano físicoarmonía en el plano astral (los sentimientos), armonía en el plano mental (los pensamientos), y también armonía entre estos tres planos.
El silencio que entonces consigáis crear dentro de vosotros, irá acompañado de una sensación de aliviode liberaciónse os quitará un peso de encimase disiparán los obstáculos y vuestra almaescapándose de su prisiónse desplegará libremente en el espacio."


"¿Por qué os sentís tan a menudo pobres y desprovistos? Porque os habéis habituado a mirar hacia abajo, es decir a ver todo lo que es motivo de preocupaciones, de inquietudes, de penas. Os olvidáis de mirar hacia arriba, allí donde se encuentran la luz, la belleza, todo lo que puede dar un impulso a vuestra alma y hacerle descubrir los medios de superar las dificultades.
Las preocupaciones, las dificultades existirán siempre, hagáis lo que hagáis; es inútil luchar contra ellas porque os aplastarían. ¿Qué hacer entonces? Exactamente lo mismo que hacemos contra las intemperies o contra los insectos: equiparnos. Para protegernos de la lluvia cogemos un paraguas; para protegernos del frío nos ponemos un abrigo; para protegernos de los mosquitos ponemos una mosquitera o utilizamos algún producto para alejarlos.
Pues bien, contra las dificultades no hay otra solución que mirar hacia arriba para recibir la luz y la fuerza. Y mirar hacia arriba, es también aprender a alegrarnos de todo lo que hasta ahora habíamos descuidado.
Cada día procurad descubrir alguna cosa que os beneficie o maraville – puede ser un encuentroun acontecimientoun objetoun pensamiento – y ponedlo en vuestro corazón, en vuestra inteligencia, en vuestra memoria, y dad gracias por haberlo encontrado en vuestro camino."


"Todos los edificios religiosos que existen en el mundo deben ser respetados. Gracias al fervor de las multitudes de fieles que desde hace siglos han venido a rezar, las iglesias, los templos, están impregnados de una atmósfera sagrada. Pero evidentemente las construcciones humanas no resisten al tiempo.
Por eso incluso los creyentes deben admitir que el único verdadero templo es el que ha creado Diosel universoEs indestructible, y todas las entidades con las que lo ha poblado el Creador, son manifestaciones de su presencia. Aunque no las veamos, estas entidades están ahí para ayudarnos a través de la tierra, del agua, del aire, del fuego, de la luz del sol.
Gracias a los sacrificios de estas entidadesgracias a su amor, a su deseo de hacer intercambios con nosotros, estamos vivos, vivos físicamentevivos psíquicamente y vivos espiritualmente. Debemos aprender pues cómo entrar en contacto con ellascómo respetarlas y mostrarles gratitudSólo aquéllos que tienen una conciencia despierta tienen acceso realmente al santuario."


"¡Cuántas personas se aferran desesperadamente a su existencia terrenal! Ignoran que su vida no se acabará con lo que se ha convenido en llamar muerte, y para tratar de prolongar esta vida, algunos son capaces incluso de cometer crímenes.
El espiritualista tiene otro concepto de las cosas. Ama la vida de la que descubre cada día el sentido y la belleza, y al mismo tiempo esta vida con las limitaciones, las obligaciones y los sufrimientos que le impone, le parece a veces una carga. ¿Cómo no aspirar a esta otra vida que presiente más real que su existencia terrenal? Y porque sabe también que ha descendido a la tierra para hacer un trabajo en ella, reparar sus errores del pasado y perfeccionarse, acepta la situación pensando que cuando haya terminado este trabajo, se irá a vivir libre por el espacio. Ésta es la verdad que los espiritualistas conocen, y por eso, aun sabiendo que la verdadera vida está en otra parte, están convencidos de que tienen algo que hacer en la tierra. Mientras no hayan terminado el trabajo por el que han venido, todo lo demás les es indiferente: no se preguntan si prefieren vivir o morir, lo único que quieren es terminar su trabajo. Y desde el momento en que éste ha terminado, se van en paz y gozosos."


"Lo magnífico de la ciencia de los sabios y de los Iniciados, es que ofrece unas perspectivas infinitas. Nunca llegaremos a la meta. Sí, lo exaltante es esto: saber que siempre habrá algo por descubrir, algo por realizar.
Algunos, por el contrario, dicen: « ¡Es tan largo!... ¡tardan tanto los resultados!... abandono...» Y escogen una meta que puedan alcanzar en unos años. La alcanzan, en efecto, y están contentos porque han acabado obteniendo lo que deseaban.
Pero, ¡cómo no se dan cuenta de que, de alguna manera, ellos también están «acabados», porque se lanzaron en busca de algo acabado! Sólo aquéllos que han comprendido que hay que buscar lo infinitolo ilimitadolo que está más allá del tiempo y del espacioseguirán sintiéndose siempre vivos, porque la vida verdadera es la inmensidad, la eternidad.
No os refugiéis pues en aquello que es accesible, limitado: abrazad lo infinito y vuestro gozo será también infinito. Será la luzla fuerza y la plenitud de todo vuestro ser."


"Los humanos, cuando nada les obliga a hacer esfuerzos, tienden a abandonarse. Les son necesarias las dificultades y las pruebas, para reaccionar y movilizar sus energías con el fin de enderezar la situación. Una vez lo han conseguido, se relajan y recaen de nuevo en la negligencia, en la pereza.
No es bueno ajustar el comportamiento a las variaciones del mundo exterior. Sean cuales sean los acontecimientos, debéis continuar haciendo esfuerzos, porque son ellos los que os mantienen vivos y sanos. ¿Mejoran las condiciones, desaparecen las dificultades?... Mejor para vosotros, pero eso no es razón para dejar de hacer esfuerzos físicos, afectivos, intelectuales.
Ésta es la regla para los verdaderos espiritualistas. La práctica espiritual se basa en unos métodos muy simples, pero su aplicación requiere una gran perseverancia.
Para adquirir la luzla pazel amorla fuerzacada día tenéis que hacer nuevos esfuerzosalimentar pensamientospronunciar palabrashacer gestos... Y entonces, la propia Madre naturaleza es la que os dice: «Reconozco estos pensamientos, estas palabras, estos gestos: vibran en armonía con lo más bello y más luminoso que hay en mí. Por eso te doy todas mis bendiciones.»"



"El hambre no es solamente una sensación que experimenta el cuerpo físico. Podemos comer hasta la saciedad y estar aún hambrientos. ¿Por qué? Porque, aunque el cuerpo físico esté ya satisfecho, el cuerpo astral continúa deseando. En principio, existe una armonía entre ambos: normalmente, si el cuerpo físico ya está satisfecho, el cuerpo astral también lo está. Pero puede producirse un desequilibrio: entonces el cuerpo físico tendría aún necesidad de comida, mientras que el cuerpo astral ya estaría saciado; o bien es el cuerpo físico el que ya está harto, mientras que el cuerpo astral desearía aún seguir comiendo. Se puede encontrar este mismo desequilibrio en el campo de la sexualidad. Aunque su cuerpo físico está ya satisfecho, hay seres que continúan teniendo hambre en el plano astral, y esto es terrible: su cuerpo físico ya no puede más, pero su cuerpo astral que continúa deseando, reclamando, sin saciarse nunca, les hace vivir los tormentos del infierno. Esta falta de correspondencia entre los planos físico y astral, no sólo acaba destruyendo su salud porque agotan su cuerpo físico, sino que este desequilibrio puede acabar extendiéndose incluso al plano mental y desencadenar en ellos graves trastornos: perversiones, locura."


"«Sentimos que necesitamos ser guiados, dicen algunas personas, ¡pero hay tanta gente que trata de hacerse pasar por Maestros espirituales y que no son más que charlatanes, desequilibrados!» Es verdad, pero si tenéis miedo de extraviaros, de ser estafados por un guía vivo, nadie os impide que os dirijáis a aquéllos que ya abandonaron la tierra hace mucho tiempo. Las obras de todos los Iniciados y los Grandes Maestros de la Humanidad están a vuestra disposición, los estantes de las bibliotecas están llenos de ellas y bajo diferentes formas enseñan las mismas verdades. Así pues, esforzaos en sintonizar vuestros pensamientos y vuestros sentimientos con los suyos: ninguna fuerza natural o sobrenatural podrá impediros el encuentro. Nadie os reprochará que no hayáis recorrido el mundo en busca de un Maestro vivo. Pero nada podrá justificaros si os estancáis en la mediocridad y en el error con el pretexto de que nunca habéis encontrado a alguien capaz de guiaros. Cuando somos sinceros, cuando buscamos realmente la luz, la encontramos. El Cielo nunca ha dejado extraviar a aquél que busca sinceramente progresar."


"La única clarividencia que necesitamos realmente cada día es aquélla que une en nosotros el intelecto con el corazón: comprender con el intelecto y, al mismo tiempo, sentir con el corazón. Esto es lo que hace que veamos claro: la sensibilidad unida a la comprensión. Cualquier otra forma de clarividencia comporta peligros.

En vez de consultar las cartas, el péndulo, los posos del café, la bola de cristal, etc., muchos harían mejor abriendo sus ojos al mundo visible que les presenta tantos indicios irrefutables. Y cuando tienen problemas que resolver, que recuerden de que el Cielo les ha dado ojos para ver, oídos para oír, un cerebro para reflexionar y sacar conclusiones... y un corazón para amar."


"Aunque la tierra esté muy poblada, ¡cuántas de las angustias
 sentidas por los humanos provienen de que tienen la impresión de haber sido lanzados al mundo como a un desierto en el que se encuentran solos, perdidos, sin nadie que pueda responder a sus preguntas y a sus peticiones! Pues no, no están solos, y se darán cuenta de ello el día que tomen conciencia de que forman parte de un todo, que este todo está vivo, y que, puesto que está vivo, pueden hacer sin cesar intercambios con él: si hablan, siempre hay en alguna parte, criaturas que les oyen y que les responden. Recibimos respuestas por todo lo que hacemos, decimos o pedimos: de confirmación o de negación, de aprobación o de condena. El mundo invisible está continuamente presente, ahí, a nuestro alrededor. Nos mira, nos escucha, y siempre nos da respuestas. Su lenguaje, muy diferente al nuestro, no es fácil de comprender. Pero nos responde indirectamente, sea a través de un ser humano, de un animal, o de un fenómeno de la naturaleza. Ellos no saben, sin duda, que son portadores de un mensaje, y que somos nosotros quienes debemos interpretarlo."


"Alguien vuelve por la noche a su casa quejándose de que está agotado porque ha tenido una jornada penosa: dificultades en el trabajo, una discusión que terminó mal, etc. Le aconsejarán, pues, que se vaya a descansar, ¿pero cómo debe hacerlo?...Ignorando que lo primero que debe hacer es olvidar lo que le ha contrariado, se tiende en la cama y ahí dará vueltas de un lado a otro, rumiando su irritación, su desánimo... Y así, aunque esté una hora tendido en la cama, no sólo no descansará sino que se sentirá aún más cansado porque no habrá cesado de acordarse de aquello que, justamente, debió olvidar. ¿Queréis descansar verdaderamente? Empezad por actuar sobre vuestro sistema nervioso. Por unos momentos, olvidaos de todo para dar a las fuerzas que os habitan la posibilidad de rehacerse. Para volver a circular armoniosamente en vuestro organismo, el flujo nervioso necesita que os pongáis en un estado de paz, de armonía, de silencio interior. Y entonces, sí, la fatiga os abandona."


"Se dice en los Evangelios: «Pedid y se os dará. Buscad y encontraréis. Llamad y se os abrirá.» Pero tenemos que haber creado las condiciones para ser escuchados. No nos darán, no encontraremos y no nos abrirán, si no hemos trabajado previamente. La mejor forma de pedir, de buscar y de llamar, es empezar por trabajar. Y hasta puedo añadir que, si ponemos el trabajo espiritual en primer lugar, llegará un día en que ya no tendremos necesidad de pedir, de buscar o de llamar. El Cielo, que vela por nosotros, y que sabe lo que nos falta, nos lo dará, aunque no reclamemos nada. Ya no tendremos necesidad de buscar porque, al trabajar para purificar nuestros pensamientos, nuestros sentimientos y nuestros actos, descubriremos la verdad. Finalmente, tampoco tendremos necesidad de llamar: puesto que queremos vivir la vida de Cristo, las puertas se abrirán ante nosotros y seremos libres. Sí, estos son los nuevos Evangelios. "


"Existen personas dotadas de facultades mediúmnicas: captan
 mensajes en el invisible, imágenes, corrientes de fuerzas. Muchos envidian este don, sin sospechar los riesgos que comporta si estas personas se contentan con transmitir lo que ellas han recibido sin preguntarse sobre la naturaleza de lo que han captado. ¿Son o no verídicos estos mensajes? ¿Vienen del mundo de la luz o del de las tinieblas?... Éstas son las preguntas que habría que plantearse. El que posee facultades mediúmnicas debe, más que nadie, hacer un verdadero trabajo con el pensamiento. Sólo así, estas facultades llamadas extrasensoriales, serán útiles para él mismo y para los demás. Hasta que no haya hecho este trabajo, no será otra cosa que una especie de tubo que deja pasar indiscriminadamente agua limpia y agua sucia. Pero el día en que llegue a ser un médium consciente, será como la rama de un árbol que sabe transformar la savia que recibe para formar hojas, flores y frutos."


"«No podéis servir a Dios y a Mammon», dice Jesús en los Evangelios. Lo que significa que no podemos satisfacer a la vez las exigencias de la tierra y las del Cielo.
Para ser reconocidos por nuestros amigos celestiales, debemos renunciar, a menudo, a ser reconocidos por los humanos, es verdad, pero ¿qué importancia tiene eso?... ¿Cuántos años durará lo que ganáis con los humanos? Aunque os aprueben, os alaben, aunque seáis reconocidos por millones de personas, pronto todos abandonarán la tierra, y vosotros también y, entonces, ¿cómo os sentiréis cuando lleguéis al otro mundo?¿Y cómo vais a sentiros ya, en esta vida, si sois privados de la benevolencia y del amor de las entidades luminosas? Si os ponéis al servicio del Cielo, no esperéis que los humanos vengan a manifestaros su estima y su reconocimiento: ni siquiera saben lo que sucede en vosotros. Contentaos con trabajar. Cuando sintáis que este trabajo os llena de una vida nueva, ¿creéis que tendréis necesidad de que los demás vengan a aplaudiros y a felicitaros?"


"A medida que pasan los años, la mayoría de los humanos pierden el gusto por las cosas: respiran, comen, beben, caminan, ven, oyen, sin que su conciencia participe demasiado en estas actividades: se diría que sus sentidos se han embotado. Pero, cuando alguien cae gravemente enfermo, ¿qué sucede? Durante meses se ve obligado a vivir en la inmovilidad y el aislamiento de una habitación en donde lleva una existencia vegetativa. Después, por fin, un día entra en la convalecencia, y entonces, de repente, el alimento, el aire, le parecen deliciosos. ¡Y qué alegría poder caminar de nuevo libremente, salir a contemplar el cielo, el sol y toda la naturaleza en primavera, escuchar el viento y el canto de los pájaros! Éste es el lado bueno de ciertas enfermedades. Pero ¿es razonable esperar a tener un accidente o a caer gravemente enfermo para recuperar el gusto por las cosas?"


"El hecho de nacer en una cierta época, en tal país, en tal familia, de tener una cierta constitución física, de estar provistos o privados de ciertas cualidades -lo que viene determinado por las encarnaciones anteriores – fija ya desde el principio las oportunidades y los éxitos de los individuos. Una sociedad puede trabajar siempre para promover la igualdad, y es muy deseable que lo haga, pero las desigualdades subsistirán. El único medio de remediar estas desigualdades, es la conciencia del vínculo fraternal que une a todos los humanos entre sí. La verdadera igualdad es irrealizable y, tanto en la sociedad como en las familias, la desigualdad deberá ser siempre compensada por la fraternidad."


"Los órganos genitales no sólo permiten a los humanos asegurar la perpetuidad de la especie, sino que les dan también la posibilidad de participar de la vida divina. Pero el cristianismo nunca ha querido o sabido, verdaderamente, hablar correctamente sobre este tema. En primer lugar, ha separado a Jesús de la condición humana, declarando que había nacido de una virgen por obra del Espíritu Santo. Toda la cuestión tan esencial del amor y de la sexualidad queda oscurecida con ello, y entonces la palabra «pureza» en sí misma, sólo puede ser comprendida de una manera muy limitada. ¿Cómo no ver que la pureza, tal como ha sido presentada a los cristianos, no es más que una enemiga de la vida? Pero la vida se defiende. Y si nuestros esfuerzos van encaminados a reprimir la energía sexual, en vez de comprender por qué y cómo hay que canalizarla para llegar a obtener las más grandes realizaciones espirituales, se producen, un día, unos fenómenos análogos a la ruptura de una presa. No hay que extrañarse, pues, si esta «ruptura» conlleva toda clase de desbordamientos y empuja a hombres y a mujeres a cometer actos insensatos, criminales."


"¿Quién no quisiera vivir en el Paraíso? Preguntadlo a vuestro alrededor, todos os responderán: «¿Vivir en el Paraíso? ¡Sí, claro!» Pero lo que no saben es que hay que cumplir ciertas condiciones: no se puede vivir en las regiones superiores si no se han preparado para ello. Porque, si no, aun admitiendo que sean aceptados tal como son, tras haber pasado unos minutos allí arriba, querrán volver a bajar, diciendo: «¡Esto es insoportable, aquí no hay cigarrillos, ni bares, ni cabarets! Y yo tengo ganas de fumar, de beber, de besar a chicas bonitas. No puedo seguir aquí.»  Para poder vivir en las regiones sublimes, hay que desembarazarse de las necesidades groseras, por eso no todo el mundo está preparado. Aunque les instalasen a la fuerza en el Cielo, muchos se las arreglarían para volver a bajar lo más rápidamente posible. Pero no toméis como pretexto lo que os digo para no tratar de adaptaros a la vida divina. Si os dedicáis cada día a purificar vuestros deseos, a meditar, a dar trabajo a ciertas células de vuestro cerebro, podréis ir muy lejos, hasta instalaros en las regiones celestiales."


"El que entra en un conservatorio para empezar el estudio del canto, o de un instrumento de música, no se imagina que unos meses después será capaz de cantar en la Ópera o de dar conciertos. Pero entonces, ¿por qué, desde los primeros pasos que dan en una escuela iniciática, algunas personas se imaginan que hablarán con los arcángeles, que gobernarán las fuerzas de la naturaleza, curarán enfermos, viajarán por el espacio, etc.?
Sobre este tema reina una gran confusión en la cabeza de muchos espiritualistas. Las palabras «iniciación», «escuela iniciática», les hace pensar, la mayoría de las veces, que van a recibir una enseñanza que les dará rápidamente facultades y poderes sobrenaturales. No, la enseñanza que recibirán les pedirá, en primer lugar, que emprendan un trabajo sobre sí mismos para llegar a disciplinar su cuerpo físico, sus sentimientos, sus pensamientos, y este trabajo exige que acepten modestamente hacer cada día pequeños esfuerzos. Son estos pequeños esfuerzos cotidianos los que van a llevarles muy lejos, pero deben empezar por trabajar sin esperar inmediatamente grandes resultados."


"Ciertamente, no encontraremos en la historia de los hombres,
 periodos en los que no haya habido guerras. Y, sin embargo, no se puede negar que los hombres desean la paz y, en cuanto estalla una guerra, ¡cuántos creyentes se vuelven hacia el Señor, pidiéndole que termine! Está muy bien, pero ¿conmueven estas oraciones al Señor? Eso ya es otra cuestión. No hay que pedirle a Él que detenga las guerras que los humanos han desencadenado,  son los propios humanos quienes deben encontrar los medios para dejar de combatirse. Que recen, de acuerdo, ¡pero harían mejor en rezar para que las terribles experiencias que han vivido les sirviesen de lecciones! Si los humanos no aprenden la sabiduría, ¡que no cuenten con Dios para detener sus locuras! Suplican: «¡Señor, danos la paz!», imaginándose que Él está impaciente por ver terminar la guerra. En absoluto, Dios es muy paciente, y les responde: «Aprended a discernir todo aquello que en vosotros es un factor de conflictos. El día en que cada uno haya comprendido los esfuerzos que debe hacer para ser más razonable, más honesto, más generoso, la paz, por fin, vendrá. Pero eso depende de vosotros, no de mí.»"


"Cuando os dirigís al Cielo para que os ayude, para que os
 sostenga, es como si le pidieseis que os abra un crédito. Pero el Cielo sólo da crédito a aquéllos que se lo merecen. Cuando ve a un ser que está haciendo esfuerzos sinceros y desinteresados, a un ser que emplea su tiempo y sus energías para servirle y para servir a los demás, no puede negarle su crédito y vierte sobre él sus bendiciones. Mientras que aquél que se sirve de los dones que ha recibido del Cielo únicamente para su provecho, o incluso para hacer el mal, ve cómo le cortan el crédito: el Cielo ya no le da nada. Todas las tradiciones espiritualistas insisten en este punto: los humanos deben hacer un buen uso de los dones, de las cualidades,  de las riquezas que han recibido, porque, si no, ya no recibirán nada del Cielo, e incluso, tarde o temprano, les será retirado lo que tienen. Y poco importa si han sido personajes brillantes en otra vida, o incluso en ésta: van a encontrarse pobres y desnudos."


"Se relata en los Hechos de los apóstoles que un cierto Simón, llamado el Mago, maravillado de ver cómo los apóstoles Pedro y Juan hacían descender el Espíritu santo sobre aquéllos a quienes imponían las manos, les propuso dinero a cambio de ese poder. Y Pedro, indignado, se negó diciendo: «Tu dinero perezca contigo, porque has osado adquirir el don de Dios con dinero.»  Aquél que quiere conseguir los poderes del espíritu, debe saber que no se obtienen con dinero, sino gracias a un trabajo sobre sí mismo, de esfuerzos y de sacrificios.   En cuanto a aquél que ha conseguido adquirir estos poderes del espíritu, no debe intentar venderlos ni servirse de ellos para obtener beneficios materiales.
El episodio de los Evangelios donde Jesús responde al diablo que vino a tentarle en el desierto, es el mejor ejemplo. Después de haber ayunado cuarenta días, Jesús sintió hambre, entonces el diablo le sugirió que convirtiera las piedras en pan; después, que se tirara desde lo alto del Templo porque los ángeles le protegerían; por último, le prometió darle todos los reinos de la tierra si se postraba ante él. Pero Jesús no quiso escuchar estas proposiciones y le ordenó que se marchara."


"Actualmente que a todas horas del día y de la noche llegan noticias catastróficas de todo el mundo, es verdad que podemos tener continuamente motivos para estar tristes. Pero, ¿de qué sirve esta tristeza? No ayudará a nadie. Es mejor utilizarla como un estimulante para hallar los medios que permitan convertirla en útil.  Y, para encontrar la manera de que sea útil, cada uno de nosotros debería comenzar a deshacerse de sus preocupaciones personales en las que se cierra como en una cárcel. El estado natural del ser humano debe ser de alegría, una alegría en la que es, en realidad, más serio y más profundo que aquéllos que muestran continuamente sobre su rostro la marca de sus preocupaciones, por muy legítimas que sean. Porque para llegar a esta alegría, es necesario haber aprendido y comprendido que,  más allá de los desórdenes y de las tribulaciones de la tierra, existe en nosotros una región donde reina la luzel amor y la libertad. Y es permaneciendo en contacto con esta región cuando seremos útiles a los demás.


"Aquél que decide trabajar para el bien de toda la humanidad nunca debe preguntarse si triunfará o fracasará, porque haciéndose esta pregunta, introduce una duda en él y le frena en su impulso. Debe trabajar, eso es todo. La historia nos enseña que no podemos valorar a los seres teniendo como único criterio sus éxitos o sus fracasos. Los que han triunfado no son necesariamente los más grandes, ni aquellos que han fracasado,  los menos elevados.  Cada criatura viene a la tierra con una determinada misión y, a menudo, los encargados de las misiones más grandes están predestinados a fracasar, al menos en apariencia. Pero han preparado el terreno – y esto es lo más difícil – para que otros triunfen. Así pues, que aquellos que triunfen no olviden que deben sus éxitos a los esfuerzos y a los sacrificios de quienes les han precedido. "


"Cuando llega la primavera, podemos empezar a alimentarnos con los rayos del sol naciente, porque la luz es el mejor de los alimentos. Y el aire puro, la tierra que despierta, los árboles de los alrededores, también nos alimentan si sabemos… ¡cómo
cocinarlos! Sí, cocinarlos. Mediante nuestro pensamiento y nuestro amor, podemos hacer de todos estos elementos platos deliciosos.  La vida espiritual es una nutrición. Es el arte de transformar todo lo que recibimos del exterior en sabiduría, bondad, poder y paz. Contribuimos a esta transformación centrando, primero, toda nuestra atención en la salida del sol. Al volver después a nuestras actividades cotidianas, nos sentimos cada vez más saciados, más fuertes y más ricos. Sí, más ricos, porque esta luz del sol que hemos recibido es oro, oro etéreo, y este oro vale más que todos los lingotes amontonados en los bancos.


"Dar y recibir. No se puede dar si no se ha recibido; y cuando se ha recibido, hay que ser capaz de dar. Toda la vida está basada sobre esta clase de movimiento perpetuo: el acto de recibir engendra naturalmente el de dar; y mientras se da, no hay que dejar de recibir para poder continuar dando. ¡Hay tantas cosas que decir sobre el significado y la importancia de estas dos palabras, recibir y dar! ¿De quién recibir, de quién dar?... ¿A quién dar y cómo dar? Es necesario aprender a recibir del Cielo y dar a la tierra. Ello supone saber adaptarse inmediatamente a las circunstancias y cambiar de polaridad. Esta cualidad puede denominarse flexibilidad. Para ser flexible es necesario permanecer siempre vigilante, atento, con el fin de atraer solamente las corrientes que descienden del Cielo hacia la tierra y convertirse en conductor de las mismas. Todos nuestros órganos, todas nuestras células deben impregnarse de la importancia de esta misión, recibir y dar."


"Nosotros aportamos una enseñanza que puede ser aplicada por todos. Incluso fundada en verdades sublimes que sobrepasan el raciocinio de la mayoría de los humanos, los métodos que da, fáciles de aplicar, son para todos. Y aquellos que juzgan estos métodos como simplistas y solamente buenos para niños, demuestran que no saben ni observar ni reflexionar para obtener conclusiones.  Os duele un diente, y debido a este diente ya no podéis ni comer, ni dormir ni concentraros en vuestro trabajo, como si todo vuestro cuerpo hubiera sido alcanzado por este daño. Y sin embargo, ¡la causa de vuestro malestar es sólo un diente! ¿Podéis negar las consecuencias de algo tan pequeño? Aceptad pues la idea de que métodos muy sencillos pueden tener grandes consecuencias. Haced, por ejemplo, este ejercicio: concentraos en vuestro plexo solar, o en vuestro corazón, o en vuestra garganta, enviándoles toda la luz y el calor del que seáis capaces: poco a poco sentiréis cómo todo vuestro organismo comienza a beneficiarse. Es inútil que os dediquéis a realizar prácticas complicadas para encontrar aquello que necesitáis.  Más importante que lo que hacéis, es la atención que prestáis al hacerlo, es vuestra convicción lo que da resultados."


"Los niños indisciplinados que hacen muchas tonterías no se convertirán necesariamente en delincuentes. Tienen mucha energía que no saben todavía cómo dominar, y en lugar de inquietarse por ello, los padres deben encontrar para ellos actividades que les permitan canalizar y orientar mejor estas energías. Incluso aunque sea más descansado, los padres no deben desear tener niños tan quietos y obedientes que estén siempre de acuerdo con ellos, ya que esta tranquilidad y esta obediencia es, a menudo, una muestra de pasividad, y estos niños que más adelante no harán nada malo, tal vez tampoco harán nada bueno. Incluso se han dado casos en los que niños y adolescentes totalmente pasivos, se convierten después en criminales peligrosos.
No hay que humillar a los niños, simplemente vigilarlos, corregirles si es necesario, y sobretodo mostrarles que pueden hacerlo siempre mejor, que son capaces de hacerlo mejor. Para mejorar, los niños necesitan que una persona por lo menos les manifieste su confianza".


"Aunque cada uno de vosotros seáis un individuo distinto, esto no significa que estéis separados de los demás. Incluso si no los veis, incluso si no los sentís, en algún lugar de los planos sutiles estáis unidos a los demás y, de la manera que sea, todo lo que hacéis les afecta.
En la medida en que estáis más atentos, más inspirados, incluso sin saberlo, y sabiéndolo también, les comunicáis algunas riquezas e inspiraciones que habéis recibido. Y del mismo modo, si empezáis a ensombreceros, sufren a causa de vuestras influencias malsanas.
Hagáis lo que hagáis, sois responsables. Porque el director, gerente de una empresa, ministro o jefe de Estado, se dice que es alguien que tiene grandes responsabilidades. Es verdad, pero en realidad todos los humanos son también responsables los unos con respeto a los otros. Desgraciadamente, la mayoría no lo saben, y esta ignorancia es la causa de muchos sufrimientos. Así pues, si queréis manifestaros como un ser útil y benéfico, intentad tomar cada una de vuestras actividades como una oportunidad para elevaros espiritualmente, porque aunque sea imperceptible, arrastráis a otros seres con vosotros.


Sean cuales sean las razones que empujan a un hombre o a una mujer a desesperarse hasta el punto de poner fin a sus días, puede decirse que la verdadera explicación es ésta: esta criatura no sabe que el Creador ha colocado en ella posibilidades inauditas para poder triunfar bajo cualquier condición de la vida, posibilidades para poder comunicarse con los seres del mundo invisible, posibilidades de crear con el pensamiento y lanzar estas creaciones a través del espacio. Incluso en la mayor soledad y en la mayor pobreza, podéis no sentiros solos ni pobres, sino visitados, rodeados y colmados, porque interiormente estáis habitados por un mundo extraordinariamente bello y lleno de sentido.
Los desesperados no tienen ninguna idea de los recursos, de las fuerzas que Dios ha depositado en ellos, piensan que la única salida para ellos es el suicidio. Pero ¿qué significa esto? ¿Acaso son seres tan excepcionales que no pueden soportar la fealdad del mundo? …
No, desde el punto de vista de la Inteligencia cósmica, que ha dotado al ser humano de medios para afrontar todas las pruebas, son ignorantes y débiles. "


"Aquel que tiene mucho amor en su corazón se siente feliz con todo el mundo. Sí, descubre en todos los seres cualidades, riquezas, y es sólo en él en quién constata lagunas. Sin embargo, generalmente sucede más bien lo contrario. En lugar de decirse: «Si los demás me resultan tan difíciles de soportar, es por falta de amor… y también de sabiduría», va pregonando por todas partes lo que éste o aquel ha dicho o ha hecho estúpidamente o con maldad. Pero ¿qué cree ganar actuando de esta forma? En el momento en que alguien empieza a crisparos, es más útil de buscar en él lo que os permitiría apreciarle.
Diréis que esto que os pido es verdaderamente difícil. Evidentemente, así es, es difícil, pero ¿a dónde creéis que llegaréis buscando sólo lo que es fácil? El único modo de dominar las dificultades, no es el de quedarse cavilando, sino el de comprender todo lo que ganaréis buscando vivir fraternalmente los unos con los otros."


"Actualmente, es maravilloso, podéis encontrar Iniciados por todas partes, ¡incluso en los cabarets y en los lugares de placer! ¿Y cómo podéis reconocerlos? ¡Oh!, es bien fácil, son ellos mismos quienes os dicen: «Yo soy un Iniciado.»
Algunos añadirán incluso que han conseguido el séptimo, el octavo o el décimo grado de la Iniciación, y los ingenuos, los ciegos, se alegran: han encontrado a un Iniciado que, en pocos días, les iniciará también a ellos, ¡qué bendición!
En el pasado, los Iniciados sólo eran conocidos por aquellos que los buscaban sinceramente y sabían discernirlos. Nunca decían que eran Iniciados, permanecían en el secreto, en la oscuridad, escondidos. Como el Ermitaño de la novena carta del Tarot, ese anciano que sostiene en una mano una lámpara que guarda entre los pliegues de su gran abrigo para que no sea vista. He aquí la imagen del verdadero Iniciado."



"Por todo lo que la naturaleza nos da en abundancia, sus riquezas, su belleza, también nosotros debemos dar algo a cambio. ¿Os extraña que no sea gratuito?... Sí, es gratuito, ¡pero también vosotros debéis dar gratuitamente! ¿Cómo? Utilizando todas las facultades que poseéis para andar consciente-mente por el camino de la luz y del sacrificio. Así es como seréis contratados para el servicio divino, y Dios os compensará dándoos la inteligencia, la bondad, la belleza, etc. He aquí con qué «dinero» podéis «pagar» todo lo que tomáis de la naturaleza.
Aquel que no está contratado para la administración celestial no recibe nada, está pues desprovisto, no tiene dinero para pagar lo que toma. Come, bebe, respira, se pasea, se dedica a sus quehaceres, pero más tarde o más temprano, los acreedores, las fuerzas de la naturaleza vienen a despojarlo: de buen grado o a la fuerza, deberá pagar."



"Al final de un año escolar, la mayoría de los educadores y los profesores se quejan de estar agotados. Ocuparse de los niños es evidentemente cansado, pero si sólo se considera esta profesión como medio de vida, se sienten sobre todo los inconvenientes. Los niños son a menudo difíciles, por supuesto, pero desde el momento que se ha escogido la carrera de educador, se está obligado a velar atentamente sobre ellos, a amarlos, a pensar en su porvenir. Y como los niños son sensibles a la atención que se les dispensa, tras algún tiempo, tienen otra actitud.
Y esto no es solamente una verdad para los educadores, sino también para los padres. Sí, que seáis educador ó padre, debéis tener una buena actitud con los niños para no sentiros abrumados o frustrados. Si queréis, no penséis incluso en ellos, pensad en vosotros: intentad estar más tranquilos, más atentos, ser más pacientes, tener más amor y ahorraréis de esta forma muchas energías."


"No se sabe hasta qué punto los adolescentes de nuestra época son víctimas de la cultura en la que están inmersos, de las películas que ven, los libros y los periódicos que leen, las conversaciones, los discursos, y sobre todo, de la música que escuchan. Se forman, se esculpen, se impregnan de teorías insensatas y peligrosas de escritores, pensadores, cineastas, músicos que no tienen conciencia alguna de su responsabilidad.
Estas personas son adultos y nunca han reflexionado hasta qué punto la palabra, la escritura, el sonido o la imagen son poderosos y pueden alterar, desequilibrar al público, y sobre todo a la juventud que es tanto más vulnerable.
Si la juventud actual se rebela, o si se deja llevar por toda clase de excesos y de prácticas peligrosas para su salud y su equilibrio psíquico, es culpa de los adultos. En lugar de reflexionar en los mejores métodos para educarla, guiarla, vuelcan en ella todas sus elucubraciones. Y después se sorprenden por su comportamiento. No deberían sorprenderse. Si son honestos, solamente les queda una cosa por hacer: verse en los jóvenes como en un espejo y decirse: «somos nosotros que hemos hecho de estos niños lo que son»… aceptar la lección, y corregir su orientación. "



"¡Cuántos problemas pueden solucionarse gracias a métodos muy sencillos! Y estos métodos tan sencillos son generalmente los que dan los sabios. Pero ¿quién los toma en serio? Son evidentemente demasiado sencillos, y los humanos sólo creen en soluciones complicadas. Si, para liberarse de sus tormentos, un sabio, un Iniciado les dice: «Cerrad los ojos… calmaros…respirad… enviad vuestro amor a toda la humanidad, a toda la naturaleza, poneros en armonía con el universo…» no lo escuchan. En lugar de poner en práctica estos métodos para comprobar su veracidad, se van a buscar presuntos magos para que les den fórmulas cabalísticas, les preparen talismanes, o les revelen algunos secretos heredados de los Tibetanos ò de los Aztecas. Pero puede suceder que estos talismanes y estos secretos no tengan ninguna eficacia o incluso les sean perjudiciales. Para obtener grandes resultados y adquirir grandes riquezas espirituales, hay que considerar los métodos y las reglas insignificantes en apariencia. Sí, insignificantes en apariencia, pero las más eficaces en realidad, porque ellas están fundamentadas sobre un conocimiento exacto del ser humano."


"En el mundo invisible, los Maestros espirituales forman una gran fraternidad, trabajan en perfecto acuerdo. Cada uno es feliz de ver que amáis y admiráis a otros Maestros, los celos les son totalmente extraños. Permanecer fiel a su Maestro, no significa que se rehúya el hecho de encontrar otros Maestros y de instruirse con ellos. Incluso, si se comunica con el espíritu de otros grandes seres, el discípulo permanece unido a su Maestro, lo guarda preciosamente en él como una lámpara encendida.
También han existido grandes seres que ni siquiera han dejado rastro de su paso por la tierra. Lejos del ruido y de ser vistos, han realizado mediante el pensamiento, un inmenso trabajo en regiones a las que los humanos no tienen acceso alguno. Les debemos mucho, porque es gracias a este trabajo continuado pacientemente, en el silencio y en secreto, que la humanidad continua progresando. Debemos admirar a estos seres y reservarles un lugar destacado en nuestro corazón y en nuestra alma.


"Cuando se trata de hacer feliz a un pueblo, evidentemente la responsabilidad de los dirigentes es grande. Pero el pueblo también tiene algo que hacer para atraer a dirigentes que impongan la justicia, la prosperidad, la paz. Es la lección contenida en este cuento.
Había una vez un reino en el que sólo sucedían desgracias: hambrunas, epidemias, disturbios… El rey, inquieto, no sabiendo qué hacer para remediar estas calamidades que amenazaban también su poder, hizo venir a un sabio. El sabio le dijo esto: «Majestad, tu eres la causa de esta situación: vives en la desidia, en el libertinaje, eres a menudo duro, injusto, cruel y he aquí el por qué no cesan de producirse catástrofes sobre tu pueblo.»
A continuación, el sabio se presentó ante el pueblo y les dijo: «Si sufrís, es porque lo habéis merecido. ¿Acaso vosotros mismos vivís de forma razonable? ¿Acaso sois honestos, justos, pacientes los unos con los otros? No, y es por ello que habéis atraído a un monarca semejante a vosotros.» He aquí cómo los sabios explican las cosas.
Cuando un pueblo entero decide vivir en la luz, el Cielo le envía dirigentes nobles y honestos que sólo le aportan bendiciones. Si un pueblo está gobernado por personas incapaces de tomar buenas decisiones, debe saber que él es el principal responsable de ello. "



"¿Por qué tantas personas desean convertirse en clarividentes?
¡Cómo si «ver» fuera la cima de la vida espiritual! Ganar dinero, las quiebras, las futuras bodas, los divorcios, los enemigos, los amigos, las enfermedades, etc., pero, ¿cuál es el interés de ver siempre estas mismas tragedias… o estas mismas comedias? ¿Acaso no vemos suficientes cosas de este tipo con los ojos físicos? ¡Cuántas veces, en la vida corriente, estamos cansados, hastiados de todo lo que vemos! Entonces, ¿por qué querer ver mucho más para acabar siendo aplastados, enfermos? ¿Es esto inteligente?
Ver… ver… pero ¿ver qué? Ésta es la cuestión. Que todos estos candidatos a la clarividencia se digan que, contrariamente a lo que imaginan, esta facultad les impedirá evolucionar, sobre todo si intentan adquirirla antes de haber desarrollado las cualidades que les permitirán hacer algo útil con lo que vean.
No basta con ver, hay que ser capaz de alcanzar y de comprenderlo que se descubre en los planos sutiles, pero también afrontar y soportar las visiones del infierno.


"El mundo físico está hecho de tal forma que, con el tiempo, acaba recibiéndolo todo, algunas cenizas o algunas suciedades.
Una casa, aunque sea la más bella, es invadida poco a poco por el polvo y las telarañas si descuidamos limpiarla regularmente.
Sucede lo mismo para esta casa que también somos nosotros: nuestro cuerpo físico, primero, que tiene necesidad de ser limpiado, lavado afín de que el polvo y las telarañas de toda clase no se opongan al trabajo de las entidades superiores que vienen a traernos la vida del mundo divino.
Pero preocuparse del mantenimiento del cuerpo físico no basta. Cada día debemos también preocuparnos de estas otras moradas que son nuestros Cuerpos Astral y Mental. Y ocuparse significa purificar nuestros pensamientos y nuestros sentimientos, liberarlos de todos los elementos de egoísmo, de agresividad, etc. que contienen, con el fin de que podamos vibrar en armonía con las regiones celestiales. "


"Para el buen desarrollo de los humanos, los éxitos no siempre son deseables. Evidentemente, si alguien es débil e insignificante, es mejor que no encuentre grandes obstáculos en su camino porque en caso de fracaso, ya no se levantará.
Si es fuerte, los fracasos le reforzarán aún más; la adversidad, los enemigos, le darán energías como si fueran para él un alimento, y un día se volverá invencible.
Desgraciadamente, no hay demasiada gente que prosiga valientemente su camino a pesar de los obstáculos y las adversidades: la mayoría pronto se desalientan, se aniquilan.
Para obtener fuerzas en la adversidad, es necesario poseer ya una gran riqueza interior.
Incluso, en algunas ocasiones, es el Cielo quien envía pruebas a algunos porque conoce su naturaleza: sabe que para llegar a la cima, es necesario que superen grandes dificultades. Mientras que a otros los cuida porque si no todo se acabaría rápidamente para ellos. El Cielo actúa pues de forma diferente en función de los seres. Es por ello que es difícil pronunciarse sobre el destino de los humanos: a menudo, sus pruebas parecen como trabas impuestas por el Cielo, mientras que son, por el contrario, buenas condiciones que se les da para que consigan elevarse hasta la cima. "


"Dar, he ahí un pensamiento que no debe nunca abandonaros. Sí, habituaros a dar, y a dar lo mejor de vosotros. Evidentemente, esto no es una filosofía muy extendida entre los humanos: por todas partes sólo se piensa en tomar, y los seres sólo interesan en la medida en que se puede obtener de ellos alguna cosa. Incluso cuando van a una Escuela iniciática, algunos sólo desean tomar. Pero al cabo de cierto tiempo, como no hay tantas cosas de las que puedan adueñarse, excepto verdades que no les interesan, se aburren y se van.
Así pues, he ahí cómo, a partir de ahora, debéis ver las cosas: pensad que hay en vosotros una tierra magnífica, un jardín en el cual cultiváis toda clase de flores y de frutos, y que aportáis al mundo entero productos de este jardín, A consecuencia de ese deseo de hacer algo por los demás, se abrirán puertas ante vosotros, todo os parecerá nuevo, haréis sin cesar nuevos descubrimientos. Es cuando queréis dar, aportar alguna cosa a los demás, que la vida empieza a fluir en vosotros. "


"¿Por qué hay tantos hombres y mujeres que se imaginan que es fácil convertirse en guías espirituales?. Ahí están, se dedican a instruir a los demás antes de poseer ellos mismos la luz. Si pudieran estudiarse y analizarse un poco, algo les pararía. Pero no, han leído algunos libros, están maravillados por los grandes Maestros de la India, del Tíbet o de otras partes, y les gustaría parecerse a ellos…
Por supuesto, aquí no hay nada reprensible, pero deben saber lo difícil que resulta conducir a los humanos por el camino de la luz y que es preciso ser prudente. Si no, ¿Qué va a suceder?.
Todas sus imperfecciones y sus lagunas en las que nunca han pensado poner remedio, se reflejarán en todo lo que hagan. Y es de esta forma que, a menudo, en lugar de ayudar a sus «discípulos», a escalar los escarpados caminos que conducen hacia las alturas sublimes, no solamente los extravían por caminos llenos de trampas, sino que ellos mismos son arrastrados con sus «discípulos» hacia los precipicios."


"Después de haber hecho ciertas experiencias sexuales, muchos chicos y chicas se sienten decepcionados y se lamentan. ¡Cuántas confidencias he oído a este respecto! Hasta entonces se sentían ligeros, felices, mientras que ahora se ha introducido en ellos algo pesado, y se sienten mal, avergonzados incluso. Su mirada ya no tiene la misma claridad y dicen: «No sabía que esto fuese así... Si lo hubiera sabido...»
La mayoría de los adolescentes no sospechan lo que les espera cuando se lanzan prematuramente y a la ligera, a hacer ciertas experiencias. Además, en esos momentos no les interesa saberlo: tienen curiosidad por hacer estas experiencias porque otros las han hecho y creen que les proporcionarán placer – lo que ni siquiera es siempre el caso. – Y después, descubren también que el placer no es necesariamente la felicidad y no saben por qué experimentan una insatisfacción, el sentimiento de haber perdido algo muy valioso.
Cuando comprenden que se han equivocado, esta comprensión ya no les sirve de gran cosa, porque llega demasiado tarde. Entonces, ¿quiénes pueden prevenirles?... y acaso ¿van a escucharles?... ¿Y si los adolescentes obtuvieran de esta experiencia decepcionante, una lección para el futuro?"


"Aquél que consigue descargar sobre los demás las tareas que debería llevar a cabo él mismo, gana aparentemente algo, pero pierde mucho más. En todos aquellos casos que hubiera tenido que hacer esfuerzos él mismo, si no los hace, física o psíquicamente, se irá imposibilitando poco a poco. Y cada vez se sentirá más vulnerable: cuando no ejercitamos nuestras facultades, las perdemos.
Mientras que aquél que adopta la filosofía del esfuerzo, aprende a dominar su voluntad y se fortalece. Cada día descubre dentro de sí unas posibilidades que no tenía conciencia de poseer y con ello experimenta un gozo que nada ni nadie puede quitarle.  
Creedme, la filosofía del esfuerzo nos revela que el gozo reside en el esfuerzo mismo. Por eso, no echéis sobre los demás las cargas que debéis asumir vosotros mismos; y, si es posible, haced vuestro trabajo sin necesidad de que os ayuden. Añadiré incluso que no debéis esperar a que los esfuerzos os sean impuestos desde el exterior, sino que debéis imponéroslos vosotros mismos."


"¿Cuál es la voluntad de Dios con respecto a ellos? ¿Qué es lo que Dios espera de ellos? Ésta es la pregunta que se hacen ingenuamente algunos creyentes. Se imaginan que Dios tiene una voluntad particular respecto al lugar en que deben habitar, la profesión que deben ejercer... ¿Deben acaso fundar una familia o permanecer solteros para consagrarse a Él?... ¿Acaso Dios les pide sostener tal causa y combatir tal otra?...
En realidad la voluntad de Dios para cada uno de nosotros no se refiere a una cuestión particular. Dios sólo quiere que el hombre estudie para comprender sus leyes, que son las leyes de la vida, y que se esfuerce después para ponerlas en práctica.
A cada uno le concierne personalmente la voluntad de Dios, desde luego, pero sólo va a conocer lo que Dios espera de él después de haber estudiado la voluntad divina en su principio. Que empiece por conciliarse con la voluntad divina, en tanto que principio de sabiduría y de amor, y conocerá verdaderamente lo que Dios espera de él."


"Ante ciertos destinos humanos, sentimos la tentación de pensar que tales existencias no tienen sentido. Ahí tenéis, por ejemplo, a seres que tenían posibilidades de aprender, de comprender, de hacer algo útil, pero aparentemente no han aprendido nada, ni comprendido nada, ni hecho nada, ¡salvo cometer errores! ¿Acaso valía la pena que viviesen?... Pues bien, éste es un razonamiento muy malo.
La existencia actual de un ser no es más que el eslabón de una larga cadena. Para comprender lo que vive tal hombre o tal mujer en el transcurso de una de sus encarnaciones, no hay que considerar esta encarnación aisladamente, sino conectarla con todas sus encarnaciones pasadas desde hace siglos y milenios y, al mismo tiempo, hay que saber que esta existencia va a proseguir en el futuro.
Siempre nos equivocamos sobre el significado que debemos dar al presente, si no lo situamos en un contexto de continuidad que va desde un pasado lejano hasta un futuro aún más lejano. Cuando no sabemos qué sentido dar a la vida de la gente, no debemos decir que no tiene ninguno, y no tenemos derecho a emitir un juicio a este respecto sobre ningún ser.
Cada vida tiene un sentido, y en vez de pronunciarnos sobre la vida de los demás, lo que debemos hacer es tratar de dar cada vez más sentido a nuestra propia vida para preparar nuestro futuro."


"Sufrir es desagradable y es natural querer que el sufrimiento desaparezca de inmediato y de la forma que sea. Sin embargo, hay circunstancias en las que sería preferible no huir sistemáticamente del sufrimiento, sino más bien tratar de extraer fuerzas de él para una nueva vida. Porque una de las propiedades del sufrimiento es la de despertar en el ser humano cualidades que no aparecerían jamás en otras condiciones. Por eso, cuando debáis sufrir, física o moralmente, pensad que se os está dando una ocasión para poder hacer un gran trabajo sobre vosotros mismos. No estoy hablando, evidentemente, de ciertos dolores insoportables que requieren tomar medicamentos, sino de esos malestares que aparecen tan frecuentemente en la vida cotidiana. En vez de tratar de aliviarlo inmediatamente tomando pastillas u otras sustancias, es preferible aprovechar estos inconvenientes para ponerse a trabajar y reforzarse interiormente. Lo lograréis si no os quedáis concentrados en vuestro sufrimiento sino esforzándoos en armonizarlo todo con el pensamiento en vuestros cuerpos físico, astral y mental.
Cuando hayáis terminado este trabajo, a menudo constataréis que vuestro sufrimiento ha desaparecido, precisamente porque gracias a este trabajo del pensamiento habréis logrado introducir la armonía en todo vuestro ser."


"Cuando llega la primavera, empezamos a alimentarnos con los rayos del sol naciente, porque la luz es el mejor de los alimentos. Y el aire puro, la tierra que se despierta, los árboles que están a nuestro alrededor, también nos alimentan si sabemos cómo cocinarlos... Sí, ¡cocinarlos! Con nuestro pensamiento, con nuestro amor, podemos hacer con todos estos elementos unos platos deliciosos.
La vida espiritual es una nutrición. Es el arte de transformar todo lo que recibimos del exterior en sabiduría, en bondad, en poder, en paz. Contribuimos a esta transformación concentrando primero toda nuestra atención en el sol que sale.
Después, al volver a nuestras actividades cotidianas, nos sentimos cada vez más llenos, más fuertes, y más ricos. Sí, más ricos, porque esta luz del sol que hemos recibido es oro, oro etérico, y este oro vale más que todos los lingotes acumulados en los bancos, porque nos aporta la vida."


"Ahí tenéis a alguien que se lanza bruscamente a la acción sin haber estudiado bien el proyecto que quiere realizar: inevitablemente encontrará obstáculos. Y entonces, se sentirá desdichado, se lamentará, y sólo después de haberse lamentado mucho acabará reflexionando sobre la causa de su fracaso. Evidentemente ya será un poco tarde, debió empezar con la reflexión. Pero podemos esperar, al menos, que su fracaso le impulsará a hacer mejor las cosas la próxima vez.
Pensar, sentir, actuar: éste es el orden que debe presidir toda empresa... Así es como procede el sabio: empieza por reflexionar, considera todos los elementos del trabajo que tiene que ejecutar, del problema que tiene que resolver; después hace intervenir el sentimiento, es decir, el gusto, el interés, el amor por la tarea que tiene que llevar a cabo. Finalmente decide ponerse a trabajar para realizar su proyecto, y no lo deja a medias.
Podemos pues decir, que el sabio refuerza y vivifica con el sentimiento aquello que ha concebido con el pensamiento, y que finalmente lo realiza gracias a una voluntad firme."


"Cuando ya no pueden soportar su presente, los humanos tienen tendencia a proyectarse hacia el futuro. Pero no ganan nada con ello, porque un día u otro se ven obligados a rendirse a la evidencia: este futuro en el que creían poder refugiarse, no tiene ningún fundamento sólido, y entonces lo que descubren es el vacío y la angustia. En vez de soñar en el futuro, ¡que empiecen por vivir bien este hoy en el que tienen tantas cosas que saborear, ver, apreciar, pensar!  Pero, para vivir bien hoy, deben aprender a no dejarse llevar por la sucesión de los acontecimientos y de los estados interiores que crean estos acontecimientos. ¡Deben hacer una pausa! Diréis que la vida es un flujo ininterrumpido imposible de parar. Es verdad, pero vosotros podéis encontrar el medio de pararos en este flujo de tiempo para poder poner un poco de orden en vosotros mismos, para sintonizaros con ritmos más armoniosos. Y ahí es donde descubrimos cuán necesaria es la práctica de la meditación. Meditar, es retener la marcha precipitada del tiempo para introducir dentro de nosotros un ritmo, una paz, una luz que dejarán su huella durante mucho tiempo.


"La práctica espiritual exige tener ciertos métodos de trabajo. Así que, a medida que tenéis conciencia de ello, acostumbraos a tomar nota de las ideas, los consejos y los ejercicios que os parezcan importantes. Después, escoged entre ellos aquéllos que particularmente necesitáis en el momento presente. Más tarde, en circunstancias diferentes, otros os parecerán más necesarios y podréis concentraros en ellos.
Suceda lo que suceda, haced lo que sea necesario para que estas ideas, estos consejos, estos ejercicios que sentís y que necesitáis ahora para vuestro progreso espiritual, para vuestro equilibrio y vuestra paz interior, sean puntos de referencia en vuestra existencia cotidiana. De esta manera despertaréis la fuerza divina en vosotros, y esta fuerza que ha creado el mundo, sabrá cómo llegar y organizar las cosas en todo vuestro ser.
Sólo vuestro trabajo tiene el poder de despertar la fuerza divina en vosotros; creáis una conexión con ella, y es ella la que os sostiene, la que os mantiene siempre en pie."



"En general, no son los hombres de bien los que más hincapié hacen en la deshonestidad, la injusticia y la maldad de los demás ni los que se muestran más desconfiados. Al contrario, a menudo son aquéllos que tienen estos defectos quiénes sin cesar aluden a ellos por todas partes. ¿Por qué? Porque una naturaleza viciosa tiende siempre a fijarse en todo lo que es malo y vicioso como ella.
Los que poseen grandes cualidades morales, no se interesan demasiado por los defectos de los demás, a veces ni siquiera les prestan atención, y si los notan, no se fijan demasiado en ellos porque tienen tendencia a ver a los demás a través de las cualidades que ellos mismos poseen. Cada ser humano sólo puede ver a través de sus propios ojos, y es él mismo quien modela estos ojos con sus pensamientos y sus sentimientos.
Si os encontráis con gente que sólo os habla de las lagunas o del mal comportamiento de los demás, sabed que, de una forma o de otra, las revelaciones que os hacen se refieren a ellos mismos en primer lugar. Si fueran nobles, bondadosos y honestos, descubrirían también en los demás estas buenas cualidades y os hablarían primero de ellas."


"¿Qué es la resurrección? La manifestación de una corriente de vida que atraviesa regiones en las que físicamente o psíquicamente, la enfermedad y la muerte habían empezado a hacer su obra. ¡Hay en la naturaleza tantos fenómenos que pueden darnos una idea de este proceso!
No sólo el germen que sale de la semilla, sino también el polluelo que sale del huevo, algunos animales que se despiertan de su sueño invernal, la crisálida que se transforma en mariposa, son imágenes de la resurrección. ¿Y los árboles? Ellos también resucitan en primavera: ¡todas esas ramas negras y desnudas que se cubren de hojas y de flores! He ahí aún otra resurrección.
Y ¿por qué resucitan? Porque no estaban muertos, porque en ellos la vida sigue estando ahí. Todos estos fenómenos de la naturaleza tienen su correspondencia en el hombre.
Físicamente, psíquicamente, cada día el hombre muere y resucita. Cuando la vida se debilita en él, muere; cuando se fortalece, resucita. Es como si una sangre nueva circulara en sus venas. Solo la vida, la vida divina nos resucita, y debemos trabajar para llenarnos de esta vida."


"Hace años sufristeis un fracaso, una decepción, o bien os lanzaron palabras hirientes... Durante mucho tiempo esto os atormentó, pero ahora, cuando pensáis en ello, os dais cuenta de que apenas es un recuerdo, como si todo se hubiese borrado. Puesto que con el tiempo ya no queda ni huella, esto prueba de que no fue tan grave.
Entonces, ¿por qué no tratáis de liberaros lo más rápidamente posible de todo lo que pueda ensombrecer vuestra vida cotidiana? Cuando un acontecimiento, una situación, os inspiran tristeza, cólera, no dejéis que este estado se prolongue. Salid de vuestra casa, por ejemplo, y empezad a caminar diciendo: «Cuando alcance aquel árbol de allí abajo (o aquella pared, o cualquier otro punto de referencia), me habré liberado de esta indisposición.» Acercaos a ese árbol o a esa pared con la certeza de que vais a empezar a liberaros. Cuando los alcancéis, os sentiréis lúcidos, aliviados. Esta mejora no será suficiente, ciertamente, así que escoged otro punto de referencia, más lejos, y avanzad hacia él con la convicción de que vuestro mal acabará desapareciendo completamente. Seguid así hasta sentir una verdadera liberación. Y volved a empezar de nuevo al día siguiente, si hace falta.

Cualesquiera que sean vuestras penas, vuestros tormentos, lo esencial es que no os quedéis nunca sin reaccionar. No hay nada peor que la pasividad."



"Algunas veces, sin saber el motivo, sentís de pronto una alegría o un pesar. Hay varias explicaciones posibles a este respecto, pero os daré una en la que seguramente nunca habéis pensado. Sin duda, os ha sucedido encontrar en la calle a un o a una transeúnte, cuyo rostro ha atraído vuestra mirada y a quién habéis enviado espontáneamente un pensamiento, un rayo de amor… Esta persona no se ha dado cuenta, incluso, de que la habéis mirado, pero ha recibido lo que le habéis dado de bueno a través de vuestros ojos y ha sentido los efectos.
Cuando sentís de pronto una alegría, se debe quizá a que una entidad del mundo invisible, al pasar, os ha mirado proyectando su amor sobre vosotros, y vuestro corazón ha sido alcanzado. Por todas partes en donde estemos, nos encontramos en medio de una multitud de seres visibles e invisibles, y recibimos tanto buenas cosas como malas, lo que explica muchos de nuestros diferentes estados.
El sol, que nos mira todos los días, nos envía también ondas vivificantes. Y como es una imagen de Dios, nuestro sol espiritual, debemos ser conscientes de que a través del sol, es Dios quién nos mira. Amar a Dios es presentarse todos los días ante Él para recibir su mirada."

"La tierra, el agua, el aire y el fuego... Los cuatro elementos que constituyen la materia de la creación, son un alimento para el hombre. Éste se alimenta cada día con tierra y con agua: los alimentos sólidos y líquidos; el aire que respira lo alimenta también. En cuanto al fuego, está contenido en estos diferentes alimentos, pero también en el calor y la luz del sol.
Como todas las criaturas, los humanos se benefician del calor y de la luz del sol, pero inconscientemente. Si aprendiesen a recibirlos conscientemente, serían para ellos una fuente de riquezas extraordinarias, porque el verdadero alimento está ahí, y es incluso el que más necesitan para poder mantener en ellos no sólo la vida, sino también la inspiración y el gozo.
El sol es un alimento, el mejor de los alimentos. ¿Por qué limitarse a la tierra, al agua y al aire? Hay que aprender a alimentarse también con fuego y luz, y eso es lo que hacemos en la salida de sol.
Se dice en el Zend Avesta que cuando Zoroastro le preguntó al dios Ahura Mazda cómo se alimentaba el primer hombre, el dios le respondió: «Comía fuego y bebía luz.»  Obtenía, pues, la vida del sol que es fuego y luz."


"A medida que pasan los años, la mayoría de los humanos pierden el gusto por las cosas: respiran, comen, beben, caminan, ven, oyen, sin que su conciencia esté presente en estas actividades, se diría que su sensibilidad se ha ido embotando poco a poco.
Pero, he ahí que alguien cae gravemente enfermo: durante meses
se ve obligado a permanecer inmóvil y aislado en una habitación, llevando una vida vegetativa. Después, un día, por fin, entra en convalecencia, y ahí, de repente, el alimento, el aire, la luz, le parecen deliciosos. ¡Y qué gozo poder desplazarse libremente de nuevo, salir a contemplar el cielo, los árboles y toda la naturaleza, escuchar el viento y el canto de los pájaros!
Éste es el lado bueno de ciertas enfermedades. ¿Pero es acaso razonable esperar a tener un accidente o a caer gravemente enfermo para volver a encontrar el gusto por las cosas?"


"El sol que vamos a contemplar cada mañana, sólo podemos descubrirlo con muchos esfuerzos, mucha paciencia. Aunque esté ahí, brillante, luminoso, cegador, no se revela fácilmente ante nosotros, y nuestras preocupaciones cotidianas no nos preparan para percibir esta vida sutil a la que aspiran nuestra alma y nuestro espíritu.
Pero hay que perseverar, hay que trabajar durante mucho tiempo sobre nuestros sentidos espirituales hasta comprender que es la Divinidad quién se manifiesta a través del sol, y comulgar con ella.
Creéis conocer al sol… No, comenzaréis a conocerle cuando sintáis en el plexo solar una vibración de tal intensidad, que todo vuestro ser será alimentado, colmado… Entonces, como él, estaréis dispuestos a verter sobre el mundo entero vuestro calor, vuestra luz, vuestra vida, y así es como la Santísima Trinidad, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, estará viva en vosotros."


"No debemos considerar el optimismo y el pesimismo como una simple cuestión de temperamento; optimismo y pesimismo presuponen dos filosofías de la vida. Sólo el que busca los bienes espirituales puede ser verdaderamente optimista; mientras que el que sólo persigue los bienes materiales, aunque esté al principio lleno de esperanza, se verá obligado, un día u otro, a abandonar sus ilusiones.
El pesimista no ve más allá de las pequeñas cosas de la tierra.
El optimista, por el contrario, abre su alma a los vastos espacios del cielo, porque sabe que la predestinación del hombre es volver un día a su patria celestial. A lo largo del camino que conduce a esta patria, se encontrará evidentemente con el mal bajo todas sus formas, sufrirá, dudará de los demás y de sí mismo, se desanimará. Pero incluso en los peores momentos no se hundirá, porque en su corazón, en su alma, lleva esta verdad de que Dios lo ha creado a su imagen, y que esta imagen de Dios contiene en potencia todas las riquezas, todas las victorias. Si hay algo de lo que nunca debemos dudar, es de qué un día volveremos a nuestra patria celestial, mientras que en las empresas terrestres el éxito es mucho más dudoso, y en todo caso efímero.
Cuando un estudiante ha suspendido varias veces un examen, se le hace comprender que es inútil que insista y que debe abandonar. Pero cuando se trata de nuestra predestinación divina, esta predestinación está tan profundamente inscrita en nosotros que un día, a fuerza de trabajo, llegaremos a la meta. Y éste es el verdadero optimismo."


"Para minimizar la importancia de ciertas declaraciones, se dice a menudo que se trata de «palabras en el aire». En el aire o no, de todas maneras las palabras sólo son aire, pero poseen un terrible poder de destrucción.
Materialmente, en el plano de la realización, el ser humano está limitado: ¡cuántas cosas que quisiera realizar están fuera de su alcance! Mientras que con la palabra puede llegar a obtener unos resultados que son imposibles de obtener con cualquier otro medio.
No es tan fácil conseguir arruinar a alguien, destrozar su carrera, eliminarle, a él y a su familia; y aun admitiendo que fuera realizable, nos exponemos a ser perseguidos y condenados. ¡Mientras que podemos fácilmente lanzar ciertas palabras a diestro y siniestro, dejar entrever segundas intenciones, hacer insinuaciones! Y, de esa forma, la mayoría de las veces no arriesgamos nada. Por eso se dice que la palabra es el arma de los débiles.
¡Cuántas tragedias han sido causadas por algunas palabras lanzadas conscientemente, sabiendo que iban a producir enormes daños al circular de boca en boca! Pero vosotros, no olvidéis jamás que la palabra que le ha sido dada al hombre es una energía divina, y que debéis esforzaros para utilizarla solamente con un objetivo divino."


"Al despertaros por la mañana, antes de cualquier preocupación, pensad en armonizaros con las entidades celestiales, decidles qué queréis entrar en su armonía. Llamad a estas criaturas luminosas que pueblan el espacio, concentraos en ellas, imaginaos cuán bellas son, cuán puras y llenas de amor.
Si vuestro deseo es sincero, entraréis en contacto con ellas gracias a la ley de afinidad. Algo sucederá entonces dentro de vosotros: vuestro corazón, vuestro intelecto, vuestra alma y vuestro espíritu vibrarán al unísono con el mundo divino. Todo vuestro ser se convertirá en un instrumento bien afinado y la armonía que habréis conseguido crear, marcará con su sello la jornada que empieza.
¡Hay tantos encuentros, tantos acontecimientos en la vida que pueden perturbaros, haceros perder vuestro gozo y vuestra paz! Pero, suceda lo que suceda, siempre os queda el poder de armonizaros con las entidades celestiales para que la armonía con la que ellas llenan el espacio, descienda a habitar en vosotros."


"Cada día buscáis nuevos conocimientos, ¡y hay tantas cosas interesantes que ver, que conocer! Pero acostumbraos también a consagrar cada día algún tiempo para entrar dentro de vosotros mismos, profundizar y explorar las regiones del alma y del espíritu. El saber que obtendréis de esta manera, podréis llevarlo con vosotros por todas partes, incluso al otro mundo, nada os lo podrá quitar. Mientras que todos los conocimientos que vienen del exterior, nunca son verdaderamente vuestros; cuando abandonéis la tierra tendréis que dejarlos, y cuando volváis a reencarnaros, seréis como una página en blanco y os veréis obligados a empezarlo todo de nuevo, desde el principio.
Cada uno, cuando nace, trae solamente aquello que verdaderamente ha adquirido y experimentado en sus otras vidas. Todo lo demás le ha sido quitado porque no le pertenecía: lo había tomado prestado de otros. Durante el poco tiempo que está en la tierra, se aprovecha, claro, de las ventajas que le dan estos conocimientos prestados: le hacen cumplidos, le aplauden... Pero, cuando se vaya, sólo podrá conservar aquello que se ha hecho en él carne y hueso gracias a la exploración de su mundo interior. Y si se ha ido pobre y desnudo, volverá pobre y desnudo."


"El miedo, este instinto tan necesario para la supervivencia de la especie humana, puede tomar en ciertos casos, unas formas tan incontroladas e irracionales que, en vez de salvarles, ha causado la perdición de muchos hombres y mujeres. Por eso, no es preciso esperar a tener que afrontar grandes peligros para entrenarse a vencer el miedo. De vez en cuando os encontráis confrontados bruscamente con hechos, con situaciones, o incluso solamente con palabras que pueden inspiraros miedo.
Una persona, por ejemplo, os amenaza con privaros de algo que os importa mucho, o con oponerse a uno de vuestros buenos proyectos. En vez de asustaros inmediatamente y embarullaros con protestas tímidas y torpes, o de salir gritando y dando un portazo, no digáis nada, manteneos tranquilos. Cuando nos cogen de imprevisto, las reacciones instintivas no hacen más que agravar la situación. ¿Quién sabe si no son más que simples amenazas en vano? Y aunque sean reales, las podréis afrontar mejor si mantenéis la sangre fría.
Tratad de rememorar todas las ocasiones en que, por miedo a lo que considerabais como un peligro, reaccionasteis impulsivamente y lo lamentasteis después. "


"Cada ser humano tiene una o varias debilidades – sería demasiado largo enumerarlas – y las posibilidades de sucumbir a las tentaciones no faltan: todo contribuye para despertar en él la glotonería, la sensualidad, la frivolidad, el afán de lucro, la agresividad...
Aquél que desee vencer sus debilidades, deben buscar los signos que le anuncian la llegada de la tentación. Descubrirá que estos signos son siempre los mismos y que son como una advertencia. Que se analice y que busque en qué ocasión sucumbió y con qué signos la tentación empezó a insinuarse en él. Estos signos pueden ser un movimiento de impaciencia, una sensación en el plexo solar, un pensamiento que pasa por su cabeza, una imagen que se presenta ante él, etc. Siempre hay signos que os advierten que la tentación se acerca. Son diferentes según las personas, y sois vosotros quiénes debéis tomar conciencia de cuáles son.
Cuando hayáis descubierto por fin estos signos precursores, podréis haceros dueños de la situación porque, en cuanto aparezcan, ya sabréis que debéis aumentar vuestra vigilancia."


"Más allá de lo que vemos, existe un mundo que no vemos y que es, sin embargo, igual de real. Este mundo invisible está habitado por unos seres que llamamos hadas, espíritus de la naturaleza. Sucede a veces que los niños ven a estas criaturas. En el transcurso de sus primeros años, viven espontáneamente en contacto con ellas. Pero si hablan de ello con los adultos, y en particular con sus padres, éstos no les prestan atención o se ríen de estas historias. Y entonces, como no les toman en serio, los niños no dicen nada más, y dudan incluso de lo que han vivido hasta que llega un momento que se olvidan.
Los niños pequeños tienen una especie de clarividencia, y si los adultos aceptasen oír sus relatos, tendrían revelaciones asombrosas que les recordarían, quizás, experiencias vividas en su propia infancia; con su negligencia se privan de algo muy precioso. Estad pues atentos a las manifestaciones de un niño pequeño, incluso de aquél que aparentemente es menos despierto, porque su espíritu, que todavía no se ha encarnado completamente, siente cosas que los adultos ya no ven ni sienten. El niño sólo habita realmente en su cuerpo físico a partir del séptimo año. Hasta entonces, vive en parte fuera de su cuerpo, y es por eso que los espíritus del mundo invisible son para él presencias familiares."


"¿Por qué tanta gente se queja de la soledad? ¿Acaso comprenden cuando se les dice que son ellos, en su cabeza, los que han creado esta soledad? En realidad, nadie está nunca solo. Todo el universo nos mira y nos escucha. Ninguna de nuestras palabras, ninguno de nuestros gestos queda sin eco. Si por la mañana, cuando abrís la ventana, os acostumbráis a desear buenos días a la tierra, al cielo, a la creación entera, desde los cuatro puntos del espacio os responderán muchas voces como un eco: buenos días, buenos días, buenos días... y toda la jornada os sentiréis acompañados.
Y cuando salís de vuestras casas, os cruzáis también en las calles con un cierto número de personas: la mayoría son desconocidas para vosotros, pero, ¿acaso es tan difícil mostrarles una cara abierta, fraternal? ¿Acaso no merecen que, con el pensamiento, les deseéis la luz, la paz, el gozo?... ¿Decís que no os inspiran? Sí, puede ser, porque os fijáis sólo en las apariencias. Pero detrás de estas apariencias hay almas y espíritus.
Cuando sepáis, a través de vuestra alma y vuestro espíritu, entrar en relación con todas las almas y todos los espíritus de la tierra, cuando lo que hay de mejor en vosotros encuentre lo que hay de mejor en los demás, creedme, ya no os sentiréis nunca más solos."


NOTA: Cada uno es el creador de su Futuro con sus pensamientos, sentimientos y actos. Cada uno es su propio Juez. Nadie castiga o premia a nadie. La Ley del universo nos proporciona esa libertad y derecho.
"La razón de ser de los ejercicios que una enseñanza espiritual preconiza practicar, es hacer vibrar todo nuestro ser hasta las más mínimas células de nuestras manos y de nuestros pies, en consonancia con las verdades que aceptamos intelectualmente.
Comprender supone aplicar, realizar, encarnar. Debemos hacer descender en nosotros cada verdad con la que entramos en contacto hasta impregnar con ella todo nuestro ser psíquico, así como nuestro ser físico.
La comprensión, la verdadera, no se obtiene solamente con las células del cerebro; se obtiene también con las células del corazón, del estómago, de los pulmones, del hígado y de todos los demás órganos. Si las células de todos los demás órganos no se movilizan también en este trabajo, las capacidades del cerebro se encuentran, a su vez, disminuidas. Para que nuestra comprensión sea completa, todas las células del cuerpo deben participar. "

"Haced esta experiencia: durante una semana al menos, esforzaos por comportaros, en cualquier ocasión, con autodominio, sabiduría, bondad, generosidad. Después de estos días, constataréis que podéis afrontar más fácilmente las situaciones difíciles que se os presentan: os sentís reforzados, como si hubieseis recibido energías, como si una materia se hubiese elaborado en vosotros, un fluido sutil que alimenta las células de vuestro sistema nervioso. En cuanto hacéis un esfuerzo para mejorar vuestro comportamiento, toda una estructura se está edificando y consolidando en vosotros. Os asombráis incluso.
Os preguntáis cómo es posible que lleguéis a soportar sin rechistar unos inconvenientes que antes os irritaban, os angustiaban y os agotaban nerviosamente. Y aunque en algún momento os sintáis cansados, inquietos o desanimados, todo eso no dura: tras una oración, unos instantes de recogimiento, muy pronto esta energía se pone de nuevo a trabajar en vosotros para que todo se restablezca."


"Sólo aquél que, gracias al conocimiento de las verdades espirituales, ha sabido poner orden en sí mismo, realiza el verdadero silencio. Y en este silencio la voz de su naturaleza divina se hace oír. Toda una tradición mística nos habla de la «voz del silencio». ¿Cómo hay que comprender esta expresión? El silencio no tiene voz, evidentemente, pero en el seno del silencio se hace oír una voz: la de nuestra naturaleza divina.
La meditación, la oración, al igual que todas las prácticas preconizadas por las enseñanzas espirituales, sólo tienen un objetivo: hacer callar a la naturaleza inferior en el hombre para dar a su naturaleza superior unas posibilidades cada vez mayores de expresarse.
El silencio es pues este estado de conciencia en el seno del cual algo misterioso, profundo, empieza a revelarse. A este «algo» se le llama la voz del silencio. Aquél que logra serenarlo todo dentro de él, e incluso detener su pensamiento – ya que, con su movimiento, el pensamiento también hace ruido – oirá esta voz."


"La fuente del amor universal es el sol. Cada día deposita partículas de vida en toda la naturaleza, y son estas partículas las que nosotros recibimos después a través de las piedras, de las plantas, de los animales... y hasta de los humanos. Porque los humanos poseen también partículas del sol, pero sólo en muy pequeña cantidad, porque no se esfuerzan por atraerlas, y por eso el amor que se dan no puede aportarles la plenitud.
El verdadero amor se encuentra a profusión en el sol, y es ahí donde debéis buscarlo. El que no ha aprendido a elevarse hasta la fuente, sólo encontrará pequeñas gotas de rocío condensadas por aquí y por allá sobre algunas hojas, sobre algunas flores, y eso es poca cosa.
Ciertamente, hay algunos lugares del cuerpo del hombre o de la mujer en los que el amor se deposita un poco, pero si sólo lo buscamos ahí, siempre estaremos hambrientos y sedientos.
Para sentiros colmados, debéis buscar en la fuente este inmenso amor que inunda toda la creación. Amad después a un hombre o a una mujer, pero para encontrar la plenitud, id primero a beber a la fuente."


"Sentir es una cosa, y pensar es otra, pero muy a menudo la sensación influye en el pensamiento. A veces, os podéis sentir agotados, lo que no tiene nada de anormal; pero he ahí que esta sensación desencadena en vosotros pensamientos de desánimo, de tristeza.
Pues bien, no, en tales momentos, la sensación no debe influir en el pensamiento, sino que debe ser vuestro pensamiento el que actúe sobre la sensación: incluso si no puede vencerla, mantenedlo ahí como una luz, como un faro a lo lejos que os dice que vais a poder levantaros de nuevo. Así pues, a pesar de vuestro cansancio y de vuestro agotamiento, debéis creer en vuestro pensamiento y seguirle.
¿Tenéis la sensación de que ya no queda ni una gota de energía en vuestro depósito? En vez de dejaros abatir, recordad que el depósito cósmico está lleno, y extraed de él con el pensamiento. Porque el pensamiento sirve también para esto: apenas hayáis extraído algunas gotas de este depósito de energías, la llama de vuestra lamparilla, que se estaba apagando, brilla de nuevo."


"Es preferible comportarse bien, pero comportarse mal no es lo más grave. Lo grave es no ser conscientes de ello. Nos encontramos con personas que tienen un gran ideal de justicia, de generosidad, de abnegación, eso no se puede negar. Pero tener un ideal no significa necesariamente que seamos capaces de realizarlo.

El que no ve que está actuando en contradicción con su ideal, acaba cayendo en unas complicaciones inextricables. Fracasa, es rechazado por los demás y no comprende por qué: se cree irreprochable, está convencido de que los demás deben aprobarle, admirarle incluso. Le perturba, por tanto, todo lo que le sucede y, como no tiene ninguna lucidez sobre sí mismo, se imagina que todo el mundo se confabula contra él, lo que influye muy negativamente en sus pensamientos y en sus sentimientos: se rebela y, con esta rebelión, pierde poco a poco las cualidades que quería poner al servicio de su ideal. Y todo eso porque se niega a admitir que hacer concordar sus actos con su ideal es mucho más difícil de lo que se imaginaba, y que es incapaz de verse tal y como es.

Para estar a la altura de nuestro ideal, debemos empezar por ser lúcidos sobre nosotros mismos.


"¡Cuántos dicen que están buscando la verdad! Lamentándose por no haberla aún encontrado, se sienten orgullosos de haberse lanzado a una búsqueda tan difícil...

Pues bien, no, la verdad no es tan difícil de encontrar y puede incluso ser definida de una forma muy sencilla. Digamos que es como una medalla una de cuyas caras es el amor y la otra la sabiduría. Si buscáis la verdad independientemente del amor y de la sabiduría, es decir, independientemente del buen desarrollo del corazón y del intelecto, no la encontraréis jamás. Pero en cuanto tenéis amor y sabiduría, poseéis también la verdad, aunque no la busquéis.

Nunca se encuentra la verdad como un principio que existe por sí mismo: sólo puede existir para aquél que sabe trabajar a la vez con el corazón y con el intelecto.

Si tantas verdades diferentes, contradictorias, circulan y se confrontan actualmente en el mundo, es porque estas verdades reflejan la deformación del corazón y del intelecto de los humanos. Alguien os dice: «¡Ésta es la verdad!» En realidad, se trata de «su» verdad, y esta verdad es la expresión de su corazón y de su intelecto, débiles y deformados o, por el contrario, sólidos e iluminados."


"¡Cuántos accidentes y desgracias sufren los humanos porque no tienen ni idea de los peligros que corren cuando toman ciertas decisiones o cuando se lanzan a ciertas empresas! Lo hacen tranquilamente, sin ver nada, sin prever nada, y se precipitan directamente hacia las dificultades.
Si hubiesen sabido desarrollar su ojo interior, éste les habría advertido, porque este ojo al que se llama a veces el tercer ojo, es como un radar: envía ondas al espacio, y estas ondas, al volver, son capaces de prevenirle sobre los obstáculos o precipicios a evitar. Si este radar está averiado en la mayoría de la gente, es porque la vida que llevan interfiere las ondas e impide su buen funcionamiento. Es verdad que hay casos en los que este ojo espiritual no les previene, aunque esté desarrollado. Cuando algunos acontecimientos de su vida están determinados de antemano por las leyes del destino y deben realizarse obligatoriamente, aunque tengan el presentimiento de lo que va a pasar, lo esencial permanece oculto para ellos y no pueden evitarlo. Lo que tienen que hacer entonces es afrontar las pruebas con la ayuda de la luz y de los métodos que da la Ciencia iniciática.
Pero, en general, si han sabido prepararle las condiciones, este ojo espiritual está ahí para advertirles y guiarles."


"Una vida social armoniosa sólo puede estar basada en unos intercambios justos; y los intercambios justos se resumen en dos palabras: tomar y dar. Si tenemos derecho a tomar, es porque debemos ser capaces de dar a cambio.
En el plano material, la cuestión está clara para todo el mundo y cada uno sabe lo que son los intercambios justos. Pero esto no basta, porque la ley de intercambio afecta a todos los dominios de la existencia. Alguien dice: «Yo soy honesto, pago mis impuestos, doy su salario a mis empleados, mantengo a mi familia, no engaño a mi mujer, ayudo a mis padres...» De acuerdo, pero ¿es esto suficiente? ¿Cómo se conduce en realidad con sus padres, con su mujer, con sus hijos? ¿Cómo responde a su afecto? ¿De dónde proviene que le sientan a veces como un extraño o como un tirano? ¡Es mucho más fácil ser honesto y justo en el plano material que en el plano psíquico!
A veces vemos, incluso, que algunos exhiben toda clase de signos externos de su honestidad para poder esconder mejor su deshonestidad en las relaciones intelectuales y afectivas. Llegan a engañar a los demás (aunque no siempre), pero no engañan a la Justicia divina, porque ésta tiene otros conceptos distintos de la justicia humana con respecto a lo que hay que llamar «tomar» y lo que hay que llamar «dar»."


"¡Con cuántos obstáculos, con cuántas dificultades nos encontramos en la vida que no tienen otra razón de ser que la de obligarnos a tomar el único camino en el que podremos cumplir nuestra predestinación de hijos e hijas de Dios! Una gran sabiduría preside todos los destinos, y debemos aceptar esta verdad para no agravar nuestros sufrimientos.
La Inteligencia cósmica nunca tiene la intención de aplastarnos; pero con lo que nos da, y también con todo aquello de lo que nos priva, nos pone en situaciones en las que nos vemos obligados a expresar lo que hay de mejor en nosotros. Al que no ve ninguna salida al exterior, le queda siempre la posibilidad de buscar una salida dentro de sí mismo, trabajando sin descanso con el pensamiento, la imaginación y la voluntad.
El destino de cada uno es un lenguaje especial que debemos esforzarnos en interpretar. Todos los impedimentos, todas las pruebas que encontramos en nuestro camino, no tienen otro objetivo que el de enseñarnos a encontrar lo que buscamos en el mundo del alma y del espíritu.


"Es importante, evidentemente, escoger un alimento sano y hacer comidas equilibradas, pero el estado en el que comemos es todavía más importante: cuando no tomamos ciertas precauciones, podemos envenenarnos con la mejor de las comidas. Si coméis perturbados, irritados, o en otros estados negativos, impregnáis los alimentos con los venenos producidos por tales estados, y estos venenos van a difundirse por todo vuestro organismo. Lo inverso también es cierto: los alimentos se impregnan con los buenos pensamientos y los buenos sentimientos que podéis tener cuando coméis, y os alimentan con su quintaesencia.
Es normal que estéis momentáneamente perturbados e irritados por ciertos acontecimientos; pero entonces, aunque sea la hora de comer, esperad un poco hasta que hayáis recobrado la paz. Si no os es posible esperad, si vuestras ocupaciones os obligan a comer justo en ese momento, haced por lo menos el esfuerzo de concentraros en el alimento impregnándolo con vuestro respeto y con vuestra gratitud: al penetrar en vosotros, estos sentimientos, de los que el alimento será el soporte, transformarán vuestros estados negativos."


"A cada hombre, a cada mujer, se les plantea necesariamente, un día u otro, la cuestión de la sexualidad y de su control, porque ni siquiera en una época de gran libertad en este terreno, es posible dar rienda suelta a todas nuestras pulsiones. Es muy difícil luchar contra la energía sexual: no solamente no conseguiréis vencerla, sino que será ella la que os derribará.
El único medio de dominarla, es encontrar un aliado, un asociado muy poderoso en el mundo espiritual hacia el que podáis orientar esta energía y a quien la consagráis. Es él quien, gracias a su saber alquímico, logrará transformarla en salud, en belleza, en luz. Y ¿quién es este asociado? Un alto ideal, una idea sublime con la que vivís y a la que amáis y alimentáis. Sólo una idea así es capaz de transformar esta energía, no vosotros. Si, en el momento en que sentís una pulsión sexual a la que no deseáis ceder, os concentráis en vuestro ideal, esta energía sube hacia el cerebro para alimentarlo y os sentís reforzados, inspirados. Entonces, en vez de derrotaros, os sirve y contribuye a vuestro perfeccionamiento."


"Hay personas que, por pereza o por egoísmo, deciden vivir solos y sin hijos. Fundar una familia, ¡supone tantas preocupaciones, tanto trabajo y sacrificio! Y quieren estar libres para aprovecharse de la vida como mejor les plazca. Son estas unas razones pésimas que van a acarrearles unos inconvenientes más graves que los que ellos quieren evitar. No tendrán las preocupaciones de los padres y de las madres de familia, es verdad, pero su búsqueda de lo fácil, su egoísmo, engendrarán otras dificultades para ellos, otros tormentos.

El ser humano no viene a la tierra para satisfacer sus antojos y sus caprichos. La decisión de quedarnos solteros y sin hijos sólo se justifica si queremos mantenernos libres para consagrarnos a unas tareas más vastas, más colectivas. Si no, es mejor para nuestra evolución fundar una familia porque, asumiendo responsabilidades, esforzándonos en hacer algo por otros seres, ensanchamos nuestro campo de conciencia”.


"Si se les explica a los humanos dónde está el bien, son perfectamente capaces de comprenderlo. Pero dar explicaciones, por más convincentes que sean, no basta para llevarles a tomar una mejor orientación, porque los poderes del intelecto son limitados. Hay que tocar también su corazón, porque si sus sentimientos, si sus deseos les empujan hacia una dirección diferente, no hay que hacerse ilusiones, allá es donde irán. Incluso para aquél que ama la luz, que desea la luz, falta todavía por llegar lo más difícil. Porque debe conseguir que su materia psíquica se pliegue ante esta luz. Por un momento, la materia es dócil y se deja modelar, pero luego, de repente, se resiste, se rebela, pone obstáculos, y hay que empezarlo todo de nuevo.
Pero que no se desanime, porque, poco a poco, esta materia psíquica recalcitrante, acabará cediendo. Si la comprensión está ahí, y si también está el amor, la realización se producirá un día necesariamente. En todo caso, lo que es seguro es que sin la participación del intelecto y del corazón, es decir, sin la comprensión y sin el amor, es inútil esperar la menor mejora."


  
"Existen varias vías para acceder al mundo espiritual y la meditación es una de ellas. En nuestros días, la práctica de la meditación se extiende cada vez más, pero sólo puede ser benéfica para personas que tengan conciencia de que ello exige una gran disciplina interior, es decir, el dominio de sus pensamientos, de sus sentimientos, de sus deseos, porque de lo contrario, no harán más que errar por las regiones inferiores del plano astral. Allí, remueven a su paso toda clase de capas oscuras, pobladas de entidades que son a menudo hostiles a los humanos, y corren los mismos peligros que los imprudentes que quieren atravesar de noche una selva infestada de tigres y serpientes.

La práctica de la meditación exige pues que empecéis por domesticar y orientar vuestras diferentes tendencias psíquicas, con el fin de tener sólo una meta: perfeccionarse. Esto debe quedar muy claro. Desde el momento en que sepáis armonizar vuestros pensamientos, vuestros sentimientos, vuestros deseos, con este diapasón, que es la idea de perfeccionamiento, las experiencias que hagáis en vuestro mundo interior serán realmente benéficas. Si no, este ejercicio tan útil y saludable, puede convertirse para vosotros en una aventura arriesgada”.



"Como la mayoría de la gente, tenéis tendencia a considerar que los demás no están suficientemente atentos con vosotros. Pero vosotros mismos, ¿acaso no sois negligentes? ¿Acaso prestáis atención a cada ser, a cada cosa? Incluso con una flor, cuando tenéis que plantarla o regarla, prestadle atención. Pensáis que, tanto si estáis atentos como si no, nada cambia para ella. Pues, justamente, os equivocáis... Y además, no es tanto por ella que debéis actuar así, sino por vosotros, porque sois vosotros los que ganáis algo: hacéis un gesto de atención, de respeto, de amor, y ese gesto se refleja benéficamente en vosotros. No vayáis a buscar a otra parte y lejos lo que está muy cerca.

La existencia cotidiana está llena de posibilidades, de encuentros, de contactos con los humanos, con los animales, con las plantas, con las piedras, y también con los objetos. No seáis descuidados con ellos, prestadles atención. Diréis: «¿Prestar atención a los objetos?» Sí, aprended a manejarlos conscientemente y con dulzura. De esta manera armonizaréis las corrientes en vosotros y a vuestro alrededor. Si no sabéis cómo actuar con objetos inocentes, ¿qué haréis con los humanos cuando vengan a importunaros o que os hayan hecho daño?"

  
"¡Cuántas veces el amor entre dos seres comienza con un intercambio de miradas! Se miran a distancia, y a través de la primera mirada que se dan, experimentan un gozo puro como si bebiesen el agua cristalina que desciende de las cumbres. Después, cuando intentan acercarse para hacer otros intercambios, las cosas empiezan a complicarse y a oscurecerse. Diréis que es imposible contentarse con intercambiar miradas. Sí, claro, la mayoría de las aventuras amorosas de los humanos están ahí para subrayarlo. Pero, ¿cuántos hombres y mujeres se acuerdan con nostalgia de las primeras miradas que intercambiaron, del mundo infinitamente poético que, en ese instante, se descubría ante ellos?"


"A medida que el ser humano avanza en edad, un principio destructivo se insinúa fatalmente en su cuerpo. Es imposible vencerlo, pero puede, de todas formas, ralentizar su acción, y sobre todo preguntarse cómo va a utilizar este periodo de la vejez que se acerca. Sean cuales sean las condiciones, siempre hay algo que hacer. Así pues, en lugar de sentir amargamente la pérdida de su belleza y de sus energías físicas, que se diga que es el momento de dirigirse hacia otras actividades, hacia otras fuentes de gozo.

Al tratar de interiorizarse, de profundizar dentro de sí mismo, hará brotar las energías espirituales que son, en cambio, inagotables. Que siga también ejercitando su cerebro, que es el mejor de los instrumentos. El cerebro no se debilita con la edad al mismo tiempo que los demás órganos, porque las jerarquías divinas han depositado en él sus poderes... No se debilita, pero solos lo hemos alimentado durante mucho tiempo ejercitando el pensamiento."


"Esforzaos por comenzar bien todo lo que emprendáis, porque el desarrollo de un proceso depende de la impronta que habéis sido capaces de inscribir en él desde el principio. Pero también hay que tener en cuenta que, si queremos empezar bien, debemos haber terminado correctamente la tarea precedente. Este principio tiene una aplicación en todos los ámbitos. Por tanto, cuando empezáis un trabajo, esforzaos en mantener hasta el final la misma atención, el mismo cuidado. Y si conocéis a otras personas, si entabláis nuevas amistades, estad también vigilantes, para que lo que ha empezado con sonrisas, con palabras cariñosas, regalos y besos, no acabe con enfrentamientos.

En el plano físico podemos considerar que hemos puesto fin a una empresa, a una relación. Bien o mal, se ha terminado. Pero en el invisible, nunca se termina nada. La forma con la que hayáis resuelto una cuestión influirá en vuestros encuentros y en vuestras empresas futuras."



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Nos complace comunicar, que ya son muchos los Testimonios que nos llegan de alumnos muy agradecidos.
Entusiasmados por los resultados obtenidos, al aplicar todo lo aprendido en los cursos, en personas de su entorno. Definido en algún resultado de "Increíble".
Lo que nos contáis oralmente, por favor escribirlo o grabarlo en vídeo y enviarlo por correo electrónico, para colocarlo a la vista de todo el mundo. Los resultados obtenidos son de mucho valor para otras personas que buscan ayuda. Ellos pueden sentirse identificados con vuestro testimonio y darse una oportunidad.
Ha sido abierta una pestaña de testimonios en esta página, para poder exponer vuestros resultados. Agradecemos vuestra colaboración y ayuda.

Gracias por vuestra colaboración.